Capítulo 1

494 39 2
                                    


𝕰𝖗𝖎𝖈𝖐

Nunca supe cual fue el verdadero motivo por el que me contrataron, no soy muy agradable por excelencia y tampoco tengo experiencia suficiente sirviendo tragos, tampoco es que sea un completo inepto pero realmente no es mi fuerte esto de estar detrás de una barra aguantando a idiotas que no se soportan a sí mismos mientras beben como malditos enfermos sin embargo acá estoy, a punto de cumplir el primer mes en este patético puesto que ofrece bebidas alcohólicas que deberían ser ilegales pero no voy a quejarme, pagan lo suficiente como para que aguante cada día hasta las cinco de la mañana esta porquería.

-Hola ojitos. ¿Cuándo vas a dejar que te invite a un trago? -Ya me extrañaba que no hubiese aparecido este por acá, desde que trabajo en el club, no hay un solo día en que no intente, sin éxito, meterse en mis pantalones.

-Hola Mark, no tomo alcohol. ¿Te sirvo lo de siempre? -La sonrisa que le demuestro, es tan falsa que me hace doler la cara, el tipo no está mal pero no estoy interesado en nadie, mucho menos sabiendo que tiene una dependencia notoria por la mala vida.

-No seas malo, ojitos, tal vez te sorprenda lo que te pueda enseñar. -Hace un gesto con la intención de señalar la parte baja de su cuerpo y tengo que contar hasta cien para no responder algo grosero, detesto a los idiotas que piensan con el pene y se creen que solo por ser rubios van a tenerte rogando por una cogida.

-No lo creo. ¿Qué te sirvo? -Intendo otra vez que acabe de pedir lo que sea que va a tomar, no me conviene que me vean hablando mucho con los clientes y además, ni siquiera me interesa este en particular.

-¿Por qué tan serio? Eres muy lindo para ser tan amargado. -La rabia comienza a hacer su camino por mis venas, detesto a las personas que te juzgan sin conocerte y que solo te ven como un pedazo de carne.

-¿Vas a pedir algo de tomar o no? -Me recuesto a la barra con ambas manos, si piensa que voy a intimidarme porque es mucho más alto que yo, la lleva clara.

-¡Uy! Parece que a alguien no le dieron anoche. -El idiota se ríe de su propio chiste y estoy a punto de explotar. -Tal vez yo podría hacer que se te pase ese mal genio.

-Escucha bien, pedazo de imbécil, me da exactamente igual si eres cliente fiel pero no voy a permitir que me faltes el respeto. Desde que trabajo acá, estás día tras día tratando de meter tu pene en mi trasero y día tras día te demuestro que no estoy interesado. He tratado de ser correcto porque no me gustan los shows en público pero si vuelves a intentar hacerte el gracioso conmigo, vas a lamentarlo. ¿Entendido?

El idiota se queda callado después de mi discurso, tal vez no esperaba mi respuesta pero estoy enojado. Estoy cansado de aguantar su mierda de cada día y no me importa si va y se queja de mi actitud. Me observa por unos segundos sin pestañar y se que está controlando las ganas de responder algo malo pero no voy a intimidarme ahora, no cuando solo estoy defendiéndome de su constante acoso y desagradable intento de llevarme a la cama como si fuera una ramera. Estoy a punto de abrir mi boca para decirle algo más cuando veo al amigo del dueño caminar en mi dirección. El vello de la nuca se me eriza cuando noto que viene hacia acá y por el semblante que trae, se que no es nada bueno.

-Erick...Pimentel te quiere en su despacho, ahora.

Acentúa la última palabra como si quisiera dejar en claro que estoy bastante jodido, eso no puede ser bueno, el tipo es un auténtico idiota que solo se cree el dueño del mundo porque luce bien y tiene dinero, típico agrandado que mea dinero y se siente bien intimidando a quienes dependemos de su limosna para sobrevivir sin embargo salgo de atrás de la barra bajo la mirada atenta del imbécil de Mark y me coloco al lado de Zabdiel. Este último me observa como si supiera algo de lo que aún no estoy enterado y eso me incomoda, es raro de cojones ya que nunca antes he notado que me mire así.

Inferno II JoerickWhere stories live. Discover now