Tall Boy · Jung YoonOh →Completa✓←

14

— ¿Nos vemos mañana?— pregunta el mayor de los Lee, Seokmin, desde la ventana del asiento de copiloto. Dongmin está en el haciendo de piloto mirando a mi dirección.

— No lo sé chicos, debo de ir a Bucheon por mi cumpleaños. — Seokmin hace un puchero y Dongmin frunce su ceño.

Le Dongmin se hará viejo demasiado pronto.

— Bien, si quieres salir durante el fin de semana llámanos, vendremos por tí. — acepto esa propuesta con un asentimiento, Seokmin sonríe y yo correspondo la sonrisa.

— Nos vemos, Jiwon. Entra para que tus padres miren lo bonita que te miras con tu nuevo estilo. — río ante las palabras de Dongmin. Seokmin empieza a hacer burla cuando escuchó como su acompañante me dijo bonita.

— Hasta luego, chicos. — con una última despedida, el auto se fue de mi vista en algunos segundos.

Suspiro mirando mi hogar, las luces están prendidas y el auto de mis padres están del otro lado de la valla. Mis pies se empiezan a arrastrar sin ánimos de entrar a la casa. Lo último que quiero es ser bombardeada por preguntas.

— ¡Ya llegué! — grito en la entrada, poniendo en una mano en la pared para poder quitar los zapatos de mis pies con más comodidad.

No recibo respuesta y no me molesta, así estoy acostumbrada. Camino hasta la cocina, en ella están los dos; papá sentado en una silla y mamá en sus piernas, el mayor le susurra cosas en la oreja mientras que mamá suelta algunas risitas.

— Existen habitaciones, ¿Lo saben? — Los dos voltean a mi dirección, mamá abre sus ojos tanto como puede mientras apunta a su propio cabello. Papá sonríe con diversión ante la reacción de mamá.

A este señor no le importaría si algún día regreso a casa con la cara totalmente tatuada.

— No seas envidiosa, Jiwon. — gruño en respuesta caminando hasta el refrigerador, buscando algo con que quitar el hambre que tengo.

— ¡¿Qué le pasó a tu cabello?!— mamá ha salido de su trance, su ceño está fruncido. Papá la mira unos segundos antes de empezar a acariciar sus costados. Mamá se nota un poco menos enojada.

— En dos días es mi cumpleaños, pensé que estaría bien cambiar un poco mi estilo. ¿Me queda bien? — Digo sacando el bote de yogurt de la parte más profunda del refrigerador.

— ¡No!

— Si.

Apuesto que pueden adivinar quién está en acuerdo y quién no.

— Te queda bien, cariño, solo es un poco drástico tu cambio.— mamá ya se ha levantado de las piernas de papá, sentándose en frente de él con los brazos cruzados.

— El lunes tu abuela dirá que soy una mala madre. — escucho que mamá habla, ignoro su comentario mientras intento alcanzar la bolsa con granola que está en uno de los estantes más altos. — ¿No me pudiste ayudar esta vez, Byun Jiwon?

Rodó los ojos sin que me mire, después doy la vuelta para encontrarme con ellos. Papá acaricia su sien mientras mira a mamá, la mujer que me dió la vida tiene la piel roja que pienso que le hace competencia a mi cabello. Es notorio que está furiosa.

—¿Ayudarte en qué? ¿Alimentar el ego de la abuela mientras tú te muestras sumisa ante ella? — papá suspira ruidosamente, él también se da cuenta de como su madre trata a mamá.

— Entiende Jiwon, es mi deber; tu padre tuvo tres hermanas y tu tío Taejoon todavía no está casado. Es mi deber ayudarle y darle saber que soy buena madre. — Rió un poco, jugando con la cuchara limpia.