|| 𝐒𝐢𝐧 𝐭𝐢 - 𝐂.𝐕 - 3ª 𝐭𝐞𝐦𝐩 𝐄𝐂𝐃𝐋𝐂 ||

Capítulo 8

- Es una ex novia mía, cielo - dije y me senté en el césped con ella - creo que todavía me quiere, porque siempre está buscándome.
- ¿Tú la quieres? - preguntó seria -
- Oye Megan mini, no, no la quiero, no te preocupes - sonreí y la abracé fuertemente - te amo pequeña.

- ¿De verdad me parezco a ella?
- Más de lo que imaginas, cielo - la alcé y rodeó mi cuello con sus bracitos - ustedes dos son muy lindas.
- Nunca pedí eso... Pero ¿puedo ver las fotos de ella?
- Claro, claro que si.

Entramos a la casa y Maite se sentó en el sillón mientras que fui buscar los álbumes de fotos que tenía junto a Megan.

Varios recuerdos llegaron a mi mente, con aquellas fotos mi corazón palpita más rápido, los momentos registrados en ellas pasaban como una película por mi cabeza.

- ¿Donde estaban aquí? - ella agarró una foto de una de las tantas citas que tuvimos en CoffeeBooks -
- En una cafetería que íbamos casi siempre, yo trabajé allá, ella trabajó allá, CoffeeBooks es un lugar con muchos recuerdos.
- Nunca fuimos a este lugar.
- No me gustaría ir allá, hace cinco años que no voy y ni lo haré, duele chiquita, esas pequeñas cosas duelen.

- Ah, si entendí - murmuró y veía las demás fotos con un brillo increíble en su mirada - Ella siempre fue linda.
- Lo confirmo, era demasiado linda.

- Papi, la quiero aquí - sussuró bajito viendo una foto de Megan embarazada en medio de muchas flores -
- Cielo porfavor... No digas eso.

Ella se quedó en silencio sin responder nada mientras miraba las demás fotos.

- ¿Ustedes se casaron? - me miró y negué - ¿Por qué?
- No nos dio tiempo, cielo.
- Ah, okey... ¿Pero te casarías con ella?
- Sin dudas, esa era una de las tantas cosas que quería lograr junto a ella, le pediría en matrimonio después de que cumplieras un año, ya tenía eso prácticamente planeado, pero no todo sale como queremos.

- No llores, no llores - sussuró y me abrazó, rodeando sus pequeños bracitos por mi cuello - Dijiste que ella está en un lugar mejor, no tiene que doler ya.
- Yo sé, mi amor, pero mi corazón duele al pensar en todo lo que podíamos vivir aún.
- No, no quiero que duela tu corazoncito...