Capítulo 157: Días Pacíficos parte 4

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La luna estaba subiendo lentamente a lo alto del oscuro firmamento con algunas estrellas dispersas a su alrededor.

La brisa era un poco gélida, pero no hasta el punto de significar alguna molestia, por lo que era seguro decir que era agradable.

Las luces en los postes de la calle daban una perfecta y armoniosa iluminación que hacía sentir viva a la ciudad junto a los negocios que estaban abiertos y que empezaban a reunir más gente cuando la noche llegaba.

Y yo me encontraba teniendo una lenta pero relajante caminata por el lugar.

Parecía que había pasado una buena cantidad de tiempo desde que salí de esta manera por la ciudad, realmente era un sentimiento nostálgico.

Varios edificios fueron remodelados pero seguían ofreciendo el mismo servicio de siempre.

Supongo que era correcto decir que el tiempo a veces no cambia las cosas, si no que las mejora dependiendo de la situación.

Incluso después de la destrucción de la ciudad, los bares nunca dejaron de funcionar, aunque las tiendas que más sufrieron fueron las que vendían accesorios o joyas ya que n ese momento nadie tenía dinero o los recursos para darse esos lujos.

Ahora que lo pienso, me pregunto cómo estará el barrio rojo de la ciudad, me entere sobre ese lugar gracias a unos compañeros aventureros con los que usualmente bebo algunos días y me ofrecieron dar un tour por ahí y colaborar con mi primera experiencia.

Debo ser franco, en ese tiempo no tenía ninguna relación con Yuuna o siquiera había conocido a Ayli para ese entonces, por lo que su oferta fue muy tentadora y termine aceptando sin mucho retraso.

Jaja...pero hombre, el terror que sentí ese día no tiene comparación.

Cuando intente escabullirme de la mansión por la noche, fui interceptado por Misha y Yuuna, ambas con una terrorífica aura y sonrisas asesinas preguntándome a donde iba tan tarde en la noche.

Solo me quedo decirle que iba a tomar aire, siendo vigilado por ellas, y abandonando al final toda esperanza de poder reunirme con mis compañeros.

Hablando de ellos, me pregunto si estarán en el mismo bar de siempre...no los he visto en un buen tiempo así que sería agradable beber un rato  con ellos.

Decidí dirigirme al pequeño bar que siempre frecuentaba con mis compañeros aventureros, entrando a un pequeño local un poco elegante para estos lares, con algunas pequeñas mesas que estaban vacías, y una barra libre donde habían unos pocos asientos que estaban delante del cantinero, me parecía extraño que hubiera poca gente en el lugar y para mi sorpresa una persona conocida estaba sentada bebiendo en el lugar.

"¿Eleonor? Que sorpresa verte en este lugar"

Me senté al lado de la recepcionista general del gremio de aventureros de Arcella y una buena amiga que nos ha ayudado mucho desde nuestros inicios.

"Ho~, que sorpresa verte por aquí John, ya te dije que cuando estemos solo los dos puedes llamarme onee-chan~ ¿sabes?"

Jaja...eso no va a pasar, aunque la considere una hermana mayor, es demasiado vergonzoso llamarla de esa manera, ella ha dicho eso desde la vez que le dije que parecía una hermana mayor confiable y desde entonces me insiste que haga eso cuando no hay nadie conocido viéndola.

Solo espero que ella no tengo algún tipo de obsesión extraña con que la llamen de esa manera.

"No lo haré~, sabes que es muy vergonzoso decir eso, cantinero por favor deme un trago"

¡No me pidas que derrote al Rey Demonio~! (Primera Parte) CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora