Juntos

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-Y eso fue lo que pasó- terminó de contar Neferet entrando al departamento de Fred esa noche, con cuidado se sacó los abrigos y los dejó sobre el sofá.-

-Así que simplemente te fuiste en contra de la orden de tus padres- retomó Fred con tono divertido- ¿Con quien te andas juntando?

-Ellos quieren que abra el vivero en Brasil, pero la verdad es que ese es su sueño, no el mío.-

-¿Qué quieres hacer tú?

-Me gustaría poder unirme al equipo de investigación que esta formando el ministerio de magia, para estudiar los efectos de la guerra mágica en el suelo y sus consecuencias para el posterior cultivo mágico- dijo ella soñadoramente, Fred la miró y la encontró encantadora, sin dudarlo terminó con la distancia entre los dos y la besó, ella respondió al beso, colgándose de su cuello, el pelirrojo dobló la apuesta caminando hacia uno de los sofás y sentándose en él, ella se sentó a horcajadas sobre sus piernas, el beso se profundizó. Fred deslizó las manos por la espalda de ella mientras intentaba mantener su excitación al mínimo, no quería asustarla, quería ir despacio, poco a poco abandonó sus labios para desplegar una lluvia de besos por el mentón y el cuello de la chica, ella se removió inquieta, obligándolo a volver a sus labios. Fred deslizó sus manos hasta las piernas de la castaña y levantó el vestido hasta sus caderas, cuando sintió los dedos del pelirrojo atravesar las barreras del encaje de su ropa interior, los sentidos de la chica se pusieron alertas, sin prisas se bajo de las piernas del chico y alisó los pliegues de su vestido, estaba demasiado sobrepasada por todo lo que había vivido los últimos siete días como para poder lidiar con los instintos caballerescos de Fred.-

-Creo que debería irme- anunció ella todavía sin mirarlo.- ¿Puedo usar tu flu?

-¿Qué? ¿Por qué? – Preguntó Fred poniéndose de pie de pronto, una conocida sensación de peligro se anidó en la boca del estómago del pelirrojo.-

-Por que hace frío como para cruzar la calle, cielo- respondió ella tomando su chal de sobre el sofá.-

-Por que quieres irte?- preguntó Fred haciendo acopio de paciencia.-

-Los pies están matándome- respondió ella, de alguna manera era verdad, ella no era de usar ese tipo de zapatos.-

-Quítate los zapatos - respondió Fred con sencillez, Neferet lo miró por primera vez en varios minutos- amor, si no quieres que pase nada, lo entiendo, pero por favor no te vayas- pidió el pelirrojo acortando las distancias entre los dos- ya he pasado demasiadas noches sin ti, por favor, quédate.-

-No soy yo la que no quiere que pase nada- reclamo ella sin poder evitarlo, Fred sonrió

-Tampoco yo, amor- respondió con paciencia- cometí demasiados errores en la relación que tu y yo tenemos, pero te suplico que me entiendas- él respiró profundo antes de continuar- jamás antes de ti, había tenido una novia, ni siquiera e tenido una relación monógama jamás –confesó, captando toda la atención de la chica – Me e detenido cada vez, por que quería que las palabras "hacer el amor" significara algo en mi vida. Te amo, Neferet y quiero hacer el amor contigo, pero quería que quisieras hacer el amor conmigo.-

-Quiero hacer el amor contigo- admitió ella sintiendo como el rubor invadía sus mejillas.-

-Entonces ¿Por qué te vas?- volvió a preguntar, pletórico de felicidad mientras volvía a abrazarla, ella se aferró a la cintura de Fred, él la sintió temblar un poco.- Esta es tu zona segura, mi amor- prometió Fred apretando el abrazo en la castaña- nada que no quieras pasará aquí.-

-Lo sé, es solo que...

-Será la primera vez para los dos- anunció él apoyando la nariz en el cabello de ella.-

Tu abandonoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora