• . ˚ * ━━ 𝐏𝐇𝐀𝐍𝐓𝐀𝐒𝐌𝐀𝐆𝐎𝐑𝐈𝐂
❝¿De qué sirve ver fantasmas si no se ríen de mis chistes?❞
Las hadas espirituales no eran muy comunes en el Otro Mundo. Pero ahí estaba Aura, deseando tener unos poderes distintos que no alteraran tanto sus...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
【 CAPÍTULO SIETE 】 ¿CÓMO VA A TERMINAR TODO?
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
EN CUANTO SALIERON DE hacerle aquella pequeña visita a Beatrix, Riven cogió a Aura del brazo para impedir que se fuera.
—Entonces, ¿no vamos a hablar de lo de antes?
Aura apartó la mirada un tanto nerviosa. Sabía perfectamente que se refería al pequeño momento íntimo compartido en la habitación del chico y del beso, pero sus emociones eran demasiado para ella y prefería ignorarlo. Lo cual comenzaba a ser una tendencia demasiado frecuente para ella.
—No sé de qué me hablas —respondió simplemente.
—Ah, ¿no? —soltó Riven con una ceja alzada. Parecía indignado con su negación, pero aún así se acercó más a ella hasta que sus cuerpos estuvieron prácticamente pegados.
Él alzó su mano hacia la mejilla de Aura y la rozó suavemente con sus dedos. Parecía que inclinaba su cabeza para acercar sus rostros, pero no hizo ademán de volver a conectar sus labios, lo cual la irritó.
No obstante, Aura se alejó abruptamente.
—Tengo que irme —dijo mirando hacia otro lado, y se fue sin mirar atrás, dejando a un Riven confuso y un tanto molesto.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Decidió ir en busca de Bloom para asegurarse de que estaba bien y de que no había hecho ninguna locura. La conversación con Beatriz le había hecho pensar que la pelirroja tenía algo entre manos, así que fue a buscar a sus amigas para encontrar una solución.
Encontró a Aisha y a Terra en el pasillo y se lo comunicó.
—Bueno, si alguien sabe algo sobre los planes que tiene Bloom con Beatrix debería ser el especialista que estaba vigilando la celda. Habrá escuchado algo —dijo Aisha.
Aura resopló, entendiendo todo perfectamente. El especialista ya habría acabado su turno en esos momentos.
—Vamos a buscar a Dane.
Lo encontraron fácilmente en la cafetería, fumando sin preocupación como si no lo pudieran ver los profesores en cualquier momento.
Aura se acercó a él y le arrebató el cigarrillo de las manos y al darle una calada comprendió que no era tabaco. Dane la miró enfadado.
—Es de la buena, pero colocarse en medio del pasillo no está bien, Dane.
—Y menos a primera hora de la mañana —añadió Terra—. ¿A ti qué te pasa?
