Año 419 del ciclo número 20 del dragón.
Ciudad de Arcella.
El cielo estaba completamente nublado, la lluvia había comenzado a caer hace ya un buen tiempo cubriendo por completo todos los alrededores y la ciudad misma.
Todos los ciudadanos e incluso los monstruos del gran bosque se resguardaron debido a la intensidad de dicha lluvia que parecía asemejarse a un gran diluvio que provoco incluso que el gremio emitiera una orden de que se prohibían realizar misiones hasta que el clima se clamara.
Y, en una pequeña mansión en los extremos de la ciudad, los cuatro jóvenes que conformaban el equipo Ordinal Life: John, Misha, Yuuna y Mizuki; estaban en la sala principal de su hogar, cada uno pasando el tiempo de manera diferente esperando a que la gran lluvia terminara.
Yuuna se dedico a mirar tranquilamente el fuego que desprendía la fogata que hicieron al interior de la chimenea que fue controlada por la magia de la pequeña maga para que la lluvia no pudiera pasar por dicho lugar y apagarla, dejando a su vez que todo el humo producido por la combustión de la madera fluyera naturalmente al exterior.
Mizuki se sentó en el único sillón personal del lugar, completamente inmersa en su lectura sobre la teoría mágica más actual que compro hace un tiempo en la ciudad de Vilna.
John estaba concentrado tallando una pequeña estatua de madera, comenzando a darle la forma de un gran obelisco egipcio.
Misha estaba sentada a su lado tejiendo tranquilamente una bufanda negra, haciendo que John se sintiera un poco incomodo por como se desarrollaron las cosas ayer entre ellos en el baño, y ella lo sabía muy bien y estaba usando eso para molestarlo, ya que era divertido ver sus reacciones.
Los Silfis saltaban alegremente por el lugar, chocando entre ellos a modo de un pequeño juego para distraerse y esperar que el clima se tranquilizara.
Limo, el caballo-armadillo, se encontraba al lado de la chimenea, recostado como lo haría un perro en busca de calor, puesto que la lluvia era tan fuerte y seguramente su pequeño establo no la soportaría.
Todos estaban pasando un armonioso tiempo de tranquilidad a pesar del gran diluvio que se cernía afuera.
El cielo se oscurecía cada vez más y se podían escuchar claramente los relámpagos del firmamento.
Nada estaba fuera de lo normal en dicha tormenta...
Hasta que un fuerte trueno cayo cerca de la pequeña mansión, alertando a todos los presentes por la repentina y poderosa presencia que apareció tras el impacto del fenómeno climático, desbordando una gran cantidad de poder mágico.
Los más sorprendidos fueron John y Misha, puesto que ellos dos conocían muy bien a quien pertenecía dicha presencia y poder mágico, por lo que, a pesar del gran diluvio que se cernía sobre la ciudad, ambos fueron directamente a las afueras de la mansión siendo seguidos por Yuuna y Mizuki, ambas confundidas por la actitud precipitante de sus compañeros.
"¡John, Misha ¿Qué sucede?!" Yuuna grito para poder llamar la atención de sus compañeros.
"¡No tenemos tiempo para explicarlo!" John fue el que respondió rápidamente a la pregunta de Yuuna, mientras su cuerpo era inmediatamente empapado por el diluvio mirando hacia la dirección en donde cayo aquel rayo.
Todos pudieron notar como del área quemada en donde aterrizo aquel fenómeno producido por la naturaleza, una silueta cubierta por una gran túnica negra comenzó a caminar hacia su dirección, haciendo todo lo posible para poder mantenerse de pie.
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¡No me pidas que derrote al Rey Demonio~! (Primera Parte) Completa
Fantasy¿Que harías si después de una serie de desafortunados accidentes terminas falleciendo y siendo reencarnado en otro mundo con la misión de derrotar al rey demonio siendo tan solo una persona normal si ningún tipo de poder especial? ...ese es el caso...