Capítulo 162: Días Pacíficos parte 9

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El sol comenzaba a salir, algunos animales hacia sus correspondientes sonidos para dar la bienvenida a la mañana.

Los rayos del Sol comenzaban a entrar lentamente por la ventana de mi habitación, haciendo que poco a poco mis parpados se abriera lentamente.

No quería despertar...ya que la cama se sentía realmente cómoda, en especial aquella suave sensación que recorría mi cara como si dos suaves y redondos algodones estuvieran siendo frotados contra mi cara.

¿Eh?

¿Dos suaves y redondos algodones? ¿Desde cuando tengo esas cosas en mi cama?

Al abrir rápidamente mis ojos para ver de que se trataba aquella misteriosa sensación.

Ante mis ojos aparecieron dos aureolas rosadas que pertenecían a dos masas de una suave piel, elevando poco a poco mi mirada para toparme con el rostro dormido de una joven mujer de cabello color esmeralda cuyo cuerpo estaba completamente indefenso con varios rastros de ropa desgarrados.


"¡Whoa ¿Qué demonios?!"


No pude evitar sorprenderme y sobre exaltarme al encontrar a Misha desnuda en mi cama, lo cual provoco que diera un salto hacia atrás y cayera de la cama golpeándome fuertemente la cabeza.


"Joder...eso dolió..."


"¿ummm?"


Al parecer mi grito y el ruido que hice al caer de mi cama, provocaron que Misha despertara, y lentamente se sentara en l a cama mientras la luz del sol iluminaba como ella había sido traída al mundo.

Misha había vuelto a la normalidad, su cuerpo ya no era el de una niña pequeña de 12 años si no el de una hermosa joven completamente desarrollada...eso significaba que el efecto de la poción había terminado...y por ende...la pequeña Misha había desaparecido por siempre.

Es un poco triste que esto haya sucedido tan rápido justo el día después de que le dije que viviera su vida al máximo...pero al menos sé que ella se fue con una gran sonrisa en su rostro, por lo que solo quedaba cumplir la promesa que le hice.


"¿Eh? ¿Por qué estoy desnuda y en la habitación de John?"


Misha parecía realmente confundida por su actual situación, cubriéndose con las frazadas de mi cama y viendo como estaba tirado en el suelo, poniendo una linda expresión pensativa, llegando a una conclusión luego de unos segundos golpeando su puño derecho contra su palma derecha a forma de decir "lo tengo".


"¡Oh ya veo, acabamos de subir las escaleras de la adultez!"


"¡Ni una mierda hicimos eso!"  Tuve que negar aquella declaración inmediatamente.


"¡¿Ehhhhh?! ¡¿No vas a asumir la responsabilidad?!"


"¡¿Por qué tendría que asumir la responsabilidad de algo que ni siquiera hice?!"


"¿Ha~? Entonces tú y yo...no..."


¡No me pidas que derrote al Rey Demonio~! (Primera Parte) CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora