DADDY ISSUES (+18 Daryl Dixon)

7. Jefe

Me observa juguetón, como un niño cuando le muestran a un gato bebé maullando en una gran caja.

-Creo que no puedo quejarme...- Murmuro ante lo que ha preguntado.

Suelta una pequeña risa y entra, cierra la puerta detrás de él y camina hacia mi. Se posiciona sobre una caja que está a mi lado derecho y recarga sus codos sobre las rodillas inclinándose ligeramente hacia enfrente.

-Cuando te envié un correo, por favor respondeme.- Su voz es suave.

-¿Qué debo contestar?-

-Algo como, "entendido jefe" o "confirmado de recibido"- Se encoje de hombros.

Y por un momento mi mente viaja y va directo a un solo pensamiento.

¿Ha venido hasta aquí solo para decirme esto?

Sonrío ligeramente y suelto una risa, él me mira con el ceño fruncido.

-¿Veniste a verme solo para decirme que te responda el correo?-

-Y a preguntarte como iba tu primer día.-

Levanto la ceja y lo siguiente que pasa por mi mente ni siquiera se si lo debo decir, pero mi gran bocota esta a nada de sacarlo.

-¿O has venido a otra cosa?- Mi voz saca un tono juguetón pensando en lo que pasó el día anterior.

Su expresión cambia a una de sorpresa y yo sonrió de lado, mis mejillas se sienten calientes y puedo jurar que debo estar roja de la pena o es... ¿excitación?

-¿A que crees que he venido, Lany?-

Mi nombre en sus labios suena hermoso y en definitiva quisiera escucharlo siempre.

Se pasa la lengua sobre sus labios y después coloca sus dedos sobre ellos, analizandome con la mirada. Ya no se que responderle, me estoy metiendo en terreno peligroso y no se si sea capaz de controlar a lo que me estoy adentrando.

Lo miro sentada en el suelo y me lo pienso dos veces antes de ponerme de rodillas frente a él. Hay una distancia de al menos un metro así que para acortarla me acerco lentamente. Daryl solo me observa y pone la espalda recta.

Mis manos están en sus rodillas y así, me siento sobre mis pies, clavando mis ojos sobre los suyos.

-Dime, tú.-

Me da una sonrisa que deja ver su blancos dientes y niega con la cabeza.

-¿En serio no crees que he venido a saber como esta el día de mi nueva empleada?- Su mano acaricia mi mejilla y yo me limito a cerrar los ojos.

-No...- Le susurro cuando los abro.

-No podía saber que estabas en el mismo edificio que yo y no venir a verte.-

Automáticamente mis ojos se hacen pequeños al sonreirle. Quiero besarlo, quiero sus labios...

Me levanto de nuevo y vuelvo a estar sobre mis rodillas. La distancia de nuestros rostros es mínima, su respiración choca con la mía y siento un cosquilleo cuando suelta un pesado suspiro al poner mis manos en sus muslos.

Sus ojos se alejan de los míos y van a mis labios, trago gordo esperando a sentir que me bese.

Rompe la distancia poniendo sus labios sobre mi nariz y dándome un pequeño beso. Yo frunzo el ceño y él ríe ante mis facciones. Probablemente se puede leer claramente un "¿Qué mierda fue eso?"

Se levanta y me deja de rodillas allí, camina hacia mi escritorio y observa lo que hay a su alrededor, algunos papeles, mi móvil y después lee el horario que me hizo Gaby y se recarga del escritorio para mirarme.