Una castaña de larga melena salia al frío de la calle a las ocho de la mañana del día siguiente, había vuelto a su departamento cerca de las seis treinta, sucia y muy magullada, pero con la satisfacción de la tarea cumplida. La chica bostezó sin darse cuenta que cruzando la calle alguien la observaba. Había conseguido darse un baño pero no había podido desayunar nada, su hermana estaba atacada por las nauseas matinales que no la abandonaban y se negaba a arriesgar su vida preparando siquiera un café. Con paso lento por los dolores en su pierna izquierda dirigió sus pasos hacia el café de Amy.
-Buenos días- saludó la castaña al entrar, Amy la miró desde la barra y sonrió
-Buenos días, linda- respondió la chica, pero frunció el ceño al verla acercarse al mostrador- ¿Qué te pasó?
-Discutí con un sauce boxeador- respondió Neferet sonriendo- el sauce ganó.-
-Toma una mesa- dijo la chica riendo- enseguida voy a tomarte el pedido.- Neferet caminó hacia una de las mesas mas alejadas y se sentó, la jornada se le presentaba muy larga y además le había prometido a su hermana que se encargaría del negocio mientras ella iba al doctor, seguramente después se tomaría el día, cosa que no le molestaba, pero que lejos le quedaba las seis de la tarde a su cansado y dolorido cuerpo, estaba tan absorta en sus pensamientos que apenas sintió que alguien se sentaba a la mesa con ella, levantó lo ojos y suspiró al ver que se trataba de Fred.-
-Buenos días- susurró ella apoyando la espalda en la silla, lo cual no fue una buena idea, ya que tenía un golpe desde los riñones hasta el omóplato derecho producto de una rama que no alcanzó a esquivar, sin poder evitarlo hizo un gesto de dolor.-
-¿Qué te pasó?- preguntó él mirándola hasta donde podía: tenía rasguños y golpes en las manos, un feo magullón en una mejilla y la había visto caminar con dificultad, así que asumía que también tenía golpes en las piernas y espalda.-
-Nada, gajes del oficio- respondió ella mirándolo.-
-Debiste haberme dicho lo de Hogwarts- reprochó él- si te hubiera acompañado no estarías como estas.- ella no respondió, se limitó a tomar la carta de la mesa y leerla- no vas a contestarme...- ella ni siquiera se molestó en levantar la mirada-¿Por qué no te comportas como una novia normal?- preguntó empezando a sentirse exasperado.-
-¿Cómo supiste lo de Hogwarts?
-Anoche nos encontramos con Karoma y George cuando volvíamos de cenar- admitió él esperando una reacción de parte de ella, Neferet levantó una ceja.-
-¿Volvíamos? ¿Quiénes?
-Ana y yo- dijo el pelirrojo antes de suspirar, cada vez que hablaba más se hundía, ella bajó la mirada, una mesera llegó y ella pidió un café muy cargado y croussaints, él pidió lo mismo- Ana es solo una amiga.-
-Y yo soy solo la vecina botánica- repuso ella cruzando los brazos sobre el pecho, al hacerlo su manga subió y dejó ver un corte profundo que subía por el antebrazo, Fred tomó la mano de ella sobre el mantel y deslizó el suéter para ver mejor.-
-¿Qué carajos te pasó?- preguntó él muy enojado- el inútil de Neville no fue capaz de cuidarte.-
-Neville terminó peor que yo, para que lo sepas- respondió ella intentando liberar su mano- y no necesito de un hombre que me proteja.
-Estás lastimada- bufó Fred, se sentía culpable por cada marca en el cuerpo de la chica- ¿Fuiste a San Mungo?
-No- respondió ella- y por favor baja la voz- pidió al ver que Amy se acercaba con la bandeja del pedido, al ver las masas se le hizo agua la boca, estaba hambrienta, la chica tono su taza y le dio un sorbo, estaba caliente y muy dulce, agradeció lo reconfortante que le pareció- no voy a discutir contigo sobre las complicaciones de mi trabajo, el ministerio me pagó por colaborar con el traslado y fin de la discusión.-
-Amor, estas lastimada- intentó razonar él.-
-No soy tu amor, no soy tu novia, no soy nada tuyo- reclamó Neferet empezando a perder la paciencia- Merlín, Fred, vine hasta aquí con toda la intensión de atiborrarme de cafeína y azúcar para poder llegar a las seis de la tarde, estoy cansada y me duelen partes que no sabía que podían doler tanto, solo te pido que me dejes desayunar en santa paz
-Estas enojada conmigo por que de vuelta la cague y lo admito, pero no voy a discutir sobre los alcances de mis sentimientos por ti- la sinceridad de sus palabras lo sorprendieron hasta a él- si te llamo amor, es por que así lo siento y estoy preocupado por ti, maldición- manifestó él apretando los puños- deberías ir a San Mungo, déjame llevarte.-
-No puedo- respondió ella llevándose un croissant a la boca- Karoma tiene turno con su medimago y yo debo abrir el vivero.
-Mi amor...
-Neville me invitó a cenar- soltó ella después de tragar lo que tenía en la boca.-
-¿Qué cosa?- preguntó el pelirrojo entrecerrando los ojos- le dijiste que no.
-Le dije que lo pensaría- admitió ella, se veía tranquila mientras tomaba su desayuno sin inmutarse por lo que estaba pasando Fred.-
-Lo pensarás?-preguntó él sintiendo como un dolor se alojaba en su pecho- ¿Después de permitir que te besara? ¿Lo pensarás?
-Tu saliste a cenar con una chica después de haberme besado, aun sabiendo que fuiste el primero en hacerlo, por que yo, estúpidamente te lo dije, lo que me hace llegar a la conclusión de que todo eso te importó un cuerno- la chica se mordió un lado del labio inferior con la vista fija en su taza vacía- no quiero discutir, Fred, de verdad y no creas que te estoy reclamando nada.- la chica se volvió a morder el labio antes de seguir- disfruté lo que pasó el domingo y lo de ayer me sirvió de aprendizaje.-
-Ana es solo una amiga- repitió Fred mirando a la chica llamar a Amy por la cuenta
-No necesitas explicarme nada- Neferet replicó y él frunció el ceño antes de sonreír.-
-Nena ¿Estas celosa?- la castaña lo miró y suspiró.-
-Probablemente – respondió ella encogiéndose de hombros- pero de eso también aprenderé- la chica se puso de pie y dejó unos galeons sobre la mesa para pagar su desayuno y la propina, con dificultad se dirigió a la salida, Fred se puso de pie, dejó mas dinero sobre la mesa y corrió tras su castaña, al alcanzarla la tomó en brazos y los apareció en la puerta del vivero.-
-Si no puedo hacer que vayas a San Mungo, al menos me quedaré contigo por si me necesitas- repuso él con un tono que no daba lugar a discusiones.-
-¿Quién va a tender tu negocio?
-Dame diez minutos y lo solucionaré- pidió él antes recruzarse de acera y entrar a su propio negocio, Neferet lo vio cruzar la calle y suspiró, no se sentía mentalmente preparada para intentar discutir con Fred, si él quería trabajar ese día en el vivero, que lo haga.-
ESTÁS LEYENDO
Tu abandono
Fiksi PenggemarElla creyó que su vida era perfecta, pero descubrió que él iba a dejarla. Y ahora? ... Una explosión lo cambiaría todo