¿Que harías si después de una serie de desafortunados accidentes terminas falleciendo y siendo reencarnado en otro mundo con la misión de derrotar al rey demonio siendo tan solo una persona normal si ningún tipo de poder especial? ...ese es el caso...
Era el día siguiente después del pequeño altercado con el equipo del héroe, Misha ya se había tranquilizado y nos encontrábamos desayunando tranquilamente en el comedor de la posada después de haber hecho el entrenamiento diario de Yuuna
No hace falta decir que ella cumplió su palabra de hacerme correr tres vueltas más alrededor de la ciudad, lo único bueno es que ella me acompañó en ese trayecto mientras Misha y Mizuki se quedaron mirando
Gracias a dios Misha no fue tan mala conmigo y lanzo un poco de magia curativa para que mis piernas se recuperaran...
El desayuno era lo de siempre, unos cuantos trozos de pan con una pequeña porción de mantequilla junto a una sopa sencilla de verduras, era una mañana tranquila como cualquier otra sin que nada perturbara este pacifico momento...pero estaba muy equivocado
Las puertas del comedor de la posada se abrieron abruptamente y la voz de un chico que pensábamos no volver a oír de él se escuchó por toda la habitación
"¡Señorita Misha, ¿se encuentra aquí?!"
No era otro más que el héroe Ryuji a quien tan solo hace un día Misha había abofeteado y rechazado... ¡¿pero qué demonios hace irrumpiendo de ese modo en la posada?! Del gran ruido que se hizo al abrir las puertas me hizo sobresaltar haciendo que parte de la sopa cayera en mis pantalones...menos mal tengo otro par
La habitación quedo en un profundo silencio mientras trataba de limpiarme el pantalón con uno de los pañuelos que compre tiempo atrás por la ciudad, el héroe estuvo examinando el comedor en busca de mi compañera hasta que la encontró y con una gran sonrisa se acercó rápidamente
"¡Señorita Misha, que bueno es verla tan temprano!"
Todos los presentes en la mesa quienes éramos Yuuna, Mizuki y yo pusimos una cara de mal gusto al ver al héroe acercándose tan felizmente a nuestra mesa, al parecer sus compañeras no habían venido esta vez con él
Pero la que más estaba disgustada por ver la cara del héroe no era otra persona más que Misha quien le estaba dirigiendo una mirada como si de un gusano revolcándose en su baba estuviera frente a ella y de un gran golpe mando al suelo al héroe
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"¡¿qué es lo que estás haciendo aquí?! y deja de hacer tanto escándalo ¡¿no ves que estoy desayunando con mis compañeros?!"
Ella no emitía ningún signo de querer hablar amistosamente con el héroe y deseaba que este tipo desapareciera de su vista en este preciso momento
