El trato por ganar tu corazón (Vaggie X Alastor).

Exagerar Mucho

Narra Vaggie:

Después de ese momento vergonzoso y de intentar hacer entender a Charlie que no pasó nada importante, finalmente me libre y pude calmarme un rato hasta la hora de cenar, dónde todos curiosaban y no aceptaban la explicación que les daba y fue así hasta que Alastor y Charlie los callaron a todos.

A: Muy bien todos, cuando terminen su cena prepárense para dormir, deben recordar que tenemos más huéspedes que antes y debemos estar bien descansados para el trabajo.

Á: No seas aguafiestas sonrisas. Pensaba divertirme un poco esta noche.

No sé porqué pero me molestó que Ángel fuera tan irrespetuoso con Alastor pese a que se comportó muy bien hoy.

V: Alastor tiene razón Ángel, deberías dormir temprano.

Á: ¡Cállate perra! Are lo que me dé la gana, después de todo también soy un empleado de este hotel.

A: !Mi estimado colega! Le recomiendo ser más educado con la señorita Vaggie.

Á: ¡Ja! ¿Y por qué sería más respetuoso con está?.

Parecía molestó con migo por alguna razón. Charlie se asustó de que esto se fuera a más e intervino.

C: Chicos... Calmense por favor.

Á: ¡Ya estoy arto de que me digan que hacer! Ya de por si es mucho tener que ser bueno por qué me lo pidas como para tener que aguantar a la tuerta jajaja.

Ya se estaba propasando con migo y mi sangre comenzó a hervir pero la mano de Alastor en mi hombro me sorprendió y me calmó.

A: Ahhh. Te recuerdo Ángel que eres el único que no aporta algo importante a este hotel más que repartir volantes, solo por solicitud de Charlie eres aún un "empleado" en vez de un huésped común, a diferencia de la señorita Vaggie que día a día se merece su puesto.

Cuando dijo eso me miró y me dio una suave sonrisa dejándome pensando en ni yo se que.

V: Gra-gracias...

Á: ¡Agradece que ago algo! Para que lo sepas; preferiría irme antes de ser un idiota común de este hotelucho, pues con este cuerpo debería ser admirado por todos los idiotas de aquí y eso incluye a la perra de un ojo.

Volví en mí al escucharlo ya arta y dispuesta a gritarle todas sus verdades a Ángel.

V: Óyeme tú pedazo de- eh?.

Alastor puso su mano frente a mí rostro deteniéndome antes de perder el control.

A: Pues es cierto que eres libre de irte si quieres Ángel.

Á: Lo sé! Así que agradece que sigo aquí.

Alastor puso ambas manos en la mesa mirando seriamente a Ángel.

A: Tú deberías agradecer seguir aquí.

Á: ¡¿Disculpa?!.

A: Aquí recibes alojó, comida y aunque no sea mucho; un empleo honrado en vez de regalarte a cualquier sucio gusano del infierno cómo estabas acostumbrado.

Todos guardamos silencio, lo que Alastor decía era fuerte y para alguien como él, ese lenguaje no era muy común.
Ángel se enfado mucho y se puso de pie azotando las manos en la mesa.

Á: ¡¿COMO TE ATREVES?!.

Alastor también se puso de pie frente a Ángel y aunque fuera más bajo que él, su enorme presencia lo hacía parecer gigante a comparación y más aún con la vos tan profunda y aterradora que salió de él.