Vecina botánica

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El día siguiente pasó casi sin apuros, Fred gozaba de un excelente buen humor aunque no tenía en claro por que no había vuelto a besar a Neferet al dejarla en frente a la puerta de su casa, ella solo lo había mirado, no había dicho nada, pero él se había sentido extraño por no hacerlo. Pensó que quizás se debía a la inexperiencia de ella, no quería abrumarla demasiado con sus avances, quería ir de a poco y en serio. No tenía en claro que hacer en una relación seria, ya que nunca había tenido una, las chicas que habían estado con él se limitaban a aceptar que Fred era Fred y no existían maneras de cambiar su forma de ser, pero esta vez era él el que quería cambiar, quería poner de su parte para tener una relación con esa atractiva castaña y quien sabe, intentar convencerla de olvidarse de Brasil.-

-Parece que hoy tenemos buen humor- comentó George mientras anotaba unas faltas en el stock- ¿Puede tener mi cuñada algo que ver?

-Tal vez- respondió él sin levantar la vista de lo que hacía.-

-Voy a salir más temprano esta tarde- anunció George mirando a su hermano, sabía cuando no iba a recibir más información que la que había recibido- Karoma y yo iremos a buscar los adornos para su local.-

-No hay problema- repuso él sin darle mas palabras, George suspiró y siguió con su tarea para dejar terminada la lista de faltantes antes de ir a buscar a su esposa. Cerca de las cinco de la tarde, Fred se encontraba solo en el mostrador cuando la campañilla anunció la llegada de un cliente, el pelirrojo levantó la mirada y sonrió al ver a su ex compañera de colegio entrar por la puerta.-

-Ana Mitchel- dijo a modo de saludo el pelirrojo- Quien diría que volvería a verte.-

-Tengo que venir yo, por que si es por ti- se quejo la chica entrando con paso seguro al local, Fred rodeó el mostrador y la envolvió en un abrazo.-

-Ya sabes, cuando se es así de guapo, las mujeres vienen a uno sin necesidad de que haga nada.-

-Claro que sí- admitió la mujer riendo- siempre lo supe- ambos rieron hasta que la campanilla anunció que la puerta volvía a abrirse, los dos amigos se giraron para ver entrar a Neferet, enfundada en unos ajustados jeans azul claros y un suéter cuello de tortuga rosa, traía una caja en las manos, ella caminó hacia ellos con paso dudoso.-

-Hola- saludó ella con timidez, sin saber muy bien que hacer.-

-Hola- respondió él sintiéndose nervioso- las presento- ofreció señalando a su amiga- ella es Ana Mitchel, juega para las Arpías junto con mi hermana Ginevra y ella es nuestra vecina botánica, trabaja enfrente, en el vivero- Neferet lo miró durante varios segundos con los ojos muy abiertos antes de voltearse a mirar a la mujer.-

-Neferet Reese- se presentó extendiendo la mano, Ana la estrechó encantada.-

-Ya escuché ese apellido antes- dijo la mujer consiente de la tensión que se había formado- ¿Tienes algo que ver con la escritora de libros de estudios?

-Si, algo- admitió la castaña sonriendo- soy su hija- la castaña se giro hacia Fred y le extendió la caja que llevaba en las manos- Corteza de árbol de fuego- explicó la chica- vi que estaban en lista de espera por este ingrediente y como no tenemos mucho, decidí traerlo de una vez- ella levanto la mirada, orgullosa- Siempre es bueno llevarse bien con los vecinos.- sin mas se despidió y se dirigió a la puerta del local.-

-Neferet- la voz de Fred se escuchó alta, ella se giró a verlo- tu hermana dijo que este ingrediente era demasiado difícil de conseguir ¿Cómo lo hiciste?

-Neville- dijo como toda respuesta antes de salir del local, el pelirrojo la siguió con la mirada hasta que entro al vivero y se perdió de su rango visual, cuando volvió la vista a su amiga, la vio observándolo con gesto divertido.-

-Así que al fin apareció la horma de tu zapato- comentó Ana sonriendo.-

-No se de que hablas- repuso él bajando la mirada.-

-Vamos, Fred- picaneó ella – en los años que te conozco jamás te vi mirar a una chica de la manera en la que miraste a esa chica, aunque el presentarla como la vecina de enfrente fue un golpe bajo e innecesario- Fred la miró antes de volver a fijar la mirada en el local de enfrente, otra vez la había cagado ¿Cuántas veces iba a hacerlo en el mismo mes?

-Esta vez no va a salirme barato- susurró él más para sí mismo que para ella.-

-Ya lo hiciste antes ¿Eh?- comentó la chica con una sonrisa pícara – algo se te ocurrirá, ahora dime ¿Tardarás mucho en cerrar? Muero de hambre.- Fred la miró evaluando la situación, dejaría enfriar las cosas con Neferet antes de ponerse a distancia de disparo de la varita de la castaña.

Dos horas después, Fred y Ana volvían riendo de un restaurante en el que habían ido a cenar cuando se cruzaron con George y Karoma, quienes venían cargados con bolsas, el pelirrojo se atrevió a mirar a su cuñada y la vio devolverle la mirada con los ojos entrecerrados.-

-¿Terminaron temprano?- preguntó la castaña dirigiéndose al hermano de su esposo.-

-¿Terminamos?- preguntó él reteniendo la mirada clara de ella, esa mirada tan parecida a la de su castaña-no se a que te refirieres.-

-¿No fuiste con Neferet a Hogwarts?

-¿Por qué estaría Neferet en Hogwarts a esta hora?

-Fue a tu local esta tarde para pedirte que la acompañaras- replicó con tono cargado de reproche- iban a trasladar los sauces boxeadores hasta el bosque prohibido y lo iban a hacer de noche para evitar dentro de lo posible que los alumnos pudieran descubrir donde los ponían.-

-No me dijo, solo me entrego las cortezas- Fred sacudió la cabeza sintiéndose culpable, su chica estaba en un bosque peligroso y él estaba enterándose- estaba ocupado cuando llegó.-

-Ya veo con que- respondió Karoma empezando a ponerse furiosa con el pelirrojo.-

-No es lo que piensas- repuso Fred pasándose los dedos por el cabello.-

-Mi amor- intervino George tomando del brazo a su esposa- Ana es solo una ex compañera de colegio.-

-Y ya sabemos lo que pasa con sus ex compañeras de colegio ¿Verdad? – Preguntó Karoma volteándose a mirar a su esposo.-

-Mi amor, tranquilízate- pidió George- sabes que debes estar tranquila por las gemelas.-

-George Weasley está casado y espera gemelas- Ana habló de manera muy inoportuna ganándose en el proceso una mirada muy penetrante por parte de la castaña.-

-Piérdete Frederick- susurró dirigiendo su vista hacia el pelirrojo- esta noche no te quiero ver.-George miró a su esposa avanzar antes de mirar a Fred y negar con la cabeza.

-Aunque no lo parezca, es un gusto volver a verte Ana- dijo el pelirrojo apretando el brazo de la mujer.-

-Al parecer solo vine a causar problemas.

-Karoma esta muy afectada por lo de Angelina todavía y las hormonas del embarazo no colaboran.-

-¿Angelina Johnson?- la chica conocía la historia de George y Angelina en Hogwarts, frunció el ceño y miró a ambos pelirrojos alternativamente.

-Exactamente ella- admitió George- ahora te dejo o duermo fuera- comentó con gesto pícaro antes de correr por donde su esposa había ido.-

-¿Qué pasó con Angelina?

-Pasó que apareció hace unos siete meses y se metió en el matrimonio de George y Karoma – empezó a contar Fred mientras seguían caminando hasta donde Ana activaría el traslador que la llevaría hasta su casa en Escocia para empezar su descanso de navidad, en cuestión de media hora le había contado la historia de la morena y su casi relación con la castaña que había conocido por la tarde.-

-Angelina no va a cambiar más- repuso Ana frunciendo el ceño- ahora esta de vacaciones como todos los otros jugadores así que quizás deberían dar aviso a los aurores o algo así y en cuanto a la otra chica- Ana se volvió a mirarlo antes de sacar un sobre del bolsillo, el traslador- te conozco bastante como para darme cuenta que estas enamorado de esa chica, acéptalo de una vez para que puedas hacer algo al respecto, esa clase de amor se encuentra una vez en la vida .- ella lo abrazó, activó el traslador y desapareció. Fred guardó las manos en los bolsillos de sus vaqueros y caminó devuelta a su departamento, le aguardaba una larga noche de vigilia, esperando a Neferet.

Tu abandonoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora