El trato por ganar tu corazón (Vaggie X Alastor).

Solos en mi Habitación

Narrador:

Alastor quedó completamente mudo al igual que ella, sus miradas estaban clavadas en la del otro, pareciera que ninguno tenía el valor de decir algo y así fue hasta que unos segundos después Alastor tomo la iniciativa.

A: Emmm ¡Cariño! Es tarde ¿Qué haces a estas horas?.

V: ¡Oh! Emm No puedo dormír, tengo muchas cosas en la cabeza. ¿Y tú?.

A: Pues sería lo mismo.(¡Genial! No sólo las tonterías de Charlie sobré Vaggie si no que ahora Vaggie me encuentra cuando tengo la cabeza en otra parte) Si-si lo deseas podemos charlar sobre eso.

V: ¡Claro! Sería bueno hablar con alguien, más cuando es alguien tan listo como tú jeje.

A: Gra-gracias cariño jeje... No creo que este sea el mejor lugar para hablar.

V: Tienes razón ¿Vamos a la cocina?.

A: No es el lugar más adecuado. ¿Vamos a mi cuarto? Allí tendríamos privacidad.

V: ... (¿Qué dijo?).

A: ...(¿Qué dije?).

V: (¿Qué ago?).

A: (¿Qué hice?).

Sombra de Alastor: (¡¿Qué hiciste cabron?!).

Vaggie entrelazó los dedos con mucha pena en su mirada y Alastor solo se aclaró la garganta disimulando su rostro confundido ante lo que dijo.

V: ¡Cla-claro! Con gu-gu-gusto.

A: ¡B-bi-bien! Vamos entonces.

Alastor caminó con prisa seguido de Vaggie, ambos mirando al frente con temor a la mirada del otro y fue así hasta que llegaron a la puerta de la habitación de Alastor.

A: Aquí estamos.

V: Si... So-Solo hay que entrar...

A: En mi habitación...

V: Solo nosotros...

A: En la noche, en un hotel...

V: Justo en el pasillo que sigue vacío...

A: En el cual mi habitación es la única ocupada...

No pudieron cerrar la bocota y dejaron salir comentario tras comentario estúpido que los puso más nerviosos y avergonzados frente a la puerta.

A: ¿E-Entramos?.

V: Cl-cla-claro.

Finalmente Alastor abrió la puerta y dio paso amablemente a su compañera que solo se paró en medio de la habitación quieta sin tocar nada.

A: (Solo hablaremos Al. No dejes que las tonterías de Charlie te afecten).

Cerró la puerta dándole un escalofrío a la pobre Vaggie que solo seguía jugando con sus dedos mirando hacia abajo.

A: Ven, sentemonos en la cama.

V: Está bien.

A: (Ya estamos aquí, solo hablaremos y nos dormiremos cada cual en su cuarto).

Un par de segundos de silencio inundaron la habitación hasta que Vaggie tuvo el valor de hablar.

V: ¿Comienzas tú o yo?.

A: Las damas primero.

A: De dónde vengo es "los viejos primero" jaja.

Una sutil broma se le escapó y eso ayudó a calmar el ambiente.

A: Pues de donde yo vengo es "hasle casó a tus mayores" así que comienza tú.

V: No eres mi jefe... Bueno, de echo podría decirse que si, Emm.