El control de la vanidad

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La magia tiene sus pros y sus contras, un ejemplo de ello es cuando tenia como deseo ser el más lindo de todos, tal vez me pase un poco en eso al tener ya el trasero tan grande como un sofá. Mis hermanos estarían preocupados y a la vez asombrados mientras el mayor le daba indicaciones sobre cómo controlar dicho deseo:
—Muy bien! Tienes que mantener la calma, al hacerlo sabrás controlar más tu tamaño y no te perjudicará tanto— Exclamó mientras intentaba verlo mientras le daba masajes para calmarlo mientras el menor abrasaba su trasero con mucho cariño.

Al escucharle mantenía la calma entendiendo bastante rápido por el bien de nuestra casa empezando a reducir el tamaño poco a poco dejando al hermano mayor suspirando de alivio mientras yo frotaba mi hombro suavemente, con las orejas agachadas y algo culpable:
—Perdón por todo eso, a veces no sé controlarme y...pierdo el control— decía mientras veía al suelo mientras me sentaba. Aquellos dos se sentaban a la par mía tocando mi hombro y sonriendo:
—De echo tu hermano y yo tenemos el mismo deseo, verte así nos agrado más de lo que nos preocupó jeje—
Decían mientras lo abrazaban los dos moviendo la cola y aceptando el deseo engordando también junto a mi:
—Gracias chicos, son los mejores hermanos que un gato puede tener jeje, emmm...no creen que se están pasando con tener el trasero grande?— comentaba mientras sentía como aquellos dos me empezaban a aplastar al estar en medio, ah! No les había hablado de mi hermanito? El es igual a mi, pero en 8 años y con una gran admiración hacia mi persona y a pesar de lo que es, podía engordar bastante.

Mi hermano mayor el cual se llama Alex...de él me gustaría hablar con ustedes es...el mejor, me da consejos cuando me siento mal y es un excelente futbolista, es todo un prodigio en la secundaria la verdad y me estuvo hablando de su posible retiro del deporte y engordar igual a mi. Por el otro lado tenemos a Ben, es un poco flojo en los ejercicios, pero es muy inteligente y enérgico, juntos nos propusimos a hacer una pijamada algo especial para experimentar nuestras nuevas habilidades y jugar entre nosotros un buen tiempo para pasarla bien, al estar en confianza chocamos entre nosotros el trasero sintiendo bastante suavidad y comodidad al mismo tiempo.

Los tres nos dirigimos a mi cuarto para experimentar más cómo podíamos manipular nuestro peso y tamaño, bien...podíamos aumentar el de nuestro trasero eso es muy seguro pero...podríamos con la panza? Como era de esperarlo Ben lo descifro primero haciendo que su camisa se suba hasta el pecho, hablando de eso...también podríamos hacerlo ahí? Pues Alex no tardo en averiguarlo. Una vez descubierto todo solo debíamos de elegir la distribución, como nos gusta sentir estar con peso extra: a Alex fue extraño, pero le gustó la idea de tener un gran pecho, panza bastante notoria con algo de caderas, a Ben le gustó ser panzón y suave como una almohada y en cuando a mi, pues...me gusto mucho tener un trasero bastante grande como para ocupar unas dos sillas enteras y una panza notoria.

Algo que ellos me han estado oculto es que, a pasear de gustarles la distribución elegida por ellos, les gustaba mucho la mía y de vez en cuando la adaptarían para tomarme por sorpresa, como los dos son de hacerme algunas bromas cuando estamos pasando tiempo los tres me daban una nalgada cada uno lo cual era inevitable para mi sonrojarme aunque sea un poco, de ahí empezamos a pasarla bien con juegos de mesa, juegos de video e incluso algunas competencias de comida ganándoles por bastante riendo algo orgulloso y con la panza llena:
—Necesitan aprender mucho todavía jeje— les decía desatorando algunos residuos con un palillos de dientes mientras palmeó mi panza viendo a aquellos dos estando bastante llenos y quejándose un poco al respecto, tuve que masajear sus panzas para ayudarles a pasar el dolor y seguir con el tiempo juntos un rato más.

Después de un gran tiempo juntos nos fuimos a dormir cada uno en nuestras respectivas habitaciones quedándonos con el recuerdo de aquella noche mágica

Unas vacaciones dulces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora