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Sábado.

Finalmente un día de tranquilidad. Finalmente podía decir que había salido del infierno para entrar al paraíso, así fuera por unas horas. Su madre había accedido a cuidar a los niños, por lo que nada ni nadie lo interrumpiría.

Abrió el negocio muy temprano, a una hora oscilante entre las 7:30 y las 8:00 AM. Mientras esperaba la llegada de los clientes, limpió y preparó todo. A la vez que limpiaba el local, se tomó la libertad de cantar su canción favorita, lo cual normalmente no podía hacer en casa.

Ya con todo preparado, justo apareció el primer cliente. Un auto lujoso se estacionó frente al local. La campanilla de la puerta sonó y por esta entraron un hombre y un adolescente. El chico se veía bastante joven; le recordó a sí mismo cuando tenía su edad. Le calculaba unos quince o dieciseis años. El señor a su lado, el cual parecía ser el padre, iba ataviado de traje y corbata.

El simple hecho de verlo provocó que el corazón del rubio palpitara fuertemente y sus manos comenzaran a sudar. Sí,su debilidad eran los hombres con traje.

—Buenos días. ¿En qué puedo servirle? —cuestionó ofreciendo su mejor sonrisa.

—¿Qué tal si me das tu número para llevar? —le respondió el castaño de barba de candado guiñándole un ojo de manera coqueta. El castaño más joven suspiró.

Steve soltó una risa nerviosa.

—Disculpe, pero me temo que no se lo puedo dar. —jugó con su anillo en su anular y, al parecer, el hombre lo notó.

—Un café y una malteada. Y un par de donas, si no es mucha molestia. —la decepción se podía percibir en su voz. Le había gustado el rubio y quería que fuera suyo.

Cuando ambos obtuvieron sus pedidos, un gran fajo de billetes fue a las manos de Steve.

—Guarda el cambio. —y ahí estaba otra vez el guiño coqueto.

Esta vez el sonrojo inundó sus mejillas, lo que fue más que suficiente para que el castaño se fuera con su hijo y una sonrisa victoriosa en el rostro.

—Es tan guapo. —fue el comentario del rubio, que los siguió con la vista hasta que desaparecieron de su campo de visión y el auto se alejó.

Al menos cierta persona le había alegrado el día.

Love Starts With A Coffee ☕ (Stucky/Stony) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora