*Capítulo 20

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Los sistemas de Inteligencia Artificial actuales, se conocen como uno de los hechos más históricos en el vocablo científico. Para el mundo; fue un proceso de profundas transformaciones globales que rompió con todas las estructuras socioeconómicas existentes hasta la época. Para Borasek; el impacto fue tan significativo que posicionó a la ciudad en el tope más alto en la economía mundial.

Y su nombre... en letras gigantescas y llamativas, con brillantina inamovible y millones de lucecitas fosforescentes: Kim Nam-joon. Catalogado como uno de los mayores contribuyentes en la disciplina, a tal punto, que muchos lo consideraban como el padrino de la Inteligencia Artificial. De sus investigaciones y experimentos florecieron términos como «inteligencia», «máquina», «pensamiento», etc., que generaron polémica en casi todos los rincones del continente.

Desde ese momento hasta la actualidad, la humanidad no ha descansado tras la real cuestión:

¿Las máquinas... pueden «soñar»? ¿Quizás «sentir»? ¿Podría acaso un androide realizar lo que debía ser descrito como «pensar», pero que es muy diferente a lo que hace un ser humano?

La humanidad, ¿erraría una vez más?

La historia, ¿tenía que repetirse?

Jimin bajó del auto. Sus calzados se hundieron en la nieve fresca de la acera, el cuero negro del accesorio entró en contacto con los cristales al instante. Cerró la puerta del vehículo para acercarse al teniente que se encontraba de pie a un lado de la vereda. Le vio de reojo, justo cuando éste guardaba el teléfono en sus bolsillos.

Yoongi exhaló.

"Es Hyejun, la secretaria de turno en la estación" le dijo.

"¿Pasó algo...?"

"Pues está peor que una cabra, no ha dejado de llorar y me ha dejado más sordo de lo que ya estaba" simplificó, metiendo las manos dentro de sus pantalones "Se le ha desaparecido el androide, o eso es lo que me ha estado contando"

Jimin frunció el ceño. Sin comprender.

"Básicamente; que le dejó. Encima le ha dejado una nota de despedida en la mesa de la cocina. «Querida, Hyejun. Los chismes matutinos y las noches de telenovelas no han sido suficientes para mí. He decidido partir para buscar un futuro mejor. Firmado: tu androide». Estoy por descojonarme, te lo juro"

Yoongi negó con la cabeza, para tararear del frío posteriormente. Estaba helado.

Borasek se había enfrentado, quizás, a una de las noches más frías de la temporada. Nieve pura, granizo mañanero y una de las brisas más gélidas jamás reportadas. De los ciudadanos locales que ya estaban acostumbrados a los tremendos cambios climáticos, Yoongi era de ese pequeño porcentaje de gente que siempre se enfermaban con cada alteración. Una gripe traviesa que podría costarle un par de tontos días fuera del trabajo.

"Pero... ¿por qué le ha llamado?"

"Porque me ha visto cara de niñera. ¿Yo qué sé?"

"Mmm..." Jimin pensó, mirándole fijamente "Creo que te lo ha contado para que le busques el androide"

El teniente dejó de temblar por el frío y le echó un vistazo puro de malas pulgas.

"Ni de coña"

"Creía que eran amigos..." insistió el androide.

"Hyejun me prepara las tazas de café que necesito y me ordena los expedientes no reagrupados que abandono en mi oficina; eso no significa que le haya ofrecido el beneficio de ser una aficionada de turno dentro de la intimidad de mi círculo amical"

My Human. {Taekook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora