Capítulo 49: Después de la gran batalla

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Tras comprobar la aniquilación total de Riornus a manos de la magia de Mizuki, con algunas dificultades pude salir del cráter que había provocado dicho ataque mágico y tras ver el estado de todas mis compañeras, de inmediato corrí a la ciudad de Arcella para pedir ayuda a los ciudadanos

Sabía que yo solo no podría atender a todos los aventureros que habían sido dañados en combate y por sobretodo Misha quien era la única que sabía magia de curación estaba herida e inconsciente delante de donde anteriormente solía estar gran parte de las murallas que protegían la ciudad

Y tras pasar lo que era la entrada principal de la ciudad o lo que quedaba de ella pude ver la condición de más de la mitad de la ciudad mientras esprintaba a la máxima velocidad que me permitía mi cuerpo


"Esto sí que es grave"


Todos los edificios habían sido destruidos y lo único que se podía reconocer eran escombros por todas partes sin quedar algo útil de pie

Tiendas, casas, tabernas todo lo que estaba a mi alrededor había sido azotado por la gran explosión que causo aquel ataque de energía oscura lanzado por Riornus


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No paso mucho tiempo hasta toparme con la calle en donde solía estar el gremio de aventureros donde también solo quedaban escombros irreconocibles de lo que solía ser ese gran edificio azul

Seguí corriendo lo más que pude hasta poder llegar al refugio que se ubicaba justo al medio de la ciudad y que había sobrevivido por poco al ataque de Riornus gracias a los esfuerzos de Misha y el grupo de aventureros veteranos

Este refugio tenía una forma cilíndrica hecho por unos ladrillos resistentes a los ataques mágicos y físicos, además de eso contaba con una fuerte barrera magia para una mayor protección la cual ya no estaba activa debido a la poderosa explosión que tuvo que soportar

Lo más curioso de este refugio era que las personas estaban resguardadas bajo tierra siendo la parte superior la más resistente para evitar un derrumbe


"¡Abran por favor, alguien!"


Estuve gritando mientras golpeaba la gran puerta de metal que daba al refugio con el único brazo que me funcionaba sin recibir respuesta durante algunos minutos


"¡Alguien, abra la puerta por favor!"


Pero yo no me iba a dar por vencido, por lo que seguí insistiendo cada vez con más fuerza hasta que la gran puerta se abrió haciendo que cayera al suelo y delante mío una joven de un corto cabello color naranja claro apareció ante mis ojos con el traje del gremio de aventureros

¡No me pidas que derrote al Rey Demonio~! (Primera Parte) CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora