La coleccionista de heridas {EN EDICIÓN}

Capítulo 17

Camila

La bañera se llenó lentamente mientras yo me preparaba para el mejor baño de mi vida. Busqué las lociones necesarias e incluso limpié el baño. Para alegría de todos pude rescatar la grabadora de Casa (un día que me metí fugitivamente y la robé), así que aproveché y la puse en una silla, mientras bailaba con Freaks… mi canción favorita.

Dándole algunas caladas a mi cigarrillo cierro los ojos mientras siento las lágrimas correr por mis mejillas. Me dejo llevar por la melodía, moviendo mi cuerpo al compás de la música.

Esto es lo mejor… lo prometo.

Apenas que la bañera esta lista, me suelto el cabello y me meto, descanso unos minutos la cabeza en el borde y pienso en toda mi vida y lo que ha sido de ella. Pienso en los momentos felices y en los no tan felices… pienso en las nuevas noticias y sollozo. Me doy unos minutos para desahogarme por lo que no podrá ser, por lo que llegó cuando simplemente no tengo nada que ofrecer. Por lo que exoge un amor que solo puedo demostrar terminado con todo de una vez. Solo no puede ser... yo no puedo ser. Luego saco mi cuchilla y corto.

Varias cortadas simétricas en las muñecas y un baño relajante… junto a nuestra canción favorita, esa fue la promesa. Ese fue mi juramento para con Camden, para con la vida y el destino.

Quizás por eso que tuve la oportunidad de conocer otro tipo de amor, otro concepto de familia. Quizás fue por eso que me dieron la oportunidad de escribir... y de dejar plasmado lo que no podía decir.

Poco a poco siento como la vida se me escapa del cuerpo, con cada respiración, cada suspiro. La bañera se colorea de rojo a medida que la sangre brota de mí. Es tan hermoso la sintonía de colores... los latidos perdidos. La culpa de ese algo que no estoy dejando crecer.

Mientras pienso en todo, a lo lejos escucho las voces de mis amigos, llamandome. No tardan mucho en encontrarme, la puerta se agita, pero la perilla no cede, debidl a silla bloqueaba la entrada y salida.

Pensé en todo antes de irme… tenía todo calculado...Menos eso.

Se suponía que sería todo facil… se suponía que lo unico que tenia que hacer era irme en paz... no atormentada. Pero el destino complico las cosas en un giro de 180 grados, por lo que tuve que apresurar las cosas.

— Como siempre... el Karma marcando cada momento de mi historia con su sello personal. Jodiéndome hasta en el último instante.

La canción termina, la sangre continúa cayendo, yo me siento demasiado debil incluso hasta para pensar y en el último instante, escuchó las últimas palabras de mi hermano retumbar en mi cerebro: Vamos estrellita, que yo siempre te protegeré.

Y así lo hizo… porque a pesar de todo, siempre estuve protegida. Aunque no lo mereciera, aunque ahora mismo no lo hiciera.

Antes de cerrar mis ojos y dejarme ir por el dulce mareo de Morfeo observe la carta de despedida y dejé que una última lágrima se escapara de mí. Porque la realidad, a pesar de todo sus cambios, seguía siendo la misma… Y era esa.

Mariposas de Obsidiana:

Puede que la vida sea jodida, y sí… un carrusel de desgracias, pero, si algo he aprendido, es que debemos de ver la belleza que esconden los desastres. La muerte es inevitable… pero el suicidio no. Es solo la elección rápida que algunos de nosotros hacemos porque hay heridas que son mayores que las soluciones a los problemas.

¿Mi motivo?

Mi motivo fue todo y a la vez nada... un viejo juramento porque sabía que a más no podía aspirar. Pero sí sé algo, hay momentos que fueron hermosos... tal y como la calavera con alas.

Yo Coleccionaba Heridas en mis brazos, los demás se drogaban, y otros callaban; cada cual se jode a su manera y está bien… porque al final de la jornada somos magia en medio de nuestras heridas; aunque el final de la historia no sea el esperado por todos; sino que supere sus expectativas, así como nuestras raras maneras de sobrevivir.

Es tu vida… y solo tu sabes la magnitud en la que te golpean los problemas y como actuar con respecto a ellos. Sé feliz, ten amigos como los míos, que te den consejos tanto si estan jodidos como si no. Qué te rescaten cuando tu luz se apague.

Agradece a tus padres por haberte educado y amado… porque a mi, uno me amo demasiado y el otro huyó pensando en un futuro que jamás logró tener.

Ama a tus hermanos, a veces son el único consuelo que te queda. Yo perdí al mío y aún asi…a pesar de todo… sigue volviendo a mi.

Y por sobretodo, aprende a escoger a tu familia. No la que te tocó, sino la que forjas… para que cuando estes con los brazos ensangrentados y llena de mierda… ellos sean de los que te vendan y te sacan para que respires y no de los que te hunden con sus opiniones y te hieren aún mas.

Así que, vive y se feliz a tu manera… haz locuras y sonríe…porque lo último que recordarás serán esos momentos de risa. Te lo digo yo por experiencia.

Se despide de todo aquel que haya leído esta carta, desde su último baño tal y como había sido prometido,

Camila.

PD: Carlos, eres el hermano que me faltó, el padre que nunca tuve y el mejor amigo que jamás pude haber tenido, sin haberlo pedido.

Tú me enseñaste a brillar aún cuando sabía que no podía emitir luz. Tú me enseñaste que hay otras perspectivas. Tú viste por mi cuando camine a ciegas en medio de los escombros de mí vida. Tú eres mi esperanza disfrazada de persona._

Gracias por hacerme feliz._

Gracias por ser ese 1% de luz que siempre le falto a mi 99% de pura nada._

Siempre tuya y de Jess

Hoy, mañana y en nuestras proximas vidas.

Camila.
_