Prólogo

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Todos en esta vida hemos coleccionado algo. Ya sean libros, monedas, recuerdos... o heridas.

Esas colecciones van desde recordatorios de cuan alto has llegado, hasta recordatorios de cuanto en tu vida has perdido. En mi caso… es lo último.

Cada una de mis marcas, tanto las que se encuentras enterradas en lo mas profundo de mi ser, como las que adornan mi cuerpo, me recuerdan cuanto se me ha sido arrebatado.

Cuanto he perdido. Cuan alto ha salido el precio de mantener mis demonios a raya.

¿No está bien?.

No.

¿Es dañino? .

Si, lo es.

Pero, ¿saben qué?. Todos hacemos locuras con tal de sobrevivir porque en realidad… no todas las princesas son salvadas y algunos héroes destrozan vidas con solo un toque.

La gente se deprime, se pone triste y está bien joderse si eso evita que te ahogues.

Porque es tu historia, ya tenga un final feliz o no.

Y eso… eso está bien.

La coleccionista de heridas {EN EDICIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora