• . ˚ * ━━ 𝐏𝐇𝐀𝐍𝐓𝐀𝐒𝐌𝐀𝐆𝐎𝐑𝐈𝐂
❝¿De qué sirve ver fantasmas si no se ríen de mis chistes?❞
Las hadas espirituales no eran muy comunes en el Otro Mundo. Pero ahí estaba Aura, deseando tener unos poderes distintos que no alteraran tanto sus...
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【 CAPÍTULO QUINCE 】 FANTASMAGÓRICO
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LAS LUCES DE TODO Alfea se habían apagado de manera repentina. Cuando Aura, Musa y Flora llegaron a la habitación para despistar a los guardias de Solaria de la desaparición de Bloom, no había ni un alma en los pasillos de la escuela. No se veía nada, pero se notaba una energía negativa en el ambiente.
Se trataba de un ataque de las brujas de sangre. Los especialistas habían encontrado su ubicación, pero ellos habían sido más rápidos y se desplazaron a la escuela para atacar con Raspadores para quitarles los poderes a las hadas. En la oscuridad, entre tanta confusión, perdieron a Flora. Musa y Aura se quedaron en la habitación escondidas.
Cuando amaneció, decidieron llamar a sus amigas para explicarles lo que habían visto y grabado en varios vídeos durante la noche.
—Están cogiendo a todas las hadas, una por una —explico Musa—. Las llevan al sótano y les quitan los poderes. Flora debe de estar allí.
—No hay manera de que entréis —suspiró Aura.
—¿Y Beatrix?
—Se ha ido, no está por ninguna parte.
—¿Entonces vamos a dejar que Flora se quede sin magia? —replicó Terra.
—No, podemos hacer algo —dijo Musa.
Ambas se miraron y colgaron la llamada. Comenzaron a mirar a su alrededor, buscando cualquier tipo de arma que sirviera para luchar. Fue entonces cuando sonó el móvil de Aura.
—¿Dónde coño estás? —se escuchó a Riven en la otra línea—. Por favor, dime que no estás en la escuela.
—Me he quedado atrapada —reconoció Aura—. Estamos escondidas, pero vamos a salir a atacar. Tienen a Flora.
—No, Aura. Estamos yendo para allá. Me da igual lo que digas, ni se te ocurra salir. Mantente escondida...
—Nos vemos luego —le interrumpió y colgó la llamada. Musa la miró con una sonrisa antes de salir de la habitación.
Llevaban un bastón largo de especialista y un tablón de madera que encontraron en el suelo. Caminaron por los pasillos sigilosamente hasta que escucharon la voz de Flora y decidieron atacar.
Eran dos hombres que retenían a Flora y la llevaban seguramente al sótano. Atacaron como pudieron, con los pocos conocimientos de lucha que tenían. Musa había estado practicando con especialistas y a Aura la había enseñado su hermana.
