- No lo hagas ya, porque puede que parezca que soy muy sin corazón, pero yo no te necesito, y ni quiero tenerte cerca, Amanda... Toma, aquí hay quinientos dólares - le entregué el dinero - vete de aquí, si no haré una idiotez y no quiero eso.
- Me iré, ¿bien? Prometo que lo haré.
- Mejor.Sin despedirme salí de su casa y volví al auto, estaba muy nervioso al punto de no poder dejar de temblar. Las palabras salieron automáticamente de mi boca, todo lo que sentía fui diciendo y acabó así. Muchas cosas que necesitaba decir a Amanda fueron dichas, y no podía estar más feliz con el hecho de que se iría de aquí.
Saliendo de allí, empecé a manejar hasta una joyería nueva en la ciudad, necesitaba un anillo.
No haría ningún pedido ahora, pero era bueno tener ya una sorpresa por si acaso.
Entrando a aquél lugar, casi me quedo perdido, habían varias joyas ahí.
Obviamente Christopher Vélez, estás en una joyería.
Anillos, collares, pulseras, aretes, todas las cosas eran lindas.
Una señora bajita se acercó a mí, con una dulce sonrisa en los labios.
- Buenos días, bienvenido joven.
- Buenos días, y gracias - sonreí -
- ¿Que necesitas, querido?
- Entonces... Yo, bueno quiero... Oh dios - murmuré - perdón, estoy algo nervioso por eso, pero necesito un anillo, para pedir una persona en matrimonio.- Oh qué lindo - la señora sonrió y me llevó hasta una pequeña vitrina donde habían varios modelos - Tenemos estes, son los más bonitos que vendemos, puedo hacerte un precio especial.
- A ver... - miré cada anillo detenidamente, imaginando cuál le gustaría más a Megan, y en pocos segundos después, lo encontré.Dos anillos de oro, con dos líneas de piedritas y un pequeño diamante en el medio.
- Quiero estes - señalé a los dos anillos antes mencionados, la señora con cuidado los agarró y me los enseñó - son lindos, ¿no crees?
- Si lo creo, si mi esposo me hubiera regalado un anillo así, sería la mujer más feliz del mundo.
- Bien, llevaré los dos - sonreí y ella los puso en una cajita negra - ¿Cuánto quedarán?- Para ti puedo hacer... Tres mil y quinientos.
¿Ese era el precio especial? Ayuda Jesús.
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|| 𝐒𝐢𝐧 𝐭𝐢 - 𝐂.𝐕 - 3ª 𝐭𝐞𝐦𝐩 𝐄𝐂𝐃𝐋𝐂 ||
RomanceQuiero que sepas que duele, es probable que nunca deje de doler. Estoy solo y siento que ya no puedo. No puedo ser fuerte por más que lo intente. Quería estar contigo. Ahora me dejaste con un gran regalito, ando viviendo el mayor reto de mi vida. S...