Capítulo 4.

2.2K 252 13
                                    

Pasaron minutos o quizás horas cuando escuché voces, entre ellas, la de aquel Alfa. Discutían sobre algo pero no entendía, mis cabeza dolía a la par con mi herida, definitivamente iba a morir lento y con dolor.

- dices que lo han atacado? – habló alguien

- sí señor, mi subordinado tiene la flecha, y un clan vecino se llevó a los hombres al consulado, ya ha debido recibir el informe – dijo ese Alfa

- déjame ver al chico – dijo esa otra persona justo cuando la puerta se abrió, me encogí un poco asustado, era el consulado, quién sabe qué me iba a pasar

- es un Omega? – dijo ese hombre, al mirarlo pude darme cuenta que era joven

- sí, lo es, señor – le respondió ese Alfa

- tengo el antídoto de esto, pero escuché decir al anciano que no quiere ni el enlace que es más fácil – dijo ese hombre mirándome

- no quiere, ya me rendí de insistir – dijo ese Alfa apoyándose en la puerta

- bueno, sobre lo de ese hombre que mató este niño, los cargos quedan fuera, fue en defensa, no es así? – me dijo mirándome mientras revisaba mi herida

- … - no hablé pero asentí nervioso

- lamento lo de tus padres, pero estoy seguro que ellos no querrían que sufras de esa manera, lo hiciste bien, ellos están orgullosos de ti –  sentí un nudo en mi garganta por abstenerme de llorar - llora, hijo, pero no es justo que te castigues así, aunque es tu decisión, por si cambias de opinión, el Alfa te dará el antídoto o el enlace, pero no sufras más, no es tu culpa  – me dijo acariciando mi cabeza y se fue luego de darle algo a ese Alfa

Al rato escuché movimiento en la habitación, no quise que me regañaran o insistieran más, así que sólo cerré los ojos.

- por qué el enlace es más fácil que el antídoto? – escuché decir a un niño algo grande, pero me hice el dormido

- el antídoto tiene un efecto secundario, o te deja estéril, o pierdes el olfato o hasta la vista, nadie sabe a ciencia cierta porque los casos son distintos y de lo que se está seguro es que tu vida no vuelve a ser la misma, pero el enlace…sobre eso eres muy pequeño para saberlo – le dijo ese Alfa y sentí sus pasos acercarse a mí

- por eso Jeonghan hyung tuvo que reforzar su enlace con hyung? – susurró aquel niño

- sí, eso te enseñarán pronto, no seas chismoso, y mira…una pelota – le dijo ese Alfa mientras sentía que se sentaba a mi lado y lanzó algo

- hyung, no soy un perro! – dijo ese niño y se fue corriendo

- debes comer algo, no lo has hecho desde ayer – me dijo

- n-no tengo hambre – susurré, mi herida dolía y el apetito era escaso

- hyung! Hay muchos hombres entrando por el lado norte! – escuché decir al mismo niño

- quédate aquí – dijo ese Alfa y se fue

- son…cazadores? – susurré nervioso, el niño o chico -que por cierto, se notaba más pequeño que yo- se había sentado a mi lado

- sí, tú mataste a uno, ellos vinieron con más – susurró el niño cuando quien sería Jeonghan entró con un bebé en su espalda

- debemos ir al sótano – nos dijo cargando al niño y haciendo que me levante

- por qué yo? – susurré nervioso

- porque te buscan a ti – me dijo llevándome hasta unas escaleras

- entonces por qué tengo que esconderme? – le pregunté

- te matarán, eso lo sabes muy bien, también sé que quieres morir, pero sólo sigo órdenes del Alfa – me dijo

- entren rápido – dijo otro chico que traía a varios niños y Omegas para meterlos en el sótano

- suficiente tuve con mi manada, me buscan a mí, no puedo permitir que por mi culpa muera mucha gente – le dije retrocediendo y corriendo hacia fuera de la casa, busqué el aroma de Acacia y lo encontré junto a unos cinco o seis Alfas

- queremos al lobo blanco – dijo uno de esos hombres, supe que hablaban de mí, pues como yo no habían muchos, de toda mi familia sólo fuimos mi madre y yo de ese color

- por qué debería de dártelo? – dijo ese Alfa

- mató a uno de los nuestros – dijo ese hombre furioso

- ustedes mataron a su familia – dijo ese Alfa

- no me retes, niño…queremos al lobo blanco o te olvidas del tratado de paz que tenemos – dijo ese hombre sacando su escopeta, ya no eran flechas, sino algo peor

- soy yo… - susurré acercándome despacio

- en serio? Ves niño? Hasta él se entrega solo – dijo ese hombre riéndose

- dije que te quedaras – me dijo ese Alfa acercándose a mí pero negué

- vamos, niño…él se entregó, no te metas – dijo ese hombre

- eso quieres? Pensaba luchar con mi manada por ti, pero veo que no te importa – me dijo alejándose unos pasos de mí

- hey! Me encuentro aquí – dijo ese hombre, al mirarlo, pude ver en su cuello la medalla de mi madre y su anillo, cambié de idea a último momento

- puedes hacer algo por mí? – le dije a ese Alfa

- tú dirás – me dijo

- quiero la medalla de mi madre y su anillo – le dije sin mirar a ese hombre

- espérame dentro de la casa – me dijo y asentí yéndome

- nuestra alianza acaba aquí, Chwe – dijo ese hombre cuando de la nada escuché un gran silencio

- es mejor que no veas – me dijo Jeonghan acercándose cuando iba a voltear

- lo siento – le dije pero negó sonriendo

- al contrario, gracias, mataste a quien mató a mis padres, y siempre estaré agradecido contigo, yo no hubiera podido lograrlo – me dijo abrazándome





<~>



No te olvides de darle a la estrellita, comentar y compartir que me hace muy feliz.
🐯💜🍒

VERKWANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora