Capítulo 13

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•. El misterioso amor. •
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Natalia se quedó tiesa en la entrada, ni si quiera parpadeaba, todos miraban curiosos la entrada.

-—-¿Quién era? -—- todos se preguntaban

En ese momento todo hizo clic en el cerebro de Muñiz, que se levantó también y fue corriendo a auxiliar a su amiga.

Néstor — mascullo Muñiz con sorpresa y sin saber que hacer.

AH ¡Muñiz! ¿Qué tal? —saludó el joven con mucho entusiasmo — Mira Nat —Nestor rebuscó en su mochila — Traje películas no disponibles en Netflix con un final de lo mas mierda que puedas imaginar —el chico se las mostro sacando unas tres de tantas.

— Nos desvelaremos y nos quejaremos de ellas por lo mierda que son. Tú también estas invitado al plan Muniz ¿Qué dices?

Muñiz y Nat seguían inmóviles.

México ya no aguantaba la curiosidad y se puso de pie.

Mex, no — Rusia quiso detenerlo.

Mis huevos que, yo no me quedo con la curiosidad. Soy una vieja chismosa. —

En ese caso —Azteca se puso de pie —Te acompaño mijo, vamos.—

Madre e hijo sonrieron y corrieron a la entrada para resolverse de dudas

— ¿Qué sucede? —pregunta Nestor algo desconcertado.

Te hable vato... y no me contestabas ¿Por qué? —pregunta Nati.

Porque se me acabaron los datos — contestó el contrario sincero — Irónico lo sé.

— ¿Quién es este we? — interrumpe Mex.

Natalia y Muniz se voltean a Mex y Azteca. Los antiguos guerreros ven curiosos a la visita, Néstor sonríe agitando su palma para saludar.

— ¡Hey! ¿Qué tal? — dice muy amigable el chico.

Natalia, en su desesperación, empuja a Muñiz, Mex y Azteca y cierra la puerta quedándose ella con Néstor afuera

¿Qué fue eso Nat? —

Tengo un pequeño gran problema Nes... No puedo ver películas con un final de mierda para al final quejarnos mientras comemos sándwiches de helado —

— ¿Por qué no? —Néstor pone ojos de perrito desilusionado —¿Qué es tan grave? ¿Qué problema puede ser tan difícil de resolver? Te puedo ayudar si quieres — el chico dio dos saltitos que removieron el corazón de Nat.

Sin embargo, no era tiempo de rosas y corazones. Tenía el problema en su casa y en su propia mente.

Es aún más complejo que destapar el baño Néstor. ¿Comprendes? —

Claro que comprendo. Si no soy tonto. Invítame a pasar y te ayudo con lo que sea —

Nat sonrió tontamente, pero negó con la cabeza —No puedo —

Néstor entrecerró los ojos y sonrió de lado — ¿Qué escondes Nat? —

Nuestra galletita se estremeció y dio un respingo riendo nerviosa — Nada wey —rió forzada.

No te creo —paso de lado de Natalia con intención de abrir la puerta y entrar.

NESTOR NO —

Amantes de la Historia ||X a c a s s||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora