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➥ 02 de Diciembre
➥ Narrador Omnisciente

Los días pasaron lentamente desde la tragedia, Kai paso la mayor parte del tiempo encerrado en su habitación, sus hermanos estuvieron y están con él para verificar su bienestar, Raikou va de vez en cuando a ver a su amigo, seres queridos de los gemelos y Kai se enteraron de lo sucedido y rápidamente visitaron al Kawata menor. La ToMan decidió ayudar al peliblanco como pudieran, si bien no lo conocen tanto, a sus hermanos sí.

Actualmente Kai está durmiendo en las piernas de Souya, apoyando su rostro en el cuello ajeno, ambos en el sofá. Fue la única forma de que el Kawata menor saliera de su habitación.

— Suerte que las clases acabaron y no soy un problema ya –Hablo Raikou para Souya, sentado a su lado en el sofá mientras siente la mirada de Nahoya clavada en él– ¿Por qué tu hermano me mira mucho? Sospecho que gusta de mí –Le susurro al peliceleste en broma–.

— ¡Te estoy escuchando! –Dijo en voz alta el Kawata mayor ante el comentario del pelinegro– y nunca podrías gustarme, hijo de- –Sus palabras fueron interrumpidas por su gemelo–.

— Ya basta, despertaran a Kai –Regaño Souya a los dos chicos que no paran de discutir desde que se agarraron más confianza para insultarse– Raikou no lo provoques.

No le gusta para nada esto, parece como si él fuera el hermano mayor teniendo que controlar las peleas que esos dos tienen, así fue también con Kai.

— Ya, lo siento –Raikou se disculpó con Souya y se sentó mejor, más cerca del peliceleste para apoyar su cabeza en el hombro libre de este mismo–.

Nahoya iba a decir algo respecto a eso, pero la puerta de la casa fue tocada y siendo el único libre tuvo que ir y abrirla. Como supuse, se encontró con los chicos de la ToMan del otro lado, algunos con bolsas bien decoradas en sus manos y otros sin nada.

— Hola, ¿podemos pasar? Venimos para ver a Kai –Hablo Mitsuya siendo el que tocó la puerta, con una sonrisa en su rostro esperando recibir una buena respuesta del Kawata–.

— Pasen, en silencio –Fue lo único que dijo para hacerse al lado y dejar que todos pasarán a la casa, cerro la puerta y se dirigiendo nuevamente al living–.

— Ooh, que lindo, está dormido –Mikey se apresuró a sentarse cerca de Kai apenas lo vio durmiendo tranquilamente en las piernas de Angry–.

No es la primera vez que aparecen en la vivienda de esos tres hermanos para pasar el rato con Kai, que justamente no suele hacer presencia por estar durmiendo, una lastima pero siguen yendo con la esperanza de poder hablar con el peli teñido. Está vez Baji, Kazutora y Chifuyu se tomaron el tiempo de buscar por toda la ciudad un peluche que se parezca al gato fallecido de Kai, y lo consiguieron.

— Esto es para Kai –Chifuyu le dio el regalo a Raikou, sabiendo que este se lo dará a Kai apenas se despierte– fue difícil buscar un peluche exacto de Acua, pero ahí está.

— Oh, es un lindo detalle, seguro a Kai le gustara mucho –Raikou sonrió apenas vio el regalo, sin contar que casi se le escapa una lágrima– ¿Verdad, Angry? –Miro al mencionado con una sonrisa–.

El solo pensar cómo llorara Kai cuando vea el peluche tan idéntico a su gatita los destroza, pero saben que adorara el regalo de todos modos.

— Sí –Fue lo único que salió de sus labios, sin dejar de mirar el peluche y acariciar el cabello lacio de su hermano menor–.

Todos guardaron silencio apenas vieron como Kai se movía de más en su lugar, quietos como estatuas preguntándose si se despertaría o seguiría durmiendo. Pensaron que sería la segunda opción, pero no este día.

— Mmh, ¿qué pasa? –Kai abrió lentamente sus ojos acostubrandose a la luz del lugar, cuando pudo ver bien el rostro de las personas a su al rededor se sorprendió un poco–.

Su ojo libre, ya que el otro era tapado por su cabello, le dejaba ver a un Mikey sonriente con una bolsa de Taiyakis en sus manos, parece bastante feliz de verlo.

— Venimos a visitarte, ¿qué más? –Apoyado en el sofá, respondió el rubio de baja estatura, mirando esos ojos celestes adormilados– ¿cómo estás? –Pregunto–.

— Tengo hambre –Respondió a la pregunta ajena, no ha podido comer mucho que digamos, se levantó de las piernas de su hermano para sentarse mejor al lado de Mikey–.

Mitsuya no podía creer lo que veía, Kai se ve mal, sus ojos parecen haber perdido ese brillo que tenían y su voz suena triste y ronca por haber despertado de una larga siesta. No puede negar que sigue viéndose bien como antes, pero está algo diferente.

— Lo llevaré a comer –Respondió Raikou levantándose de donde estaba con la bolsa que pronto le dará a Kai– vamos Kai –Extendió su mano hacia el mencionado esperando pacientemente que este la agarre–.

Kai miro la bolsa en las manos de su amigo, los demás notaron que este mira el regalo con cierta curiosidad y no podemos negar que los nervios del trío dueños de aquel regalos son notorios, ¿cómo reaccionará Kai al peluche?, ¿lo amará o lo odiara? Nadie sabe aún.

Kai acepto la mano de su amigo y se levantó vagamente para seguirlo hasta la cocina, ya algo alejados del resto Raikou deja que el peli teñido se siente en una silla de la isla y le deja el regalo cerca. Mientras él empieza a prepararle un sándwich que si no mal recuerda a Kai le encanta.

— ¿Puedo? –Kai señalo la bolsa y al ver como su amigo asiente, acerca dicha cosa para sacar el contenido suavecito, se quedó mirándolo por unos segundos que se hicieron eternos para Raikou que mira todo atentamente– Acua –Fue lo único que salió de sus labios, abrazando el peluche fuertemente contra su pecho–.

Raikou por lo menos agradece que no haya tirado el regalo, pero ahora tiene a su amigo llorando nuevamente, y si Kai llora él llora. Para su suerte, Nahoya apareció y se acercó a Kai para abrazarlo, dejando que suelte todo tranquilo que los demás no escucharán nada.

• • •

— ¿Ya estás mejor? –El peli durazno le preguntó a su hermano que abraza fuerte al peluche idéntico de su gatita– Raikou hizo algo para que comas, ¿quieres? –Vio como Kai asintió y se limpio algunas lágrimas para dejar el peluche en sus piernas y empezar a comer–.

— Kai –Raikou recordó algo importante que Mitsuya le pidió, acercándose a su amigo con cuidado– Mitsuya quiere saber si te gustaría salir a caminar con él hoy a la tarde, ¿qué te parece? –Le preguntó con una sonrisa–.

Si Kai dice que sí es un avance definitivamente, aunque paso poco desde que Acua se fue puede que la respuesta sea positiva, y sería genial.

— Bueno. . . –Kai respondió mirando el peluche en sus piernas, como si hubiera buscado la respuesta en el, y siguió comiendo sin más–.

Una buena noticia sin duda.

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Escribo esto y me voy a dormir, aviso que no he tenido tiempo de re-leerlo así que no sé si tiene algún error ortográfico, más tarde me fijare. Por ahora, buenas noches y perdón por la inactividad.

ᴩᴀʟᴀʙʀᴀꜱ: 1208

ᴛʜᴇ ʙʀᴏᴛʜᴇʀ ᴏꜰ ᴛʜᴇ ᴋᴀᴡᴀᴛᴀ •ᴛᴏᴋyᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora