¿Que harías si después de una serie de desafortunados accidentes terminas falleciendo y siendo reencarnado en otro mundo con la misión de derrotar al rey demonio siendo tan solo una persona normal si ningún tipo de poder especial? ...ese es el caso...
En las afueras de la ciudad de Arcella una gran tensión se podía sentir por todo el ambiente debido a dos gigantescas fuerzas que estaban a punto de colisionar
Una de estas presencias se trataba de la aventurera más fuerte de la ciudad quien empuñaba su mortal espada de Mitirita, considerado como el metal más resistente del mundo junto a su vestimenta protectora hecha de plumas de Fifnir
Quien apuntaba su espada contra una abominable entidad cuya fuerza iba más allá de la compresión humana conocido como Riornus, uno de los cuatro Generales del Rey Demonio, quien hace unos momentos había revelado su verdadera identidad como una armadura maldita nacida producto del odio acumulado de los demonios a lo largo de cientos de años, y blandía una gran espada que emitía una aura muy siniestra y oscura
Ambos adversarios estaban observándose en silencio sin hacer ningún movimiento mientras analizaban en profundidad la habilidad de cada uno
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"Interesante...un humano capaz de ejercer tal presión es digno de admirar...esto será divertido"
El primero en romper el silencio que reinaba el lugar fue Riornus que sin dejar su guardia descuidada, halagó a la espadachina rosada
Pero Yuuna ignoró las palabras de la armadura maldita y siguió en silencio con una seria mirada dirigida a su oponente mientras aumentaba la fuerza en el agarre del mango de su larga espada para poder atacar en cualquier momento
"Supongo que será mejor que hablemos con nuestras espadas, ¡Ven, Humana!"
Riornus se posiciono defensivamente invitando a Yuuna a que realizase el primer movimiento lo cual hizo que la espadachina rosada flexionara un poco las rodillas mientras ponía su espada como si la estuviera envainando y...
"!¡"
De un imperceptible movimiento con ayuda de la gran fuerza de sus piernas, Yuuna logró acercarse en un instante a Riornus creando una estela rosada a su paso dejando al General del Rey Demonio sorprendido
La espadachina rosada dirigió su arma en dirección al cuello de su oponente con una velocidad y fuerza sorprendentes que hicieron retroceder una gran distancia a Riornus al momento de bloquear el feroz ataque
Sin embargo, el ataque de la joven de cabello rosado no se detuvo ahí, luego de que su primer golpe fuera bloqueado, desvió la gran espada de Riornus enterrándola en el suelo dejándolo desarmado y sin perder ni un segundo dirigió su espada al centro del cuerpo de su oponente
