La dieta

687 10 0
                                    

Era tanta la emoción, hasta me puse una la alarma justamente para despertarme para desayunar y a la vez salir a ver las tiendas y supermercados abiertos, ahora, también tenía conciencia de mi metabolismo el cual se hizo bastante rápido gracias a los vegetales  y ejercicios, intuyendo eso ni siquiera me moleste en estar frente al espejo para ver una mejoría. Fui a lavarme la cara y a bañarme para arreglarme y salir. Obviamente me faltaba el desayuno, específicamente mi favorito siendo cereal de malvaviscos aunque...recuerdo algo, los productos lacteos engordan si los suplantas con leche, eso era de ponerlo a prueba.

Al terminar de comer lave mis utensilios para luego traer mi mochila vacía, esa idea la tenía cuando estaba desayunando, aunque no la llenaría tanto la primera vez, siempre es útil tenerlo presente por el tema del medio ambiente y su impacto con el plástico. No me arregle el cabello porque me gusta andar despeinado, sin embargo me las arregle para no parecer un zombi apestoso, deje una nota y salí de casa procurando tener las llaves de esta embarcandome en una aventura por buscar la comida más deliciosa según mis gustos.

Haciendo memoria recordé una de mis cosas favoritas y es el yogurt, me encantaba beber uno todos los días, probaba de todos los sabores siendo el de menta mi favorito, también frecuentaba pastelerías por la tarta de limón y en tiendas compraba chocolate...bueno, pensándolo bien, era de comprar más postres, eso es delicioso si, pero aburrido. Entonces decidí cambiar por hoy y comprar snacks y sodas, aunque no llenaran mucho, igual estoy de vago por lo cual puede afectarme el estar jugando y comer, lo cual no suena tan mala la idea.

Decidido me fui al supermercado a comprar de las grandes, claro había de todo, nachos, taquitos, papas, galletas y cuanta cosa mostraban. No me gustaba mucho lo picante, entonces decidí ir por lo seguro comprando papas de barbacoa, nachos de queso y galletas de chocolate. No quería atiborrarme al principio entonces compré una de cada cosa elegida más una botella mediana de soda de jengibre. Esto era como un experimento, necesitaba saber cómo me afecta el estar inerte y comiendo este tipo de cosas aprovechando también de darles una primera impresión.

Pague y regrese a casa para cerrar la puerta, con la mochila fui al cuarto emocionado para hacer la prueba, ordene todo y me senté en el puff, encendí la consola a volumen bajo, apenas son las 7:30 am procurando ser rápido a hacer esos mandados y descubrí que todos están dormidos, fue entonces cuando entre al juego y me puse a jugar comiendo las papas en el proceso, por suerte la bolsa no es engañosa, estaba hasta arriba de papas las cuales comía constantemente. Y así fue, comí y jugué esperando sentir algo y efectivamente, mi panza gruñía por llenarse bastante aunque eso no me detuvo de seguir comiendo, las calorías al no estar quemándose para ser suplantadas por energía me engordaban, a un paso lento por ser poco aún, eso me hacía sentir muy bien, calmado, relajado, sin problemas ni tensiones, sinceramente prefería engordar y relajarme que estar en forma y sobre exigir mi cuerpo haciendo mucho ejercicio.

Conforme comía los gruñidos se hacían más notorios, también al pasar el tiempo y no moverme tanto se sentía como mi cuerpo se hacía más suave, la estructura ósea que se notaba se cubría conforme comía y terminaba la bolsa de papas y nachos, de postre bebí la soda con las galletas sintiéndome bastante adormilado, claro al terminar pause el juego y me dormí con aquellos gruñidos acompañándome y las calorías haciéndome subir de peso.

Claro se sentía como si a un globo lo inflaran con agua, lo primero que estaba sintiendo    ajustado era: el pantalón y la camisa en ese orden respectivo, aumente como 4 kilos con eso, ser sedentario ayuda con eso y más si no has movido un solo dedo después de comer dos bolsas grandes de papas y nachos, una botella mediana de soda y un paquete entero de galletas siendo todo rico en calorías, bueno, gordo...no tanto, si se notaba como mi panza estaba más redondita, mi pecho más notorio, las mejillas más redonditas y el trasero más gordito.

Subir cuatro kilos no me colocaba en un lugar tan descabellado, más bien era como una idea de cómo estaría más adelante, claro para cualquier atleta era una pesadilla, para Ku era un sueño, lo que me imaginaba era alzar mi panza y hacerla rebotar, por el momento no podía hacer eso, pero más adelante si, por el momento me concentraría en algo muy importante, como hago para divertirme mientras espero el almuerzo? Bueno iré a ver en la cocina si hay algo para comer.

No sé si mis padre sabían, pero lo primero que vi y no lo pude creer era una caja de donas, precisamente de chocolate, sin levantar sospechas me la llevé al cuarto y la dejé ahí para abrirla en la mesa, sentarme y empezar a comerlas lentamente, mi panza empezaba a gruñir, claro las donas eran algo pesadas pero deliciosas, me enganche bastante al comerlas, dejar de comerlas era imposible pero mi panza me lo suplicaba bastante. Al terminar sentí que iba a explotar por lo lleno, sin embargo, es una sensación medio agradable y estorbosa a la vez, era inexplicable, no sabía si me gustaba o no y por lo pronto caí dormido en la mesa, mi apetito no era tan bueno como antes, comer esa caja más bien me hubiera dejado con hambre, pero bueno, ya no existe un "si hubiera" ahora existe el "lo haré sin importar lo pasado" nada de lo escrito en una máquina se puede devolver, solo si intentamos salir adelante mirando al frente podemos lograr cualquier cosa, incluso hasta logramos tener una oportunidad más para lograrlo.

Unas vacaciones dulces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora