|| 𝐒𝐢𝐧 𝐭𝐢 - 𝐂.𝐕 - 3ª 𝐭𝐞𝐦𝐩 𝐄𝐂𝐃𝐋𝐂 ||

Capítulo 14

- Chiquito, estás tan hermoso, no cambiaste en casi nada.
- Estás linda, más que antes, dios, estás maravillosa, cariño.
- No me mientas, no lo estoy, puedo jurar que estoy casi muriendo de verdad.

- No, no estás, te cuidaré ahora, solo dime... Dime algo porfavor.
- Ella... Es todo culpa de ella.
- ¿Quién?
- Amanda - murmuró y volvió a abrazarme - no quiero hablar de eso, abrázame y dime que aún me quieres, porfavor.

- Yo a ti te amo, te amo mucho - sussuré mientras juntaba su frente con la mía - ¿Y tú aún me amas? - pregunté con una sonrisa en los labios -
- Te amo, cielo, te amo aún más.

Estuvimos un rato en silencio, aún en aquél mismo lugar. No decíamos nada.

- Meg...
- ¿Que?
- Quiero un beso.

No dijo nada, simplemente se acercó a mi y con una sonrisa en los labios me besó, podía sentir sus labios dulces otras vez. Aún siendo un beso necesitado hicimos con que fuera lento y bonito. Era una escena de película. De esas que una pareja se besa románticamente bajo la lluvia.

- Ahora ven, no quiero que te enfermes - tomé su mano y entramos corriendo a la casa.

Maite estaba sentada en el piso con un nuevo juguete, Nash y Erick estaban junto a ella, mientras que mi madre y mi suegra estaban en la cocina.

La pequeña fue la primera en vernos, no entendía la situación y pensé que no había reconocido a su mamá.

- Mai... ¿La conoces? - Pregunté agachándome -
- Mi... Mi mami - chilló mientras ponía sus manitas sobre los ojos, segundos después sollozaba bajito -
- Cielo, ven... - alcé a la pequeña y me acerqué a Meg, que todavía tenía los ojos cristalizados -
- Hola cariño - Megan le sussuró y empezó a acariciar su cabello - Maite, mírame amor...
- Mami - La pequeña extendió los bracitos y con una dificultad notable Megan la alzó, se quedaron abrazadas por mucho tiempo.

Mientras las miraba, noté como Megan estaba delgada, demasiado y de una manera preocupante, tenía muchas preguntas que serían hechas poco a poco.

Ella está viva, ningún regalo en el mundo podía ser mejor que ese.

- Te amo, te amo, te amo - Megan sussuraba y Maite contestaba siempre con un "Yo más"
- Eres tan bonita, mami, aún más bonita que en las fotos.