Ante todo, amigos

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-Me divertí hoy- admitió la castaña mientras caminaba abrazada por su muy atractivo novio por la calle que llevaba a su departamento.-

-Me alegra oírlo- respondió él depositando un beso en la sien de ella- nuestra familia tiene tradiciones algo extrañas, pero están bien para nosotros.-

-Tu familia es encantadora- comentó ella riendo- son diferentes pero se acoplan con facilidad.-

-También podrías acoplarte- repuso Fred, habían llegado a la puerta del departamento de las mellizas, ella sacó una llave del bolsillo.-

-Lo estoy intentando- respondió ella volviendo a mirarlo.-

-Lo noté y te agradezco por eso- el pelirrojo bajo la cabeza para besarla, él era considerablemente más alto que ella, pero se acomodaban a la perfección.-

-Amor, tengo que pedirte algo- dijo ella después de un rato, cuando ambos se separaron por un poco de aire, él la miró y le hizo un gesto para que siguiera.-Necesito que dejes de estar enojado con Neville- dijo ella con cuidado, él frunció el ceño.-

-No me voy a quedar para que lo defiendas en esto- dijo él empezando a perder los estribos.-

-No tiene sentido que le tengas espina cuando él no sabía que tu y yo teníamos algo. Rayos, Fred, ni siquiera yo lo sabía Nos habíamos besado, si, pero una hora antes de encontrarme con Neville en el ministerio te encontré con una chica a la que me presentaste como una vecina.-

-Neferet, eso...

-No estoy reclamándote nada, eso ya lo aclaramos, pero admítelo amor, era todo muy raro, yo creía que teníamos algo y de repente me bajaste de mi nube de un solo golpe- ella bajó la mirada y cuando volvió a hablar su tono era más bajo- si no lo sabía yo, como iba a saberlo él?

-¿Ibas a salir con él?- preguntó Fred con la mandíbula trabada.-

-No- respondió ella avergonzada- me dolió lo que había pasado entre nosotros y no quería volver a equivocarme- ella suspiró- pero no supe como decirle que no sin que se sintiera mal- Fred se relajó y la abrazó apoyando la barbilla en la cabeza de ella- Ustedes son amigos, pelearon juntos en la guerra, son sobrevivientes y no me parece justo que ahora dejes de hablar con él solo por que se interesó en mí.-

-Aunque se que tienes razón, eso no lo hace más fácil para mí- admitió el pelirrojo mirándola a los ojos- noté el aprecio con el que te miró desde la primera vez que te vio.-

-Se aclarará cuando hable con él- remarcó la chica reteniendo la mirada azul de Fred- pero eso no tiene que cambiar nada entre ustedes.-

-¿Cuándo se lo dirás?- preguntó él.-

-Mañana- confesó ella sabiendo que tarde o temprano debía decírselo- el vivero tiene un contrato con Hogwarts para trabajar en los invernaderos y jardines de la escuela, hay lugares que todavía no pueden ser transplantados por que la tierra no recibió el tratamiento adecuado después de la guerra, trabajaré con Hagrid y Neville mientras viva aquí.-

-Si no sacabas este tema en particular no ibas a decírmelo ¿Verdad?- recriminó él apretando los brazos alrededor de ella.- la palabra reposo no tiene un significado para ti?

-La tiene, amor- dio ella con paciencia- pero también la tienen las palabras, trabajo y responsabilidad. Te prometo que voy a cuidarme. Además la directora va a poner a un grupo de estudiantes castigados a hacer el trabajo duro- ante esta nueva información el semblante de Fred se suavizó- Confías en mí ¿Verdad?

-Si, mi amor- admitió sorprendiéndose a si mismo con esas palabras- me preocupo por ti, eso es todo- el pelirrojo suspiró antes de volver a mirarla- si no hay suficientes alumnos o me necesitas para lo que sea, prométeme que enviarás a tu cisne por mí.-

-Lo prometo- dijo ella con una sonrisa radiante- Te gustó mi cisne ¿eh?

-Si- admitió él robándole un beso- pero no más que su dueña.- volvieron a besarse, no supieron durante cuanto tiempo hasta que él separó sus labios para apoyar la frente en la de ella- lo de Neville lo dejo que lo manejes tú, solo te pido que lo hagas pronto- ella sonrió aceptando el pedido, Fred estaba celoso, eso le gustaba mucho.-


-Por Merlín, George- gimió Karoma un par de horas después mientras apoyaba las manos contra el respaldo de la cama matrimonial, el pelirrojo la tenía de rodillas a espaldas de él, totalmente desnuda mientras la penetraba una y otra vez, ella volvió a gemir fuerte separando un poco más las rodillas, su esposo entendió lo que le pedía y se acercó un poco más, haciendo las embestidas mucho más profundas, ella estaba al borde, muy cerca de perder el control absoluto de su cuerpo y él lo sabía, George se hundió ella y Karoma lo recibió gustosa, apretando los músculos de la vagina y apretando el trasero contra la pelvis de él, haciendo que su amado esposo perdiera la batalla, eyaculando dentro de ella con fuerza. Ambos llegaron juntos al orgasmo.- Te tomaste muy en serio eso que el sexo hace que el parto sea más fácil.-

-Lo que sea para ayudarte, mi reina- respondió él con gesto pícaro acomodándose en la cama, esa sesión de sexo había sido la segunda de la noche, como siempre la primera la había recibido la mesa de la sala... si esa mesa hablara.-

-Amor- la voz somnolienta de Karoma lo obligó a abrir los ojos- como crees que les esta yendo a Neferet y Fred.-

-Espero que tan bien como a nosotros- admitió el pelirrojo sonriendo- ¿Todavía dudas de las intensiones de Fred?

-Admito que lo que demostró desde que ella enfermó me ha dejado sin palabras.-

-Créeme cuando te digo que mi hermano esta enamorado- susurró él – le costó admitirlo, pero una vez que lo hizo, se sintió más liberado.-

-¿Por qué más liberado?

-Cuando se es como nosotros éramos antes de conocerlas- explicó George después de besar la cabeza castaña de su esposa- no crees en estar enamorado. El amor es algo que les pasa a los demás, ves que los otros se encarcelan de manera voluntaria, o al menos eso creemos.-

-¿Te sentiste encarcelado, amor?- preguntó ella riendo, esas confesiones no eran normales antes del accidente, era como si la mezcla de químicos le había quitado los tabúes.-

-No-admitió George apoyándose en un codo para mirarla a los ojos- la primera vez que te vi, me sentí tan irremediablemente atraído por ti que me asustó, pero ni esa sensación extraña podía hacer que dejara de volver a tu puerta una y otra vez. Era como si solo a tu lado pudiera respirar profundo- el hombre rió y ella lo miró a los ojos- Karoma, me atrajiste con una fuerza gravitacional increíble, no había manera de que me alejara de ti y aunque la hubiera, no quería alejarme de ti- Karoma se incorporó y reptó sobre el cuerpo de su esposo, con toda la gracia que su estado le permitía- yo entiendo lo que Fred esta sintiendo ahora, por que yo lo sentí contigo, por primera vez en mi vida- ella sonrió antes de besarlo, la relación era perfecta antes de que Angelina llegara a las vidas de ambos, pero desde que se habían reconciliado, ellos se habían complementado todavía más, no era solo sexo, ellos disfrutaban de sus encuentros sexuales pero además también tenían charlas muy estimulantes en las que él se abría completamente para ella.-

-La primera vez que te vi, te quedaste grabado en mi retina- confesó ella- pero las demás dueñas de tiendas de la cuadra me dijeron que no tomabas en serio a ninguna chica, yo no quería ser un pasatiempo para nadie, así que me dediqué a trabajar, pero estabas ahí, cada vez que levantaba la vista, siempre tan atractivo y dispuesto a ayudarme... ay George...- suspiró ella volviendo a caer en la cama con una sonrisa soñadora- llenaste mi cuerpo de sensaciones que no conocía. Me diste el mundo. – George la miró, la última frase de ella lo dejó sin palabras "me diste el mundo", él sentía lo mismo con respecto a ella, solo que ella era su mundo.

Tu abandonoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora