Capítulo 170: Una pequeña historia

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"Así que..."  Tome un sorbo de té de la taza que acaba de levantar, mirando a la persona que estaba sentada al frente mío, la cual era Meling, la mujer limo y la líder del cuarto escuadrón quien estaba un poco nerviosa y abatida  "Tú y el señor Akram son amigos de la infancia y hasta ahora no has podido conseguir que él se fije en ti, por lo que eso llego al extremo en que decidiste vigilarlo constantemente ¿No?"  Puse la taza de te encima de la mesa mientras suspiraba.


"Si lo dices de esa forma, hace que parezca que soy una pervertida y una acosadora"


Ella respondió agachando la cabeza de forma pesimista a la vez que tomó un pequeño sorbo de té de su propia taza.


"No es que parezcas...realmente eres una"  Respondí, haciendo que Meling se atorara con el té que ella estaba bebiendo, observando su reacción con un poco de gracia.


Para resumir...después de encontrar a Meling acosando al señor Akram, ella entro en un modo de pánico e histeria hasta el punto de atacarme sin contenerse, por lo que tuve que suprimirla usando toda mi fuerza y al entrar al pueblo varias miradas se posaron sobre nosotros, lo cual fue muy incomodo.

Al final termine en la casa de a líder del cuarto escuadrón, que por cierto, es un poco más grande que la que en donde yo resido actualmente y esta decorada de una manera bastante sutil y acogedora.

Ella se calmo luego de unos minutos y procedimos a hablar civilizadamente después de que la desatara del nudo que hice con las partes elásticas y flexibles de su cuerpo. Entonces, de alguna manera, Meling comenzó a contarme la historia de su infancia, aunque no se lo había pedido.

...

Resulta que Meling y el señor Akram nacieron en un pequeño pueblo donde limos y hombres lagartos convivían en paz...crecieron junto a sus demás amigos por unos pocos años, hasta que un grupo de la iglesia Axxotica ataco sin piedad el lugar acabando con todos los residentes, los amigos de Meling murieron miserablemente y gracias a la ayuda del padre del señor Akram es que ellos dos pudieron escapar del lugar vagando por el extenso continente demoníaco solo con la comida y agua que el padre del señor Akram se había sacrificado para conseguir. Ellos dos tan solo eran unos niños que lo habían perdido todo de la noche a la mañana por lo que Meling estaba obviamente devastada.


"Entonces fue ahí que el señor Akram te brindo apoyo ¿no?"  Hice una pequeña acotación.


"Sí, a pesar de que ambos éramos jóvenes y no podíamos asimilar la situación, él siempre actuaba de manera madura y comprensiva conmigo e incluso cuando era una carga él nunca me abandono"   Meling respondió a mi pregunta con una pequeña sonrisa mientras ella sostenía su taza con una gentil mirada para seguir contando su historia.


Como era de esperarse la comida y el agua se les acabaron y estuvieron vagando por varios días mientras el agotamiento y la falta de comida les estaba cobrando factura, sobreviviendo solo a base de los pequeños insectos que encontraban de vez en cuando, hasta que llego un punto en que Meling no pudo caminar más y Akram tuvo que cargarla a pesar de que sus pies estaban claramente dañados.

El tiempo pasaba y ellos poco a poco exhalaban sus últimos suspiros, ambos cayendo en medio de la nada, mientras veían una silueta acercándose a ellos antes de desmayarse.

¡No me pidas que derrote al Rey Demonio~! (Primera Parte) CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora