Unas vacaciones dulces.

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Al abrir la puerta veía a mi madre en la cocina preparando el desayuno, era algo difícil de ver o de creer pues no ha estado en casa desde el inicio del verano. Cerré la puerta como normalmente lo haría, luego de eso me acerqué a la cocina confirmando aquello...vi a mi madre  interactuando con mi padre, era algo lo cual no me esperaba ver pues estaban peleados —Me alegra que estes interactuando con tu hijo— decía mi madre cocinando waffles con delicadeza —si... pensé en tus palabras...me dejaron pensando por días— decía mi padre pensativo mientras veía a la mesa —Bueno cariño ¿te parece empezar de nuevo todo esto?— preguntaba mi madre con una sonrisa extendiendo los brazos para recibirlo en un abraso —claro, esta vez no quiero tener problemas con nuestra relación como familia— respondía levantándose para darle un abrazo siendo este el más suave recibido en su relación —y hazme un favor, no te deshagas de esa panza— le decía riendo un poco mientras continuaba con el abrazo por un minuto más —¿No te preocupa que nuestro hijo esté tanto tiempo fuera?— preguntaba papá con cierta preocupación —me preocupa más los agresores que se topan con el— mencionaba con confianza mientras se soltaba para continuar cocinando.

Al escuchar eso, me avergoncé un poco pues daba la casualidad que, hoy en la mañana estaba lidiando con uno —¿Cielo, me puedes decir porque huele a malvaviscos?— preguntaba mi madre sonriendo mientras me terminaba una ronda de cocina —¿Será porque tu hijo está comiendo una bolsa?— le contestaba casi que llorando de la emoción al verla. Ella se volteo lentamente viendo a aquel hijo adorado por darle un sentido a su vida , se quitó los guante y me abrazo fuertemente sintiendo aquella emoción —Te extrañe tanto...no sabes como me hace falta verte, tuve un bajón en mi calidad de trabajo y pues...mi jefe se enteró de la situación. Me dio el trabajo cerca de aquí además de todo el verano, así podré verte más seguido— me decía con emoción mientras se sostenía de mis hombros  —No saben lo feliz que me hace ver a ustedes dos unidos, ansiaba este momento como no tienen idea, ahora bien...mientras termino de cocinar puedes sentarte y contarnos como te fue en la caminata— mencionaba mientras volvía a la acción.

Les conté cómo un agresor estaba golpeando a un chico, como lo salvé y la conciliación madre e hijo —Así que, no solo lo rescataste, si no también ayudaste a mejorar la relación maternal ¡eso es increíble hijo!— decía mi padre con asombro —y le mostraste la panza al chico ¿como se lo tomó?— me preguntaba con curiosidad —Se lo tomo muy bien, hasta le gustó— decía algo avergonzado mientras lo tenía grabado en la mente —es bueno que hagas amigos, normalmente no sueles socializar mucho— comentaba mientras terminaba la segunda tanda —Bueno jeje algún día tenía que surgir ese cambio— mencionaba sonriendo mientras alzo mi panza orgulloso notándose los 90 kilos de peso.

Después de un gran tiempo, terminaba todas las tandas posibles, en tres platos servía raciones diferentes: ella se servía una porción normal de Hotcakes, a mi padre le sirvió una ración más grande y a mí prácticamente me sirvió una montaña . Los tres nos sentamos para poder concentrarnos casa quien en el desayuno. Mi padre seguía con la competencia de comer más rápido siendo este un reto difícil tratándose de un contrincante difícil como lo era mi persona pues aún con la ventaja de tener menos que yo, termino perdiendo por un par —volví a perder, pero no me rendiré hijo, algún día te venceré— me decía de la manera más competitiva posible —eso quiero verlo— le contestaba con una sonrisa alzando mi camisa hasta el pecho notando mi panza llena y gruñente —bueno, al menos es una competencia sana— decía mi madre con una leve sonrisa al ver a sus dos favoritos convivir.

Los dos terminaríamos bastante llenos en ese entonces, sin embargo, como mi madre me conocía, me sirvió otra tanda igual a la anterior para terminar todo —cariño ¿puedes servirme más? Creo que todavía puedo— decía mi padre manteniendo la competitividad en su esplendor —Muy bien, suerte con ganarle cariño— advertía sonriendo mientras le daba lo ultimo siendo una ronda igual a la mía. Le di ventaja de tres Hotcakes para no sentirme mal, luego medí el tercero para empezar a comer rápidamente.

Esta vez había mejorado mucho, casi me gana por una, sin embargo, se terminó llenando antes apoyándose en la silla —uffff...creo que si como más reventaré— decía mi padre frotando su panza suavemente, mientras yo me podía comer hasta el sobrante quedando bastante llenito igual —Jeje ya mejorarás padre, ya mejorarás— decía como si fuera mi discípulo mientras me quitaba la camisa para estar más cómodo. Esto era increíble, estaba compitiendo codo a codo con mi padre, un momento el cual atesoraré por mucho tiempo.