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|Omnisciente|

Kai yacía caminando por las oscuras calles de la ciudad con tranquilidad, siendo el único ruido los pasos de su caminar y vehículos que pasaban cerca suyo. Con el clima calmado, una Luna brillante en el cielo junto a las múltiples estrellas. Una noche fresca y perfecta según los gustos del joven peliblanco.
Sus ojos se movían de un lado al otro, observando las cosas con detalle, lleno de inspiración para uno de sus tantos dibujos. Amaba y ama caminar por la ciudad de noche, donde las calles están tranquilas y no hay gente, por más de lo peligroso que es, se olvida de eso cuando la brisa del viento choca con su cara.
Siendo las 23:00pm, Kai seguía caminando y disfrutando de la caminata, pero claro, no todo puede ser color de flores, y menos a altas horas de la noche en una ciudad llena de delicuentes. Al estar cerca de un callejón, es atraído a el por una persona que lo agarro de su cuello y cubrió su boca con su mano evitando que fuera a emitir un ruido y llamar la atención de la poca gente que hay.

- Shh, sé obediente y quédate quieto -Con una voz gruesa habló cerca del oido del menor, causando un escalofríos en todo su cuerpo-.

Kai se movía desesperado, el miedo se apoderaba de él con rapidez. Quería gritar, llorar, sentía miedo de que le fuera a pasar algo. Temblaba ligeramente ante la voz y movimientos del sujeto atrás suyo, en este momento deseaba que alguien apareciera, dudaba de eso pero lo deseaba.

- Agh, maldito mocoso -Trás ser mordido en su mano la cual anteriormente tapaba la boca ajena, la separó rápidamente dejando libre la opción de gritar para Kai-.

- ¡Ayuda! -Con ese grito podía atraer a gente que estuviera del lado del sujeto detrás suyo, o también gente que estuviera decidida en ayudarlo, debía arriesgarse-.

Rápidamente taparon su boca nuevamente, esta vez con una advertencia de por medio. Sintiendo aún más miedo.
Los recuerdos de cuando sus hermanos dijieron que saldrían con la pandilla vinieron a él, no lo pensó antes pero una parte de él quería que ellos aparecieran, otra temía por el regaño que recibiría si lo ven fuera de casa cuando estrictamente le dijieron que no salga.

- No tienes idea de con quien te metes pequeño -Sonrió con orgullo, haciendo presión con su brazo en el cuello ajeno-.

- Tú no tienes idea de con quien te metes -La voz de una tercera persona se hizo presente en el callejón, persona cuya apariencia era familiar para el joven Kai, con un tatuaje en la cien, y una trenza larga-.

Era Ken Ryuguji, vicepresidente de la Tokyo Manji Gang. Y no viene solo, detrás de él vienen Mikey, Chifuyu, Baji, Mitsuya, Souta, Smiley y Takemichi. Kai se sorprendió por su buena y mala suerte en ese momento, sintió aún más ganas de llorar al ver a sus hermanos ahí, quería que la tierra lo desapareciera en ese precisó momento.

- ¿Kai? -Souta miro desconcertado al joven peliblanco, no podía sentir más miedo y enojo de verlo en esa situación-.

- Si dan un paso más -Saco una navaja de su bolsillo y la puso en la garganta del ojiturquesa, agarrando sus brazos para que no se suelte-.

No dijo nada más, era obvio lo que pasaría si alguno se movia. Todos miraban al sujeto que tenía dicha navaja, pensando qué hacer en este momento. Temiendo qué todo se fuera a salir de control. Kai tenía mucho miedo, se odiaba por no hacer caso de ante mano que no debía salir, a causa de eso pequeñas lágrimas empezaron a salir de sus ojos. Eso fue lo que enojo aún más al de pelo color durazno, quien estaba listo para darle un buen golpe al sujeto que tenía amenazado a su hermano.
Vaya sorpresa se llevaron cuando aquel sujeto recibió un golpe en sus partes íntimas, golpe que fue provocado por Kai, aprovechando las quejas y el descuido alejó la navaja de su cuello y corrió lejos de él, respirando con dificultad. Fue directo a uno de sus hermanos, Souta, y lo abrazo fuertemente, odiaba admitirlo pero tenía miedo, no quería que lo vieran llorar más de lo que ya lo vieron. Souta aceptó el abrazo de su hermano menor, acariciando la espalda y cabeza del contrario con cariño para que se pudiera calmar un poco, y de paso él también.

- Maldito -Smiley apretó sus manos en puños y se acercó rápidamente al sujeto que se quejaba por el dolor que sentía en sus partes, sin dejarle tiempo a defenderse le golpeo en su cara, haciéndolo caer al frío y duro suelo- te metiste con la persona equivocada -Se sento arriba del hombre y siguió golpeándolo, una, y otra, y otra vez sin parar-.

- ¡Smiley! -Mitsuya grito el nombre de aquel chico de pelo durazno, si no lo detenían iba a matar al sujeto que estaba golpeando-.

Draken se acercó a Smiley y lo agarro de sus brazos con fuerza, debían alejarlo o quien sabe como acabará ese hombre, que bien tenía merecido el golpe, no podían arriesgarse a matarlo, después de todo Kai está vivo.
Smiley respiró agitado, calmandose al caer en cuenta lo que estaba haciendo. Mientras, Mikey se acercaba al notar algo peculiar en el atuendo que tenía el hombre, ahora, desmayado en el suelo. Se agachó y lo dio vuelta, mirando con seriedad la chaqueta que traía ese sujeto.

- DOB -Dijieron al unísono los ocho chicos, menos Kai que miraba confundido la escena, sabía que por lo visto conocen a ese chico-.

- ¿Qué es DOB? -Preguntó con curiosidad a su hermano de pelo verde azulado, mirándolo, suponiendo que sabe lo que es-.

- Una pandilla como la ToMan, solo que ellos son anti-ToMan -Miro a su hermano con el ceño fruncido al decir eso-.

- ¿Por qué se metieron con él? -Takemichi se acercó un poco al hombre aún desmayado en el suelo, confundido-.

- No lo sé. . . Pero tengo un mal presentimiento -Mikey se levantó y se cruzó de brazos mirando fijamente hacia abajo, procesando lo que había pasado- tal vez su objetivo no era Kai, pero al verlo pasar simplemente se le dio por meterse con él -Miro al resto de chicos que lo miraban atentos- ¿Qué nunca te dijieron que es peligroso andar de noche solo? -Preguntó con una ceja levantada hacia Kai-.

En respuesta, el peliblanco río nervioso ante la mirada de todos en él, siempre confío en su suerte y nunca se detuvo a pensar lo peligroso que era, ya que el actúa y luego piensa.

- Cambiando de tema, ¿Qué harán con él? -Takemichi ignoro el ambiente tenso que se formó y señalo al sujeto-.

- Será mejor dejarlo acá, ya vendrán a buscarlo -Chifuyu dijo con tranquilidad eso, después de todo parecía que aquel hombre iba a despertar en cualquier momento-.

- Sí. . . Vámonos -Mikey dejó de mirar al suelo y se alejó de aquel callejón junto al resto, no debían preocuparse por él, despertaría tarde o temprano después de todo, o sino, duda que éste trabajando solo-.

- Nosotros nos vamos a casa -Souta se separó del menor y miro por última vez a los chicos con seriedad-.

- Está bien -Mitsuya duda en dejarlos solos con Kai habiendo desobedecido una regla tan importante, pero después de todo son sus hermanos de quien está dudando-.

Los seis chicos restantes los saludaron y siguieron su camino con tranquilidad, ya es tarde y cada uno ira a su casa.
Kai se puso nervioso, sabía que no saldría sin ser regañado de está, y menos con el aura que desprendían sus dos hermanos.

- Vamos a casa -Smiley se dio vuelta y miro a Kai con calma, camino hacia él y poso su brazo por los hombros ajenos atrayendolo a él- debes tener sueño, mañana hablamos de esto -Estaba tan tranquilo que hacia sudar al pobre Kai-.


•••

|Kai|

Desperté por el ruido de un pájaro cantar, siempre el mismo pajarito cantando en mi balcón, eso si es tener huevos, lo digo por Acua, ella siempre intenta agarrarlo, si no fuera porque yo le impido eso el pajarito ya no podría cantar. De todos modos, hay veces que me dan ganas de dejar que Acua lo agarre, en serio cansa, despertar a las siete de la mañana un día sábado no es para nada lindo si me preguntan a mí.

Me senté en mi cama y me estire bostezando en el proceso, ya que me desperté no podré volver a dormir, es mi don y maldición, si me despierto me cuesta una banda volver a dormir.

- ¿Acaso mis hermanos te mandan a cantar todos los malditos días de la semana a las siete de la mañana? -Le pregunte através del cristal al pájaro, aún sabiendo que no me va a contestar-.

ᴛʜᴇ ʙʀᴏᴛʜᴇʀ ᴏꜰ ᴛʜᴇ ᴋᴀᴡᴀᴛᴀ •ᴛᴏᴋyᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora