- La verdad hice algo muy muy malo.- dijo Renjun apenas Chenle atendió la llamada.
Su primo lo miró divertido y dio vueltas en su silla con rueditas mientras se reía en alto.
- Ahhhh~, la nostalgia.- masculló entre dientes.- Siempre que escuchaba eso estabas en un muy buen lío... Aprendí por la mala que cuando dices que hiciste algo malo, realmente no estás exagerando... ¡Hasta estás suavizándolo!
-¡Yah, cierra la boca, Zhong!- gritó Renjun, golpeando su cama con las palmas.- Tampoco he armado tanto lío.
-¡¿Qué no?! Recuerdo una vez que tenías 13 años y saliste al patio de comidas del centro comercial, y seis horas después la policía te escoltó a casa con la ropa destrozada y comida en el pelo... ¿Y qué fue lo que me dijiste mientras te ayudaba a lavar la salsa de tomate de tu cara? "Hice algo muy muy malo".
- Empezó como una protesta tranquila por la cantidad de condimento en mi perrito caliente y terminó como un desastre... Fue mayormente porque más y más personas siguieron uniéndose a mi protesta y arrojando comida, y sí, quizá yo los alenté a hacerlo, pero no los obligué. Uno de mis más grandes éxitos, a pesar de todo.- se defendió Renjun, cruzándose de brazos.
Sin embargo sabia que Chenle tenía un punto. Siempre que había tenido que decir eso, fue porque había hecho un gran y muy brillante desastre... Huang Renjun, después de todo, era un artista de los alborotos, su arte se exhibía en los museos del desastre como la pieza de mayor influencia.
En aquella ocasión había tenido suerte de que aunque armó un desorden público, tenía 13 años y la policía lo entregó en su casa con una advertencia. Pero su larga carrera incluyó eventos desafortunados que su familia tuvo que arreglar, o de los que tuvo que escapar antes de ser arrestado (nuevamente).
Quizá sus familiares sí que tenían razones para tenerlo como causa de sus pesadillas.
- Como sea, ¿qué hiciste ahora? Porque te recuerdo que ya que te estamos escondiendo de tu familia, estás por tu cuenta. Aunque si lo que necesitas es dinero, te puedo enviar un poco.- dijo Chenle.
- No, odio cuando arreglan los problemas con dinero.- gruñó Renjun.
Tenía 13 años cuando descubrió que las cajas de jugos que su padre les daba a las personas que ofendía (como a la dueña de aquella tienda que destruyó en medio de un monumental berrinche) en realidad tenían un cuantioso soborno para "subsanar heridas emocionales por las acciones de Renjun".
Desde entonces había dejado los desfiguros, decidiendo que no valía la pena divertirse de esa manera si luego iba a sentirse sucio por limpiar sus errores con billetes.Así comenzaron los escapes.
-¿Entonces? Hace años que no usas la frase, ¿qué pudiste haber hecho que lo amerite?
Renjun suspiró y se tumbó de espaldas en su cama, rodando como un cachorro en la hierba sin importar la imagen que estaba dándole a su primo.
- Yo armé un gran desastre, porque soy muy muy tonto.- suspiró.
-¿Y te la pasaste bien?- preguntó Chenle.
Las mejillas del rubio se encendieron por el rubor y se cubrió la cara con la almohada.
- Mhmmmmhmm.- murmuró, incomprensible por la tela.
-¿Qué dijiste?
- Dije que sí, lo pasé bien.
- ¿Y entonces por qué estás quejándote? Tu eres el que dice que no debes arrepentirte de nada mientras lo hayas disfrutado.
Renjun giró sobre su pecho, mirando fijamente a su primo con seriedad inundando sus rasgos finos.
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Freedom • Noren
FanficRenjun estaba huyendo, y encontró a Jeno por casualidad. . . . . . . . . #03 en Reno♡