*Capítulo 24

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Jungkook despertó sobresaltado, sus ojos se abrieron desesperadamente y su interfaz dejó de funcionar por un segundo. Trató de controlarse mientras le echaba un vistazo a la oscuridad que le rodeaba. Su visión tardó un poco en adecuarse, pero consiguió reconocer el lugar; estaba el cuarto de lavado. ¿Por qué? Se puso de pie, sujetándose de la pared para poder impulsarse hacia arriba. ¿Qué estaba haciendo ahí? No pudo recordarlo. Llevaba un traje encima, uno de tela fina y colores apagados.

La cabeza...

Tenía la mente dándole muchas vueltas.

Salió de aquel pequeño cuarto dubitativamente. Sus irises analizaron el pasillo a su derecha, el techo de madera y la luz del sol colándose por la ventana que tenía al frente suyo. Jungkook reconoció el lugar, había vivido ahí, estaba viviendo ahí. ¿O vivió ahí? Era su hogar; el olor, los colores, las dimensiones.

Estaba en la mansión. En su bonito paraíso.

Sus piernas se movieron automáticamente y su cuerpo se dejó llevar por puro instinto, como si reconociera los pasos hacia su destino. Atravesó los pasillos que su memoria empezó a reconocer más y más, el talón de sus zapatos sonaba con su andar y sus manos... le temblaban las manos, demasiado. Pero tenía que llegar, tenía que verle, tenía que asegurarse que su más grande tesoro se encontrara en perfecto estado, él tenía que-

"¿Dónde te habías metido?" Taehyung le dijo "Te he estado buscando"

Había salido de una habitación, cruzándose con el androide en la mitad del pasillo.

Jungkook se congeló.

Todo parecía estar difuminándose, el techo, el suelo, pero su humano resplandecía como siempre. Al instante entendió que algo no andaba bien. Había una desesperación latiendo de su pecho, como si tuviera un corazón viviente.

Taehyung.

Le extrañó, como si se hubieran separado mil años, sintió como si sus ojos no le hubieran visto por un par de décadas, como si no se hubieran conocido nunca. Algo se removió entre sus algoritmos, alguna extraña energía natural, que necesitaba hacer algo más que solo observarle en silencio. Se abalanzó contra el humano, sujetándole el rostro. Taehyung chilló de la sorpresa, pero su mirada desencajada no le recibió como debería.

"Tae, mi señor" Jungkook exhaló, uniendo su frente contra la de él "¿Qué hacemos aquí?"

"Mi... ¿qué?" Taehyung tartamudeó, empezando a ponerse nervioso "Jungkook..."

"¿Qué estás haciendo aquí?" insistió el androide, tratando de recuperar la memoria "¿Qué-?"

"¿Se puede saber qué estás haciendo?" el humano se echó hacia atrás, rechazando el físico contacto "No me toques, androide"

Jungkook dejó de funcionar en ese momento, mientras que Taehyung se arreglaba el cabello negro que caía por su frente. Cuando sus miradas hicieron contacto, no había nada más que fastidio y disconformidad en los ojos del humano. El androide trató de entenderle, trató de encontrar el problema. Si estaba molesto, haría lo que sea por su perdón.

"¿Tae?" susurró despacio "¿Qué ocurre?"

El rostro del humano se oscureció dos tonos más y sus cejas se encorvaron de manera ofensiva. No estaba para nada de acuerdo con lo que estaba oyendo.

"Señor Kim, androide" Taehyung soltó brusco, arreglándose el traje con las manos luego de corregirle "No vuelvas a llamarme así"

Manos cubiertas por un par de guantes de cuero.

"¿Qué es lo que te pasa?" insistió el humano, mirándole muy mal "¿Se te cruzaron los cables? ¿Estás averiado? ¿Tengo que pagar por ti ahora?"

My Human. {Taekook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora