Tu abandono

Dos mujeres

George cruzó la calle sintiendo como la rabia recorría sus venas, esa mujer le estaba ocultando cosas y por alguna razón su cerebro se negaba a darle las respuestas ¿Por qué cuando estaba con ella tenía tantas ganas de abrazarla? ¿Por qué tenía que frenarse para no hacerlo? Era como si fuera habitual en él tener a Karoma entre sus brazos, pero ella lo repelía, lo mantenía alejado y no entendía bien por que. Además estaba el otro asunto de la mujer a la que recordaba en su departamento, la noche anterior había tenido un sueño muy vívido en el que ellos hacían el amor hasta quedar sin fuerzas, pero no podía verle el rostro, hasta la voz de la mujer parecía un poco distorsionada, esa mujer se mostraba dispuesta y apasionada, tanto que él había despertado sin aire y con una erección enorme y a punto de explotar, esa mujer también lo llenaba de interrogantes ¿Por qué no podía verle el rostro? Lo único que alcanzaba a ver con claridad era una mancha de nacimiento del lado izquierdo del ombligo y lo había visto con claridad, cuando ella se retorcía de placer mientras él la estimulaba con los lengua ¡Maldita sea!, pensó él mientras entraba esquivando a personas en la tienda, justo en ese momento tenía que recordar los gemidos de esa mujer que hacían que su miembro despertara en sus pantalones. ¡Piensa en Merlín! ¡Piensa en Merlín! Se repitió como un mantra, entrando presuroso a la oficina en la que normalmente hacían los libros de cuentas. Fred lo vio pasar y dejo la atención en manos de sus empleados para seguirlo.-

-George ¿Qué haces aquí?- preguntó cerrando la puerta tras de si.-

-¿Qué tipo de relación tuve con Karoma?

-¿A que te refieres?

-Quiero saber específicamente por que me escuecen las manos cada vez que estoy con ella, por que cada vez que la veo tengo la sensación de que es natural en mi tocarla. Por supuesto que no es el caso con ella, que solamente me esquiva.- Fred lo miró y pensó la respuesta, Karoma era un tema realmente espinoso, el accidente había tenido lugar indirectamente por ella y el pelirrojo no tenía en claro que decir y que omitir sin llegar a mentir.-

-Deberías estar descansando- dijo después de un rato Fred.-

-Es la respuesta favorita de todos al parecer

-¿Por qué lo dices?

-Karoma me preguntó si no debería estar haciendo reposo, ahora tu haces lo mismo, te voy a responder lo mismo que le respondí a ella, estuve dormido tres meses.-

-¿Estuviste con Karoma?

-Venía hacia aquí cuando la vi- respondió George- me dejó ayudarla con unas cosas.- Fred levantó las cejas sorprendido, no pensó que ella le dejaría acercarse demasiado, aunque a decir verdad, sabía que la debilidad que su hermano demostraba por ella, también la tenía ella por él.-

-Así que viste el vivero por dentro- dijo Fred intentando desviar la charla- esa chica hizo mucho en muy poco tiempo, es mas fuerte de lo que aparenta.-

-Eso parece- respondió George sonriendo, las facciones de la chica se habían quedado grabadas en su retina, ella era simplemente hermosa- me gusta como tiene el cabello ahora- dijo sin pensar, Fred sonrió al notarlo- cuando llegó lo tenía mas largo pero siempre estaba recogido por su trabajo en el vivero- George cerró la boca de repente, dándose cuenta de lo que acababa de decir, la imagen perfecta de ella riendo mientras el viento agitaba su cabello lacio le llegó de repente, por alguna razón, el recuerdo no llegó acompañado del típico dolor de cabeza.-

-Yo podría haber sido un hada- dijo ella abriendo los brazos frente al viento, el aire frío levantó sus cabellos haciéndolos bailar.-

-Si fueras un hada ¿Yo que sería?- preguntó George poniéndose tras ella y abrazándola por la cintura.-

-Tu podrías ser lo que quisieras- respondió ella riendo.-

-¿Y si yo quisiera ser el amor de tu vida?

-Lo serías- respondió Karoma volteando

George arrugó el entre ceño ¿Qué carajos era eso? ¿Él había tenido una relación con Karoma? Si era así ¿Qué había pasado? ¿La había engañado con la mujer que veía en sus sueños? ¿La mujer que no lograba ver el rostro?

-¿Estas bien?- preguntó Fred sacándolo de sus pensamientos.-

-Si- respondió pasándose la mano por la cara- será mejor que salga a ayudar en la tienda, si vuelvo a mi departamento me voy a volver loco.- Fred intentó protestar, pero él se limitó a pasar a su lado y salir al salón de ventas, o se ocupaba en algo o se estrellaba la cabeza contra una de las paredes.-