Capítulo 21

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𝕵𝖔𝖊𝖑

-Joel...estamos...estamos en...

-Erick...¿Tú no puedes callarte nunca?

Volví a tomar sus labios impidiendo que hablara, cada vez que lo hacía era para matar el momento y junto con ello romper una parte de mí. No quería que pensara más, no quería que su cabeza lo hiciera alejarse de mí, yo jodidamente necesitaba tenerlo cerca y ya había comprobado que no podía sacarlo de mi mente ni por un segundo, no cuando ya había entendido y aceptado que caí perdidamente por él y que aunque fui un idiota antes por lastimarlo, lo que sentía era irreversible.

-Joel...vámonos de acá, por favor. Estamos en plena calle y bueno...tú estás... -Sabía de lo que hablaba, obviamente estaba duro y le avergonzaba estar tan expuesto pero para mi tranquilidad, él no estaba mucho mejor, también podía sentir su erección y eso era tan bueno como malo porque estaba a punto de perder la cabeza.

-Vamos a mi apartamento...por favor. -Susurré solo para él mientras rozaba mis labios con los suyos, no podía simplemente despegarme de ellos, eran tan suaves y adictivos como él mismo.

-¿Tu apartamento?

-Si...por favor.

No respondió y por unos segundos creí que lo había perdido de nuevo pero para mi sorpresa asintió con la cabeza y él solo abrió la puerta del auto para entrar. No perdí tiempo y volé a mi puesto, encendí el motor y salí de allí sin esperar a que se arrepintiera, no quería que lo hiciera, no quería que matara mis ilusiones tan pronto. Conduje en silencio por la ciudad hasta que aparqué en el estacionamiento subterráneo. Lo ayudé a bajar del auto aún sin decir nada y caminamos juntos hasta el ascensor que llevaba directo a mi casa.

-¿Acá... acá vives? -No pudo contener su sorpresa cuando las puertas se abrieron, mi apartamento era precioso y a pesar de que mi vida no era precisamente limpia y organizada, me encargaba de que el lugar donde vivía, lo fuera.

-Acá es. -Sonreí débilmente, él no era un chico materialista y mucho menos interesado pero era consciente de la diferencia que existía entre nosotros, de lo sofisticado y lujoso que era mi piso en contraste con su humilde casita.

-¿Solo para tí? -Caminó despacio mientras observaba el lugar, era de día y por el ventanal del fondo se podía observar la hermosa vista de la ciudad aunque yo prefería la noche, siempre era más bonita.

-Si... -Caminé detrás de él, ni tan cerca como para incomodarlo ni tan lejos como para perderme la expresión de sus ojos.

-Es muy bonito...y grande. -Llegó hasta el ventanal y colocó sus manitos en el cristal, me deleité con la imagen de su figura inocente ahí y empujé los pensamientos lujuriosos que vinieron a mí para pensar cono se sentiría follarlo así, agarrado del cristal mientras mi pene lo hacía gemir mi nombre, no era el momento, así no.

-Gracias... también me gusta.

-La vista es...¡Wow! Nunca había visto la ciudad así, deber ser genial despertar y observarlo todo. -Su sonrisa al decirlo mientras me volteaba a ver, casi acaba conmigo. Los rayos del Sol se filtraban entre sus cabellos y le hacían lucir como un pequeño ángel, mi corazón se saltó un latido y sonreí sin razón aparente mientras solo lo miraba, era hermoso, demasiado hermoso y yo muy idiota por haberlo lastimado. -¿Pasa algo? -Cuestionó de pronto y fue cuando comprendí que no había respondido, sacudí la cabeza para volver a la Tierra y entonces hablé.

-Es realmente genial mirar a través de la ventana, es una de las razones por la que compré el lugar pero siempre he pensado que...de noche me gusta más.

-¿Por qué? -Cuestionó inocente, tan inocente que debería ser ilegal.

-Porque me siento más cómodo, soy una persona nocturna.

Inferno II JoerickWhere stories live. Discover now