*Capítulo 16

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La sociedad que se olvida de su propio pasado; repite la historia una y otra vez. Constantemente. Las guerras, los conflictos, las enfermedades, las revelaciones. Y, como si estuviera escrito, siempre sucede lo inesperado, lo que no se tenía previsto. Siempre se repite el mismo patrón de errores que no cambiará jamás con el pasar de los años, de las décadas, de los siglos...

«¿Los androides no son acaso el equivalente artificial de lo que la colonización ha llevado a cabo en nuestro propio planeta a través del tiempo; una conquista dominante, una expansión territorial, masacres de etnias... enfrentamientos de razas?», pensaba el Creador.  

Kim Nam-joon fue durante mucho tiempo un agudo observador de lo que ocurría durante la historia. En el pasado se habría proclamado como un ferviente humanista, un defensor de la parte más emocional de su propia especie. ¿En qué momento perdió la fe? Se ahogó en la ciencia cuando abrió los ojos, desprendiéndose de aquel utópico sueño perfeccionista. Renunció a ese mundo sin conflictos, sin guerras y sin muertes innecesarias. Pero él sabía que en sus manos tenía el poder de intervenir, de crear, de mejorar, de potenciar, y por consecuente; de destruir. Y lo hizo. Invirtió gran parte de su vida en ello. Siempre confió en el resurgimiento de los androides... de los divergentes... de la empatía artificial como máximo exponente entre todas sus invenciones, pero no la humanidad. 

¿Cómo pudo pensar que una raza que se basaba en la potencia de fuego, en la ausencia de la piedad y la empatía, podía recibir con los brazos abiertos a una nueva especie mejorada?

"Tenemos que partir, Namjoon" Némesis le tomó del brazo para despertarle de su trance "Todavía nos falta averiguar quién orquestó el primer detonante contra la compañía"

Namjoon se resistió por un momento, pero terminó accediendo cuando contempló el porte militar de Jungkook, que manejaba una situación tan grande como si fuera un pequeño juego de ajedrez.

"¿Realmente confías en él?" la pelirroja quiso saber "Si no te conociera, diría que estás a punto de ensuciar tus pantalones"

"Lo hago, mujer" resolvió, devolviéndole la mirada "¿No ves la cara de felicidad que estoy llevando?"

Némesis se plantó delante suya, con el ceño fruncido y una mueca de asco.

"Si ahora estás feliz, no quiero ver cuando estés triste..." se mofó. 

"Habló la mujer más bella del mundo..." le devolvió el gesto, alzando una ceja. 

"Para tu información, he conquistado millones con esta carita mía" le apuntó con un dedo índice "Tú solo te revuelcas con tus androides"

"¿Quién dice?" se defendió como un crío, apartándole el dedo de un manotazo "María, que no estamos para tonterías. Venga, muévete"

Se dirigieron hacia el ascensor de la torre más alta de todo Borasek, dándole la espalda al gentío de androides. 

"Tú y yo tenemos cosas más importantes de las que hablar" Némesis le dijo cuando las puertas se cerraron y se quedaron a solas "Ahora mismo"

El Creador asintió en silencio. 

Jungkook encabezó una discusión crucial de lo que sería la nueva revolución en la historia, sentado a la cabeza de una enorme mesa de reuniones blanquecina que se armó improvisadamente con los mejores androides del lugar. Porque aquellos ojos curiosos que le aceptaron ni bien su llegada, esperaban ansiosos por su palabra. Desde afuera, nadie sospecharía que dentro de la sede principal de Big Life se estaban desarrollando distintas disputas constructivas que le pondrían un final al descontrol de la urbe.

My Human. {Taekook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora