Love Starts With A Coffee ☕ (Stucky/Stony)

Epílogo ☕✨

Una de las ocasiones más especiales de la vida eran las bodas. ¿A quién no le gustaban las bodas? Amor y felicidad por doquier.

El día era especial para todos, pero más para Steve y Tony, que celebrarían hoy su unión matrimonial. Sí, tal como lo leen. Matrimonio.
Después de pasar por tantos contratiempos juntos, finalmente decidieron dar el próximo paso uniendo para siempre sus vidas.

Su historia de amor no inició en las mejores circunstancias, pero eso no les impidió desarrollar sentimientos por el otro y derribar poco a poco todos los obstáculos que se interponían en su camino. Estaba escrito en el destino que ellos debían estar juntos.

El amor a primera vista sí existe y el detalle del café lo hace aún más especial. El amor debía ser como el café: fuerte para soportar los huracanes de la vida y caliente para evitar que llama se extinga y el café se enfríe.

Efectivamente era un día especial. Todos estaban presentes. Sol, playa y arena en conjunto con el mar turquesa centelleante de promesas veraniegas. El escenario perfecto para una unión sublime en cuerpo y alma como la suya.

Steve llevaba puesto un traje blanco y una corona de flores tropicales en la cabeza. En su mano, las cayenas y azahares.
En el altar, Tony esperaba. Vestido completamente de azul celeste y el Sol acariciando su piel canela.

La ceremonia inició y luego de darse el Sí, llegó la hora de los votos. Steve decidió empezar, tomando la iniciativa por primera vez.

Peter llevó los anillos. Pepper y Happy cuidaban a los cuatrillizos y a la pequeña María. Todos observaban, expectantes y con los pañuelos listos por si alguna lágrima se escapaba.

—Honestamente, no sé cómo agradecerte. —pronunció tomando uno de los anillos y con su otra mano sujetó la de Tony. —Me has enseñado muchas cosas desde que apareciste en mi vida. Me enseñaste lo que es el amor, el verdadero amor. Gracias a ti soy feliz ahora. Llegaste a mi infierno y lo convertiste en el paraíso, Tony. —se le resbaló una lágrima, pero continuó hablando. —Te lo debo todo. Me hiciste darme cuenta de muchas cosas, pero más que nada de que nunca es tarde para amarme a mí mismo. Te amo, Tony Stark, y espero me permitas estar junto a ti por el resto de nuestros días.

Dicho esto deslizó la sortija en el dedo de Tony y en ese momento y lugar, Tony rompió en llanto. Debía admitirlo, nadie le había dicho tales cosas antes y una cálida sensación anidó en su pecho.

Se secó las lágrimas y, aclarando su garganta, cogió el anillo que estaba sobre el cojín para, con la otra mano, tomar la de Steve. Era su turno de decir sus votos.

—Me dejaste sin palabras. —logró decir. —Estás espectacular el día de hoy. Siempre lo estás. —lo halagó y vio, triunfante, cómo se le coloreaban las mejillas de un intenso carmesí. —Te diré la verdad. Yo no quería enamorarme, pero fue inevitable. Lo nuestro no fue amor a primera vista, fue amor a primer café. —rió. —Si me hubieran dicho antes que nos conoceríamos por un café, los mandaba al carajo por locos. —todos rieron ahora. —Desde el primer día, he sentido una especie de dejá vu, como si nos conociéramos de alguna vida pasada. Al parecer así estaba escrito. Gracias por entrar a mi vida, Steve. Juraba que no me volvería a enamorar, pero terminé enamorado hasta los huesos y todo por ti.

El anillo fue puesto en el dedo de Steve y el sacerdote los declaró oficialmente casados.

Los flashes de las cámaras no pudieron olvidarse. Sería un día memorable, día de los cuales les hablarían a sus hijos y nietos.

✨✨✨

Años después...

Peter, Rubén, Daniel, Camilo, David y María crecieron.

Cinco de ellos dejaron de ser unos niños y Peter ya estaba graduado de la universidad y tenía su propia familia. Por el otro lado, Tony y Steve eran de edad avanzada.

Los cabellos se les pusieron blancos y el tiempo no pasó en balde, llenándolos de arrugas en la piel.
Aún así, se amaban con la intensidad de mil soles y cada día se lo demostraban mutuamente.

Se amaron hasta su último aliento, siendo Tony quien partió primero hacia la eternidad.

Steve fue el siguiente, meses después del cumpleaños de María. Lo enterraron al lado de Tony, tal como lo pidió. Sus almas ahora estaban juntas por siempre.

Como lo prometieron en su boda, se buscarían en todas las reencarnaciones habidas y por haber. 

Coincidiendo en cada una de las existencias y universos, siempre con el destino marcado por el amor y el dolor.

Pero sobre todo por el amor.

✨FIN ✨