-Amor- dijo Fred cerca de las seis de la tarde cuando vio entrar a Neferet a la tienda, ella llevaba una hermosa sonrisa en el rostro, los clientes de esa hora los miraron con gesto sorprendido cuando vieron a la atractiva castaña correr a los brazos del pelirrojo y colgarse de su cuello.-¿Cómo te trató Hogwarts?
-Muy bien, amor- admitió ella sonriendo- prácticamente me dediqué a dar ordenes, hasta me ofrecieron un puesto para fomentar la disciplina.-
-¿De verdad?- preguntó él riendo, toda la imagen le resultaba muy graciosa.-
-Técnicamente no, pero me dijeron que tengo aptitudes- admitió riendo también- pero esos alumnos me recordarán por un tiempo.-
-Por tu belleza, supongo..
-Eeeehhh no- respondió ella y su risa contagió a Fred y hasta a George. Este último los miró y notó que al mirarse a los ojos ambos creaban una especie de burbuja, se sintió agradecido por su gemelo, al parecer esa chica había sido moldeada por Merlín, solo para él.-
Neferet gimió contra la boca de Fred al sentir sus manos acariciar sus pechos desnudos, llevaban dos semanas saliendo y faltaba solo una para noche buena, cada vez que estaban solos las cosas escalaban un poco más de intensidad, ella esperaba que esta fuera su noche, por más de una razón, pero la más importante era que no quería irse de Londres sin entregarse a Fred. Él levantó la camiseta de ella y expuso los pechos por primera vez ante sus ojos, se pasó la lengua por los labios antes de llevarse uno a la boca, casi al mismo momento que chupó el pezón, lo soltó. Neferet arqueó la espalda, ofreciéndose, decidida.-
-Amor, basta- pidió Fred con voz ronca, tomándola de las caderas y acomodándola a su lado en el sofá de la sala, la castaña sintió sus ojos llenarse de lágrimas que no se permitió derramar, despacio, bajó la vista hasta su ropa y empezó a acomodársela antes de ponerse de pie
-¿Puedo usar tu baño?- preguntó, él la miró y la vio derecha, casi rígida, en la misma pose que había usado aquella noche en la que hicieron las compras y ella se desapareció en la vereda. Neferet no esperó respuesta, solo se dirigió al cuarto y entró, apoyando la espalda en la puerta, con cuidado sacó dos viales de poción de su bolsillo y los apoyó sobre el lavabo, uno de un intenso tono fucsia y uno azul con puntos de un azul más intenso: poción anticonceptiva post coito y filtro de paz. La chica miro la botellita fucsia y suspiró, cuanto le abría gustado tener que tomársela esa noche, pero de nuevo, tenía que recurrir a la otra. Con cuidado, abrió el vial y se la bebió, poco a poco, empezó a sentirse más tranquila y las ganas de llorar de frustración retrocedieron, una inspección al espejo le demostró que se veía igual a como se sentía, así que agradeció haber aprendido de su madre a hacer el hechizo glamour sin varita, ya que la suya estaba en el bolsillo de su abrigo, en la sala, unos segundos después, viéndose más presentable y tranquila y sobre todo con la ropa en su sitio, se atrevió a abrir la puerta y salir, Fred la esperaba, parado con los dedos en los bolsillos de los jeans, muy atento a los movimientos de la chica, ella no habló y se dirigió hasta el lugar en donde había dejado caer sus abrigos.-
-Vayamos a cenar, amor- pidió él, tanteando el terreno que pisaba- no te he visto comer nada desde el mediodía.- ella negó con la cabeza.-
-No puedo, tengo un traslador en un par de horas y si llego a tener algo en el estómago... bueno... daré un espectáculo poco digno- Fred caminó hacia ella tan rápido que la chica no alcanzó a reaccionar.-
-¿Un traslador a donde?
-A Brasil- respondió ella sin poder mirarlo a los ojos- mis padres me lo enviaron un rato antes de cerrar el vivero. Quieren verme para discutir sobre mi futuro.-
-Te habían dado tiempo hasta que nacieran las gemelas- recordó Fred apretando las manos sobre los hombros de ella.-
-Ese era el plan, pero de seguro cambiaron de idea, son impredecibles a veces.-
-¿Volverás?
-No lo sé- admitió la chica, ella se abrazó a la cintura de él tratando de grabar en su memoria olfativa esa fragancia que le gustaba tanto- espero que si.-
-Pensé que tendríamos más tiempo- dijo él apoyando la mejilla en su cabello.-
-Podríamos habernos despedido hoy- respondió ella con las manos en las caderas de él- pero no quisiste.-
-Neferet, sabes que yo...- ella se alejó de sus brazos y levantó una mano para hacerlo callar.-
-Por favor no lo digas- pidió ella mientras caminaba hasta sus cosa y tomaba su varita con disimulo- ya lo he escuchado varias veces y cuando te ofreces una y otra vez a un hombre y él simplemente te rechaza, esa palabras dejan de tener sentido- lo que pasó después a Fred realmente lo sorprendió, ella lo apuntó con su varita y le lanzó un hechizo paralizante a las piernas, sin dejar de sonreír- no me arrepiento de nada, Fred, de verdad y le ruego a Merlín el no estar despidiéndome de ti, que solo sea un hasta luego, pero con mis padres, nunca de sabe.-
-Neferet ¿Me anclaste al suelo?- preguntó el pelirrojo intentando mover sus piernas sin resultados, ella sonrió de manera pícara- Ni en mis mejores años me animé a tanto- se quejó Fred frunciendo el ceño.-
-Puede ser que haya superado al maestro- respondió ella terminando de cerrar su abrigo, afuera estaba nevando y cruzar la calle sería un desafío si no se ponía todo lo que había traído.-
-Neferet, no me gusta que te vayas de esta manera- admitió el pelirrojo- ¡Rayos! No me gusta que te vayas de ninguna manera.-
-Las cosas así deben ser- la chica se acercó hasta la puerta, los efectos del filtro de paz estaban debilitándose, con el perilla en la mano se giró a darle a Fred Weasley un último vistazo- Te amo, Fred- confesó antes de salir del departamento. El gemelo quiso derrumbarse pero no pudo, quiso acercarse al balcón para verla cruzar la calle, pero tampoco pudo, sus piernas estaban paralizadas. Se pasó la mano por la cara y sintió el escozor de las lágrimas en los ojos, cuando el hechizo de la castaña empezó a debilitarse, el pelirrojo de arrodillo en el piso y dejo salir el llanto, como hace muchos años no lo hacía.-
ESTÁS LEYENDO
Tu abandono
FanfictionElla creyó que su vida era perfecta, pero descubrió que él iba a dejarla. Y ahora? ... Una explosión lo cambiaría todo