«Cláusula: cada una de las disposiciones de un contrato, tratado, testamento o cualquier otro documento análogo, público o privado».
«Conflicto: problema, cuestión, materia de discusión».
―RAE
JulioIma
Múltiples veces me rehúso a que Rafael me coja en brazos para levantarme del suelo. También rechazo a los desconocidos que se ofrecen a echarme una mano. Me comporto como un animal salvaje con cualquiera que se me acerca.
No sé cuánto tiempo permanezco en la misma posición ―de rodillas sobre el gélido suelo―, seguramente el suficiente para que se entumezcan mis piernas. En algún momento, y únicamente cuando considero que ya tuve suficiente de mi comportamiento demente, y no deseo otorgarle a nadie el beneficio de sentir lástima por mi causa, ceso de regodearme en el dolor, me pongo en pie por mi cuenta e intento esgrimir una postura erguida, una que incluso podría hasta pecar de altanera, antes de hablar.
―Sí, es ella..., Haru Nishimura ―escupo, sin enfocar mi mirada en nadie en particular, con toda la frialdad de la que soy capaz siendo que el cadáver sobre la camilla es mi madre. Y luego, me limpio sin reparos el deje de vómito de las comisuras de mi boca con el dorso de mi mano derecha―. ¿En el itinerario del día de hoy figura que deben seguir torturándome, o podría retirarme? ―pregunto con brusquedad al Detective Menéndez―. Tengo otro compromiso ineludible por cumplir. Así que, si me disculpan, estaría más que encantada de marcharme ya ―informo. Me urge ver a Mauro. Mi amigo necesita de mi apoyo mientras su madre se recupera del accidente.
―Claro que pued...
No espero a que el detective concluya su frase para largarme. Tampoco gasto ni un ápice de la ínfima energía que me queda en despedirme de ninguno de los presentes. Los buenos modales están sobrevalorados en circunstancias como estas. Me encamino hecha una verdadera fiera hacia la salida y cruzo a toda velocidad el umbral.
Jamás sentí tanta rabia. Y lo peor, es que no tengo a nadie a quién culpar. No voy a culpar a Dios, si él existe, nunca conté con su bendición. No me traicionó ninguna divinidad, simplemente nací maldita. «Para muestra basta un botón» dicen, y mi vida es la más fehaciente manifestación de ese dicho popular. No es más que una gran sucesión de desencuentros, catástrofes y tragedias, en la cual la muerte de mi madre es solo una de las cosas nefastas que esperan por mí en esta mierda de existencia que me tocó, el insignificante botón de una camisa barata comprada en un supermercado tercermundista. Jamás existirá nada bueno en mi vida. Todo es una gran montaña de porquería. No tengo a nadie... No tengo nada..., porque yo soy... nada.
―¡Eh, eh, Ima, espérame! ¡Por favor, detente! ―grita Rafael a mis espaldas, pero no freno hasta que él se interpone en mi camino para cortarme el paso―. ¿A dónde te diriges? No estás en condiciones de vagar por tu cuenta. Permite que te acompañe ―pide.
―¿No es evidente hacia dónde voy? ―vocifero incrédula, mirando de mala gana a los curiosos que clavan sus ojos sobre mí porque elevé más decibeles de la cuenta mi aguda voz. Me encantaría mandarlos al demonio, pero contengo las ganas. Montar un espectáculo ahora no me ayudará. Nada me devolverá a mi madre.
Rafael menea la cabeza, negando desconcertado. Para ser un huérfano que está solo en el mundo, al igual que yo, se lo ve azorado. Y me aventuraría a decir que también un tanto asustado. No sé cómo esperaba que reaccione al ver el cadáver de mi madre, pero es más que evidente, que no imaginó que lo haría de este modo.
―Busco un baño, necesito asearme ―explico, pero Rafael parecería no comprenderme, ya que me observa como si me hubieran salido un par de ojos de más en el rostro, como si fuera un verdadero fenómeno de la naturaleza―. No puedo presentarme así en el hospital ―manifiesto con tono apático a la vez que señalo mi pantalón salpicado por mi contenido estomacal regurgitado.
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Escondida © [Completa +18]
RomanceSu llegada a la gran ciudad pondrá en marcha el plan que amenaza con destruir su vida. EN EDICIÓN. Si desean acceder a la nueva versión mejorada reinicien la aplicación o actualicen la historia en su biblioteca. Obra registrada en Safe Creative:...