Love Starts With A Coffee ☕ (Stucky/Stony)

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Título:«Love Starts With A Coffee». (Parte 6).

10:48 p.m.

Nunca una noche había transcurrido tan rápido y era la primera conversación que tenían. Una conversación REAL.
Eran parecidos y a la vez muy diferentes en ciertos aspectos. Steve sufría y estaba roto, Tony también. La vida de ambos fue planeada por sus familias desde el inicio, con la excepción de que Tony se rebeló cuando ya no soportó más y tomó las riendas. Ahora él era su propio jefe y eso tenía sus ventajas.

Steve deseó, por un segundo, poder tener el coraje que, muy guardado en su interior, esperaba salir a la luz. Sólo que no se sentía capaz, con el pretexto de que nadie lo querría si lo hiciera. Le importaba mucho la opinión de los demás, al punto de sólo llorar cuando se encontraba en completa soledad y, en el peor de los casos, en silencio.

Un silencio prolongado, mas no incómodo, hizo acto de presencia,mismo silencio que fue roto sólo por el llanto de uno de los bebés. Steve acudió enseguida y lo sacó de la pequeña cuna (que pertenecía a Peter cuando era pequeño y que Tony había desempolvado y arreglado) para tomarlo en brazos.

Bajó nuevamente a la sala y se sentó en el sofá de dos plazas, al lado de Tony. El niño abrió los ojos y miró al castaño con unos ojos enormes y azules, idénticos a los de Steve.

—Parece que estaba celoso porque quiere ser incluido en la conversación. —fue lo que dijo Tony para luego reír.

—Ba...ba...—balbuceó el bebé y Steve le besó una de sus mejillas regordetas.

—Háblame claro, niño. Yo no hablo Taka Taka. —respondió Tony, causando la risa de Steve. Cabe destacar que ahora reía a carcajadas, así que Tony se dio a la tarea de disfrutar ese momento porque sabía que pronto acabarían esos pequeños instantes felices.

—¿Qué pasó, mi amor? —cuestionó el rubio al escuchar al bebé llorar escandalosamente. De nuevo.

—¿Lo puedo cargar? —indagó Tony,a lo que Steve asintió y le pasó el bebé.

En cuanto el castaño tuvo a la criatura en brazos, éste se calmó y durmió como un angelito. El calor paternal que emanaba Tony lo hacía sentirse protegido, seguro. 

Steve se dedicó a mirar la tierna escena y deseó que ese momento no terminara jamás.