Capítulo 20

340 34 4
                                    


𝕰𝖗𝖎𝖈𝖐

-Adios señora Moore, mañana volveré a la misma hora.

-Gracias, Erick, esperaré.

Caminé de vuelta al auto de Joel mientras me despedía con la mano de la dueña de los perros que paseaba y tomé una bocanada de aire muy grande cuando me acerqué y ví que abría mi puerta desde el interior, había pasado un tiempo desde la última vez que hablamos y yo no podía simplemente aceptar que él realmente sentía algo por mí. Era muy irreal que alguien como Joel, se fijara de esa forma en un chico simple como yo. Me llevaba algunos años, seis para ser exactos y para nadie era un secreto que conocía los placeres del mundo que yo hasta ahora, jamás había probado. Éramos de distintos estratos sociales, no teníamos absolutamente nada en común y yo realmente no quería involucrarme, no cuando sabía que iba a salir dañado.

-¿Mañana tienes que regresar? -Cuestionó mirándome serio una vez que subí al asiento del copiloto y temblé ligeramente cuando esos ojos oscuros se fijaron en los míos. Tenía una capacidad innata de hacerme sentir inferior, aún cuando ni siquiera lo estaba intentando.

-Si...tenemos un trato para los fines de semana.

-¿Entonces vendrás? -Habló otra vez seriamente, se había volteado por completo a mirarme y me estaba poniendo nervioso, más.

-Si... -Susurré mientras bajaba la cabeza, no podía sostenerle la mirada, era imponente y yo no sabía que estábamos haciendo ahí, no sabía por que acepté a subirme a su auto en primer lugar.

-No voy a dejar que vengas otra vez.

-¿Disculpa?

Ahora si que levanté la mirada, no podía creer lo que acababa de decir, no podía creer la firmeza de sus palabras y muchísimo menos podía entender el por que esos penetrantes ojos café me observaban fijamente. Él simplemente me miró en silencio, un silencio que no se rompió en bastantes segundos, un silencio que era denso e incómodo, doloroso casi. No sabía cuales eran sus intenciones, por que trataba de ordenarme algo cuando no tenía derecho, él no tenía ningún derecho sobre mí.

-No vengas...no es necesario que lo hagas, ya viste lo que te pasó. -Esta vez no hubo tono demandante, no hubo sobervia ni orgullo, esta vez se escuchaba como si en realidad se preocupara por mí.

-Entiendo que pienses que algo me puede pasar pero eso no significa que vaya a suceder, además...si es necesario que lo haga, es un trabajo que me gusta y me pagan por ello, no puedo darme el lujo de rechazarlo solo porque puede ocurrirme algo.

-¿Te estás escuchando? ¿Cómo puedes pensar así de ti mismo? ¿Cómo puedes arriesgarte a que otro tipejo te quiera hacer algo? -Ahí estaba otra vez ese Joel prepotente, no había alzado la voz pero era lo suficientemente brusco como para hacerme retroceder en mi asiento.

-No es eso, no tiene nada que ver con eso.

-¿No? ¿Y qué acaba de pasar, Erick? -El fuego estaba en sus ojos, la rabia se notaba en el brillo increíble que desprendían y en la forma en que sus puños se apretaban, casi tornando sus nudillos blancos.

-Solo...solo fue algo aislado. -¿Por qué me temblaba la voz? ¿Por qué respondía a todo lo que me preguntaba?

-¿Aislado? No me jodas, no quiero ni pensar lo que te pudo haber pasado si no llegaba. Yo...no quiero que nada te pase, Erick. ¿Tanto te cuesta entender que te quiero cuidar? -La última parte de su discurso, creó algo raro en mí, había sonado penoso, lastimero y hasta suspiró después de hablar, él realmente se veía como si quisiera explotar y al mismo tiempo...

-¿Tú en serio me quieres cuidar? -No se si se escuchó lamentable o no, no se si fui sarcástico o simplemente necesitado pero estaba asfixiándome dentro de ese auto que aún ni siquiera estaba en movimiento y el comportamiento de Joel me tenía al borde del colapso.

Inferno II JoerickWhere stories live. Discover now