*Capítulo 8

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El mundo es cruel. La vida, racionalmente, también es cruel. El curso de los eventos no cambiaría con el tiempo, así vivamos todas las décadas posibles, o experimentemos una infinidad de ciclos lunares. La tierra: como el único mundo que conocemos, como nuestro único globo terráqueo; seguirá eternamente igual. ¿Por qué? ¿Quiénes son los responsables?

El ser humano. La especie que jamás saborearía de su propio arrepentimiento. La raza de seres vivientes que jamás aprenderán de todos sus errores. Quieren proteger el mundo, pero se dan el lujo de no aceptar «el cambio». ¿Cómo salvar a la humanidad si ellos mismos no quieren evolucionar? Las decisiones difíciles requieren voluntades fuertes. ¿Tan frágil era el ser humano?

«Algo... algo no andaba bien».

Infelices, entonces, aquellos sin corazón. Pues escogieron la ignorancia y el egoísmo. Malaventurados los que, aún con el órgano palpitante fragmentado en el pecho, vivían carentes de sentimientos. Dolor. Maldad. Y soledad.

«Algo, definitivamente, estaba mal».

Jungkook dejó caer el florero contra el suelo.

La maceta de cerámica se le resbaló por los dedos y terminó estrellándose contra la superficie de mármol, esparciendo las rotas piezas de su estructura sobre el piso de la habitación. La tierra húmeda también se escapó del recipiente, por lo que el suelo y los zapatos del androide se convirtieron en un completo desastre. Un lío de tierra y trozos puntiagudos.

Pestañeó lento, de ojos cansados.

Miró sus pies y después se enfocó en la yema de sus dedos.

«¿Qué estaba mal?»

Pasaron los minutos. ¿Cuánto tiempo pasó?

Él se mantuvo en esa desconcertante posición, sin moverse ni un solo centímetro. No reaccionó hasta que Taehyung ingresó a la habitación con el ceño fruncido. Se le plantó delante y fue en ese momento que Jungkook pudo despertar de su pequeño trance, tomando consciencia de su presencia.

"...¿Kook?..." le murmuró despacio, echándole un vistazo de confusión "¿Qué pasó?"

No se supo explicar. No pudo ofrecerle nada más que un poco de silencio.

"¿Se te cayó el florero?" Taehyung insistió, de repente cambió la expresión de su rostro y la tranquilizó "Mhm... estaba viejo y con huecos, así que no importa. No te preocupes, no me gustaba para nada. Destacaba demasiado... si te soy sincero, creo que me hiciste un favor..."

Se agachó despacio, dispuesto a limpiar el desastre.

Jungkook despegó la mirada de la tierra húmeda sobre sus pies y terminó echándole un vistazo de desaprobación a las torpes manos de su humano que intentaron recogerlo todo con rapidez. Tan patoso y descuidado como siempre.

Su sistema se alarmó de inmediato.

"No, no, no" soltó deprisa "Mi señor"

Cayó a su lado para tomar sus dos extremidades. No podía permitir que su humano se arriesgara a arreglar sus propios errores, como limpiar el montículo de tierra. Tenía que alejarle del inminente peligro que conllevaba recoger las piezas rotas de la maceta, pues le conocía demasiado.

"Lo hago yo..." musitó entonces.

Taehyung chistó y se acercó de nuevo.

"No seas tonto. Quiero ayudarte. Además puedo hacerlo yo solo, déjame. No me voy a-"

Y de repente... se echó hacia atrás, pues le empezó a sangrar uno de los dedos.

Se cortó el índice derecho, manchándose la yema con muchas gotitas de sangre. Eran de esos cortes pequeñitos y superficiales que te dolían como el infierno. De esos que te incomodarían el día entero si no los cubrías bien. Había soltado el pedazo de cerámica que tenía entre la mano y la tierra de sus dedos para percatarse de su error, como si el corte le hubiera electrificado.

My Human. {Taekook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora