• . ˚ * ━━ 𝐏𝐇𝐀𝐍𝐓𝐀𝐒𝐌𝐀𝐆𝐎𝐑𝐈𝐂
❝¿De qué sirve ver fantasmas si no se ríen de mis chistes?❞
Las hadas espirituales no eran muy comunes en el Otro Mundo. Pero ahí estaba Aura, deseando tener unos poderes distintos que no alteraran tanto sus...
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【 CAPÍTULO UNO 】 PRIMER DÍA DE LOCOS
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ASISTIR A LA FAMOSA ESCUELA de hadas Alfea era todo lo que Aura deseaba. Su hermana mayor, llamada Storm, siempre le contaba maravillosas historias sobre aquel lugar, cada una más asombrosa que la anterior. Pero escuchar descripciones no era nada comparado con estar en medio de aquel enorme patio lleno de personas tan extrañas como ella.
Aura se encontraba perdida. Veía estudiantes caminar de un lado a otro, acompañados con amigos de su misma edad. En cambio, ella no tenía amigos allí, mucho menos conocidos. Su hermana Storm le habría aconsejado que se acercara a cualquiera para comenzar una conversación y tal vez también una amistad, pero su falta de sociabilidad era un factor que tenía muy en cuenta.
Para Aura, acercarse a alguien y hablarle con normalidad sin alejarlo era un gran reto.
No obstante, debía hacerlo si deseaba encontrar su habitación. Le molestaba el hecho de que, por provenir de una familia de hadas, la directora asumiera que no necesitaba ayuda. Estaba realmente equivocada. Aura tuvo que buscar a alguien que también fuese de primero para preguntarle si sabía el camino hacia su destino.
Por suerte, localizó con la mirada a una chica que parecía casi tan perdida como ella. Su cabello era pelirrojo y tenía unos bonitos ojos azules que llamaban la atención. Por no hablar de la amable sonrisa que mostró después de terminar de hablar con un desconocido chico rubio.
—Hola —saludó Aura con una sonrisa tímida en cuanto estuvo al lado de la chica. La pelirroja giró su cabeza hacia ella con confusión—. Me alegra saber que no soy la única persona que se encuentra perdida.
Ese era uno de los típicos fallos que cometía. Aura tenía un extraño sentido del humor: siempre hacía comentarios ingeniosos con un alto nivel de sarcasmo. A su familia le gustaba, pero había otras personas que no lo soportaban.
Para su sorpresa, la muchacha le sonrió también. Fue en ese momento cuando Aura detectó algo en ella, algo que estaba mal. Durante un par de segundos, pudo oler fuego, como un incendio. Ese sentimiento de angustia se fue tan rápido como llegó.
—¿Tanto se nota? —preguntó la pelirroja con una mueca antes de soltar una ligera risa—. Me llamo Bloom y soy nueva, por eso estoy tan desubicada.
—Tranquila, yo también. Soy Aura, por cierto —sonrió la morena—. Llevo un buen rato buscando las habitaciones y estoy empezando a pensar que están ocultas con un pasadizo secreto.
—¿A que sí? Este sitio es enorme —asintió Bloom con una mueca de asombro. Su vista viajó hacia la escuela momentáneamente antes de volver a mirar a su nueva compañera—. Lo siento, es que todo esto es demasiado para mí. Hace muy poco que descubrí que soy hada.
