Capítulo 5

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•Contrincantes•

Vamos URSS... Dime

Me — vacila URSS.

NO JUEGUES CONMIGO

¡¿Qué quieres que te diga?!!!! — URSS le metió un mordisco a su carne, por poco se come el dedo.

Saulo rueda los ojos — Ya te lo pregunté como diez veces — dice irritado.

Cabron, estoy comiendo — espeta el soviético a lo muy mexicano mostrando su carne.

Saulo da una bocanada de aire y se ve en la obligación de repetir la pregunta.

¿Qué es lo que le gusta a Natalia?

URSS se toma unos segundos para pensar mientras se rasca un poco su panza. Cuando se rasca se concentra mejor.

Claro, según el.

Pues mira... Le gusta pintar, sobre todo en abstracto, ¡escribir! Eso esta mas que claro — se señala a el mismo mientras sigue hablando.

Y en otro lado... Mas específicamente en la entrada.

Wey... Esta chikita no mames — refunfuña México.

Mexxxxx... Te lo suplico — el mapita con ojos se hinca.

Pinché ridículo no mames... Mi esposo me espera — espeta el mexicano.

— ¡Amor! ¡Ya te tardaste! — se escucho la voz de Rusia desde afuera

—¡ Ya voy! — anuncia México y se vuelve al mapita — Me tengo que ir wey... Ahí los vidrios.

México se da la vuelta para ir a la salida pero de la nada Historia para tontos se arrastra abrazando fuertemente el pie del mexicano.

México abre sus ojos en grande y patalea para que este se suelte, pero sus intentos son inútiles ya que el mapita se aferra aún más.

Como una sanguijuela.

NO MAMES YA SUELTAME — vocifero aterrado el mexicano por la actitud del contrario.

AYUDAME A CONQUISTAR A NATALIA POR FAVOR —

QUE ESTA CHIKITA CHINGADAMADRE —

SI NO ME AYUDAS NO TE SUELTO — amenazó el mapita.

CULO SI NO ME... — México fue interrumpido por el sonido de la puerta que se abrió de manera abrupta y violenta.

SUELTA A MI HOMBRE —

Rusia entró muy enojado, los ojos tornándose amarillos.

México lo miraba atónito...

Y enamorado joder claro que si.

En ese momento el mapita con ojos sintió el verdadero terror y se meo.

Bueno no se meo, pero casi se mea, eso ténganlo por seguro.

Soltó a México e inmediatamente corrió por su vida. Sin embargo, Rusia sonrió ladino y con unos cuantos pasos lo alcanzó tomándolo del cuello.

Lo elevó separando sus pies del suelo y preparo su puño para estamparlo en la cara del mapita.

—¡Aguanta Rusia! — México quizo interferir.

Pero...












-—- ¡¡¡CRACK!!! -—-











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