Posibles soluciones

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Tres días habían pasado desde la última vez que Fred había visto a Neferet, de repente se sintió como un mirón con los ojos fijos en el local de enfrente todo el tiempo, ella se las había arreglado para mantenerse lejos del salón de ventas, o al menos de la parte que se alcanzaba a ver desde Sortilegios, ese día era sábado y su frustración estaba llegando a niveles alarmantes. La campanilla de la puerta sonó anunciando la llegada de alguien, ambos gemelos levantaron la vista y solo uno de ellos sonrió.-

-Mi amor- dijo George a modo de saludo, yendo al encuentro de Karoma – pensé que no te vería hasta la hora del almuerzo.-

-Justo a eso vengo- respondió ella dejándose abrazar por su esposo- no puedo dejar el local para almorzar, Lucy se reportó enferma.-

-¿Y tu hermana?- preguntó Fred sin poder contenerse.-

-Salió con Neville- respondió ella mirándolo, Fred frunció el ceño con claro gesto de enojo- eso técnicamente no es cierto, pero quería ver la cara de idiota que pondrías- George rió mirando a su hermano.-

-Sabes que no me estas ayudando ¿Verdad?- replicó Fred apretando con tanta fuerza la pluma que llevaba en la manos, terminando por romperla.-

-No sabía que querías que te ayudara- respondió ella sin abandonar la seguridad de los brazos de George.- ¿Sabías que algunos depredadores acorralan a sus presas en un punto estratégico evitando así que puedan escapar?- Fred la miró y levantó una ceja- Al caso que ni me escuches, me llevo mejor con las plantas- repuso guiñando un ojo a su cuñado, George miró encantado a su esposa, definitivamente era una estratega.-

-Voy a almorzar contigo al vivero, si te parece- propuso el pelirrojo, volviendo al tema del inicio- mamá envió la comida y me dijo que te espera mañana en la cena.-

-Te espero a la hora del almuerzo- convino ella alejándose un poco de él- pero no me comprometo con lo de mañana, no puedo dejar sola a Neferet.-

-Llevémosla a la Madriguera- propuso George- a mamá le encantará conocerla.-

-Le preguntaré- prometió la castaña antes de ponerse de puntitas para besar a su esposo, estaba a punto de salir cuando la voz de Fred la detuvo.-

-¿Dónde está Neferet?

-En el colegio de magia y hechicería – respondió ella volteándose a verlo- Técnicamente con Neville, trabajando en el invernadero- Fred sintió un acceso de celos y bajó la mirada- Neville es un depredador- advirtió la castaña mirando a su cuñado a los ojos- y es la primera vez que la presa huye- sin mas Karoma salió del local y cruzó la calle.

-Karoma conoció mi fama de don Juan cuando llegó aquí, le contaron que no me tomaba en serio a las chicas y lamentablemente necesito admitir que eso era cierto, así que me acomodó estratégicamente en una zona de amigo y realmente me costó bastante salir de ahí.- George hablo mientras miraba el libro de cuentas que tenía enfrente, Fred lo miró, recordaba esa época en la que la castaña bateaba todas las curvas que George le mandaba.

-¿Qué hiciste?

-Me plantee si de verdad Karoma me gustaba tanto como para que valiera el esfuerzo, la respuesta fue instantánea, esa chica me hechizó al salir de su auto, así que me armé de paciencia y fui su amigo, me interesé en cosas que a ella le interesaban, de paso fui conociéndola mejor. Descubrí que le gusta la música muggle y las ferias con parques eléctricos. Una noche volvíamos de un concierto, ella venía cansada y me dejó abrazarla- George ladeó la cabeza antes de sonreír- empezamos a caminar tomados de las manos después de eso, hasta que no pude aguantar la presión y una noche la besé.-

-Karoma me explicó que ellas crecieron sin hacer amistades, por el constante movimiento de sus padres.-

-Es cierto- admitió George- por eso a mi esposa le gusta tanto ir a la Madriguera, le compensa todo lo que no tuvo en su infancia y adolescencia

-No se como hablar con Neferet- admitió Fred suspirando- la noche que fuimos por las compras, ella me hablo del medimago Adrián y los celos me quemaron por dentro. Simplemente hable sin pensar y la lastimé.-

-Explícaselo- propuso George – a veces las soluciones fáciles son las mejores.-

-Lo intenté y volví a meter la pata- repuso Fred, su hermano sonrió.-

-Explícaselo las veces que haga falta, oblígala a escucharte- George miró hacia el frente y sonrió al ver a Karoma atendiendo un cliente- mañana en la Madriguera por ejemplo.-

-¿Crees que irá?

-Creo que mi esposa se las ingeniará para que así sea- admitió George riendo- ahora trabajemos, que de esto vivimos- Fred suspiró y asintió.-

Tu abandonoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora