Capítulo 22

358 39 1
                                    


𝕰𝖗𝖎𝖈𝖐

Cuando Joel no supo como responder, entendí que lo que había hecho iba mucho más allá de lo que él estaba listo para escuchar y aunque era vergonzoso dado que me había abierto a él completamente, no tenía miedo porque lo que mostraban sus ojos era demasiado hermoso como para temer. Era increíble y contradictorio porque nunca pensé ver a ese hombre que vivía sin importarle nada, quedarse tan petrificado. Observé en silencio como me veía, como sus pupilabas buscaban sin detenerse, cada detalle de mi rostro, él trataba de encontrar la verdad, trataba de descubrir si había sido sincero o si estaba jugando con él.

-No miento, Joel...-Aseguré con una pequeña sonrisa y me atreví a rozar suavemente mis labios con los suyos, era la primera vez que tomaba la iniciativa y ante el total desconcierto de él, estaba dispuesto a continuar.

-Er...Erick...

-Se que no me crees y que posiblemente pienses que me he vuelto loco, yo también lo pensaría en tu lugar pero estoy hablando en serio, yo...prácticamente me fijé en tí desde la primera vez que te ví.

-Erick... tú...tú no puedes estar...hablando en serio.  -Definitivamente estaba desconcertado, desconcertado y completamente en shock. Era casi gracioso verlo así, sin tener idea de que hacer, como actuar y a mis ojos se veía tan bonito, tan precioso.

-Pero es la verdad.

-¿Tú... tú estás loco? ¿Cómo puedes decir algo así?

-Porque creo que tienes que saberlo.

-¿Estás jodiendo?

-No...no lo estoy.

-Erick...llevo meses enteros tratando de acercarme a tí, haciendo el ridículo por obtener aunque sea un poco de tu atención y me has ignorado como nunca nadie hizo. ¿Y ahora me dices esto? -No sabía si estaba enojado o solo incrédulo pero estaba serio y sus ojos se habían oscurecido, tal vez de verdad que no era el momento para haber dicho algo como eso.

-Bueno...lo siento. ¿Vale? Tal vez no debí decirte todo esto, veo que no lo estás tomando bien. -La emoción que sentí hace unos minitos, se había convertido en un nervio que no me ayudaba, él realmente parecía al borde de un colapso y tenía miedo de que se pusiera pesado. Me removí un poco incómodo y traté de alejarme de sus piernas pero al parecer, no era buena idea.

-¿Y ahora te quieres ir? -Casi gruñó tomando mi muñeca, no dolía, no me hacía daño pero estaba enojado. -¿De verdad piensas que puedes decir todo eso y después irte como si nada?

-Yo...

-¡Puta madre, Erick! Todos estos meses he sido un idiota que ha intentado buscarte, he tratado de acercarme a tí más veces de las que te imaginas. Prácticamente te rogué esa tarde en tu habitación para que no me sacaras de tu vida y tú decidiste alejarme. Me besaste, se que me besaste con ganas y después simplemente...pasaste de mí, te esfumaste, hiciste todo lo contrario a lo que te pedí y ahora...

-Tenía miedo. -Interrumpí lo que sea que quría decir, no grité, no me alteré pero fui lo suficientemente firme como para que entendiera.

-¿Miedo?

-Si...

-¿Miedo de qué? -Ahora estaba realmente serio, como si no entendiera lo que quería decir, como si no comprendiera lo que yo sentía y quizás era cierto, quizás en su propio mundo alguien como yo, no existía, así que decidí abrirme una vez más aunque me pisoteara.

-Yo nunca he estado con nadie, sabes que fuiste mi primer beso y por ende...nunca he tenido relaciones con otra persona. Me gustaste desde la primera vez que te ví y se me hizo muy difícil no desarrollar sentimientos por tí. Creo que me enamoré en muy poco tiempo con solo verte a veces pero tu comportamiento y tu forma de ser, no eran compatibles conmigo. Eres mayor que yo, tal vez no es tanto pero definitivamente no somos iguales. Te veía irte cada noche con uno distinto, te observaba cuando no te dabas cuenta, te buscaba para mirarte porque me gustabas cada día más pero no podía seguir. No tenía ninguna razón para quedarme con un sentiemiento que no era correspondido y decidí que tu forma de ser, sería mi salida.

-¿Salida?

-Si...me aferré a todo lo que ví, a las noches en que te ibas con un tipo rumbo a tener sexo, me aferré a tu arrogancia y desprecio, me aferré, Joel, a lo insignificante que yo era para tí y esa sería mi salida para dejar de quererte, pensé que si me enfocaba en ese comportamiento tuyo, iba a dejar de estar enamorado. Sabía que nunca ibas a mirarme, sabía que no tenías idea de mi existencia y tú simplemente vivías tu vida, follabas cada noche con un tipo diferente y sabrá Dios que otras cosas.

-Sigo sin entender. -Habló bajito, casi susurrando y me alentó a continuar con un movimiento de su cabeza.

-Yo no era más que el chico virgen que servía bebidas, nunca me habías mirado y dudaba muchísimo que supieras que existía pero esa noche en tu despacho, cuando me besaste por primera vez...yo supe que todos mis intentos por dejar de quererte, habían sido en vano. Me hiciste sentir tantas cosas que no conocía, me dejaste tan mal, tan necesitado y no hablo de algo sexual, hablo de esa necesidad de saber que la otra persona siente algo pero terminaste de joder todo cuando concertaste una cita con alguien más justo delante de mi cara, ni siquiera me diste tiempo de procesar lo que habíamos hecho y tú simplemente...decidiste citar a otro hombre para tener sexo.

-Yo...lo...

-Por eso tenía miedo, por eso no quise aceptar nada de tí, por eso me enojé tanto cuando pagaste la operación. No malinterpretes, nunca tendré con que pagar lo que hiciste por nosotros, por abuela pero no podía creer nada de lo que decías, no después de que me humillaras tan feo.

-No fue mi intención. -Habló despacio y supe que estaba siendo sincero, sus ojos ahora brillaban arrepentidos mientras hablaba pero no iba a detenerme de nuevo.

-Tal vez no pero lo hiciste, tú simplemente demostraste que yo no significaba nada. Obviamente no creí que por besarnos iba a cambiar algo, de hecho, ni siquiera pensé, simplemente sucedió y me dejé llevar pero tu actuar me enseñó lo que significaba estar en tu lista, era uno más, una boca más que besabas y solo eso. ¿Cómo crees que se siente ser rechazado así? ¿Cómo pretendes que no tuviera miedo? Obviamente lo tenía, obviamente no iba a dar ningún paso contigo porque yo no soy esa clase de chico, no soy de los que tiene sexo con alguien solo por pasar el rato, no soy así y eso es lo único que me demostraste que querías, simplemente jugar un poco con alguien nuevo y después hacer como que no pasó nada pero resulta que estaba enamorado de tí, resulta que ninguna de las barreras que puse causó efecto, nada hizo que dejara de quererte pero me puse una meta, el hecho de que sintiera por tí un millón de cosas, no significaba que estaría dispuesto a ser un juguete, no iba a permitir que me usaras a gusto solo para sentirte macho alfa, no podía dejar que supieras lo que sentía por tí porque ibas a lastimarme, ibas a pisotearme y burlarte de mis sentimientos.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Inferno II JoerickWhere stories live. Discover now