[Jihoon]
Con ya cuatro meses, me sentía una bomba a punto de explotar, apenas me cabía mi ropa y tenía que usar la ropa de Seungcheol porque la mía no me entraba ni al cuello. Bueno, estaba exagerando con eso pero no mentía al decir que no me quedaba mi ropa.
Ahora me había adueñado de la ropa de Seungcheol quien al parecer no le importaba.
Cuando no salía de nuestro departamento, me paseaba con una camisa de él y mi ropa interior, así me sentía libre. La última vez que vino el médico, hace dos días, me había dicho que mi embarazo parecía ir demasiado rápido pero no era nada de qué preocuparse, porque estaba siguiendo todas las indicaciones al pie de la letra.
Lo único malo era que a pesar de comer bien, me pasaba casi la mayor parte de mi tiempo haciendo penitencia al retrete. No importa lo que comiera, siempre terminaba vomitándolo, habían veces en las que por un rato llevaba la fiesta en paz, pero en unas horas después volvía con lo mismo.
Seungcheol se estaba poniendo demasiado sobreprotector conmigo e incluso con los niños, Seungmin ya intentaba corretear en su forma animal, desde que descubrió cómo hacerlo, se las ingeniaba para corretear e incluso rodar por toda la casa por sus torpes pasos, recién se estaba adaptando pero él ya creía que podía con todo. Parecía una bola de pelos gris, aunque Seungcheol me decía que probablemente cambie a negro.
Hyunjin ya se sentaba y cada que podía pedía ser cargado, no era que no me gustara pero se acostumbraba a estar en brazos y en las noches era difícil despegarlo. Supimos que con dos niños era difícil sobrellevar desde su alimentación hasta su aseo, y con que esté esperando otro estaba costándome bastante la vida y la paciencia más adelante.
Aunque me quejo, estoy feliz de tener a Seungmin y a Hyunjin, ellos tal vez habían perdido a sus padres verdaderos, pero Seungcheol y yo nos encargaríamos que reciban todo el amor que se merecen y los amaríamos como si hubieran salido de mis entrañas.
[…]
Cuando cumplí cinco meses los vómitos me dejaron por fin, pero ahora el problema se dio cuando mis pies comenzaron a hincharse, mi dignidad estaba por el piso al verme a mí mismo caminar como un pingüino o gorila escaldado, pero incluso si debía mantener reposo, los niños no se alimentaban solos y no quería darle ese trabajo a otra persona cuando no es quien tiene que hacerse cargo de mis hijos.
Seungcheol trabajaba en el consulado ahora y no estaba aquí por la mañana para hacerse cargo de los niños por lo que yo mismo debía hacerlo, si pudieran caminar al menos no me preocuparía, pero eran muy pequeños aún.
- Seungmin te vas a caer, ven aquí – lo llamé cuando intentaba detenerlo, su pelaje estaba erizado luego de darse una voltereta al intentar correr más rápido
Al alzarlo –demasiado incómodo sabiendo que una enorme barriga me acompañaba- me dio un calambre en la ingle pero decidí restarle importancia pues siempre pasaban muy a menudo por mi embarazo. Lo dejé en su cuna y rápidamente cambió a su forma humana, le di su tetero sabiendo que él ya solo se alimentaba mientras a Hyunjin estaba enseñándole a hacerlo.
Seungmin no dormía cuando terminaba su tetero, simplemente pasaba a su forma animal de nuevo y seguía brincando por toda la casa, gracias a Seungcheol había asegurado cada esquina del departamento para que nada le hiciera daño, así que no me preocupé mucho, aún si la puerta se abría, habíamos puesto una valla de seguridad para evitar que se escape tal cual caballo de carrera. Hyunjin era otro caso, no dormía pero pedía estar en brazos, con esta panza se me era difícil cargarlo pero lo intentaba distraer poniéndole juguetes, y entre más grande, más se daba cuenta porque ya había aprendido a renegar para llamar la atención.
Me rendí cuando quiso llorar al darle su sonaja por lo que lo tuve que cargar, quise ir a ver a Seungkwan pero desistí, estaría ocupado con su hijo, aún era pequeño y necesitaba cuidados especiales. Opté por encender el inmenso televisor y poner algún canal de niños, al menos eso los distraería y los mantendría calmados hasta que su padre regrese.
Me estaba quedando dormido cuando sentí de nuevo ese calambre, sólo que esta vez tiró más que creí notar cómo se estiraba mi abdomen un poco, si bien mi bebé era activo, nunca se había movido de esa manera, intenté no alarmarme pero fracasé cuando el dolor se fue incrementando en esa zona y en mi parte baja.
No sé si fue suerte la mía cuando tocaron la puerta, no era Seungcheol porque él mismo la hubiera abierto, pero todos poseíamos las llaves de toda la casa por alguna emergencia, así que sólo me atiné a gritar levemente un “adelante”. La puerta estaba abierta de todos modos, por si Seungmin destruye la valla de seguridad y se va de bruces contra la puerta y si no termina rompiéndola se podía hacer daño.
- hola, Seungcheol me mandó a verte, te sintió por su enlace y dijo que parecía que no te sentías bien – me dijo Hansol entrando y saltando la valla, Seungmin salió disparado hacia él gruñendo a modo de juego mientras mordía su pantalón y lo sacudía, Hansol hubiese querido sólo sacudir su pie y Seungmin saldría volando, pero agradecí su paciencia con ese pequeño demonio
- bueno, creo que tuvo razón, estoy a punto de entrar en pánico, se supone que tengo cinco meses pero al inclinarme un poco me ha dado un calambre, ahora he sentido un tirón más fuerte de lo normal y duele – le dije nervioso, al parecer Seungmin sintió la tensión en el ambiente porque dejó el pantalón de Hansol y me miró, por sus orejitas supe que estaba asustado al verme así
- hace cuánto has sentido ese dolor como ahora? – me dijo tomando mi mano y midiendo mi pulso
- ayer en la tarde, pero fue un calambre, no dolió como ahora – le dije acariciando con mi otra mano esa zona donde el dolor persistía
- te has inclinado, me dijiste? – me preguntó marcando algo en su móvil
- sí…para recoger a Seungmin – susurré nervioso por si hubiera hecho algo mal
- bueno, hagamos esto, iré a dejar a los niños con Seungkwan, Mingyu está viniendo así que no te quedarás solo, creo que es hora, Jihoon – me dijo Hansol, diablos, no estaba preparado
<~>
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🐯💜🍒
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VERKWAN
Science FictionHuyendo de los cazadores terminó atrapado en un clan enemigo. Tenía dos opciones, rogar por piedad a esa manada enemiga, o morir a mano de los cazadores para luego ser exhibido en cualquier museo clandestino.