Daniel tiene que huir de casa sin dar explicación alguna tras cometer un gran delito, convirtiéndose en un prófugo de la ley, en su camino encontrará al amor de su vida y a un amigo más.
Siempre dude sobre el cariño que mi padre me tenía, incluso llegué a dudar si de verdad me quería, era muy notorio el favoritismo que mi padre tenía hacia Patrick, nisiquiera dudaba en ser discreto, todos los créditos iban para Patrick, los mejores regalos para Patrick, todo era para el y sobre el, y cuando yo quería ser el centro de atención por solo un segundo, Patrick se lo tenía que robar. _____________________________________
07 de diciembre del 2009
- Papá obtuve el segundo lugar en aprovechamiento en mi clase - Dije emocionado.
- A que bien, felicidades - Respondió mi padre.
- Yo obtuve el primer lugar por una décima más que Daniel - Dijo Patrick.
- Eso es todo campeón, felicidades, eres el mejor y lo sabes - Respondió mi padre.
Todas esas cosas que mi padre hacia, mi madre las arreglaba, siempre estaba ahí para hacerme sentir mejor.
- Daniel, ven un momento a la cocina - Gritó mi madre.
Corrí con emoción hacia la cocina y ella estaba esperándome con un plato de galletas que ella misma había preparado para felicitarme por mi segundo lugar, quizá eso fue lo que tanto me afectó de su muerte, el saber que ya no habría nadie que me hiciera sentir mejor o que me recordara que valía la pena, realmente extraño a mamá. ______________________________________
Nunca pensé que viviría sin mamá, desde que ella no está mis días fueron empeorando cada vez más, imagínate que la única persona que piensa en ti y realmente te ama se va para no volver nunca más.
- Despierta, ¿piensas estar de holgazán todo el día?, Ponte a limpiar tu habitación o algo - Dijo Samanta quitándome la sábana de encima.
- No recuerdo haberte dado permiso de entrar en mi habitación - Respondí.
- Ese no es el punto, tu cuarto es un asco.
- ¿Crees que no tengo ojos para ver o que?
Quizá estaba siendo demasiado grosero con Samanta, pero ella realmente no merecía estar alado de mi padre, ni mucho menos vivir bajo nuestro mismo techo, nuestra casa parecía prostíbulo, entraban hombres diferentes todos los días.
Al final tomé la palabra de Samanta y empeze a limpiar mi habitación.
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Había sido buena idea limpiar mi habitación, se sentía otra vibra y me gustaba, quizá era lo que necesitaba, ocupar mi mente en otras cosas.
- ¿No piensas bajar a hacerte algo de comer? - Pregunto Samanta en un tono grosero.
- Por el amor de Dios, deja de entrar a mi cuarto sin permiso y no, voy a desayunar fuera - Respondí.
Ella salió de mi cuarto y descaradamente llamo a un sujeto, no esperó a que me fuera para engañar a mi papá, desde mi cuarto grabé su llamada.
Todo el camino iba pensando en si debería contarle a mi padre o quedarme callado, quizá el debería darse cuenta solo.
Cuando volví a casa mi papá ya estaba ahí, había salido temprano del trabajo, estaba molesto porque yo no estaba en casa, dijo que iría al campo fe golf con mi hermano, nisiquiera dudo en preguntarme, no soy fan de los deportes, pero habría sido lindo.
Nos sentamos a comer y yo solté algunas indirectas.
- ¿No creen que la fidelidad es buena y que ser honestos lo es todo en una relación? - Pregunté.
- ¿A que viene esa pregunta Daniel? - Respondió mi padre con otra pregunta.
- No lo se, quizá Samanta tenga la respuesta.
- ¿A que te refieres? - Preguntó nuevamente mi padre.
- no, no le hagas caso, ya sabes que Daniel siempre dice cosas sin sentido - dijo samanta.
- Yo las digo, pero tú las haces.
Me levanté de la mesa y subí a mi habitación.
15 minutos después Samanta subió a mi habitación ya me dijo algo totalmente aterrador.
- Si vuelves a intentar algo como eso frente a tu padre, voy a matarte.
