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No sé si lo dije o qué pero lo digo de nuevo. Estuve media hora (o más) intentando arreglar las edades de los personajes para que quedarán con mi historia, y creo que ya lo tengo maso menos, recuerden que esto es como un AU (Universo Alterno) diferente.

|Omnisciente|

Martes, 07:30am, Secundaria. Kai camina con pereza por los pasillos del Instituto, arrastrando sus pies. El día anterior se la paso durmiendo, por suerte no soño nada relacionado con lo del Sábado, no tuvo tiempo de hablar con Mitsuya, ni con Nahoya. Eso si, término el dibujo de Akkun, y está bastante satisfecho con el resultado, dicho dibujo tiene en su mano derecha, cuando guardaba las cosas para salir se olvido del dibujo y era muy tarde para tomarse el tiempo de guardarlo, asi que lo llevó en su mano, después de todo fue caminando desde su casa a la escuela por dos razones, las motos lo marean y la secundaria queda cerca de su casa.

– ¡Akkun! -Al ver a lo lejos al de pelo color ciruela lo saludo levantando su mano, con una sonrisa en sus labios se acercó al mencionado-.

– Kai, hola -Akkun se dio vuelta y miro a su amigo de tercer año, feliz de verlo sonriendo de nuevo- ¿Y eso? -Pregunto al notar una hoja en la mano ajena-.

– Oh, es el dibujo que me pediste tiempo atrás -Sonrió nervioso y le extendió el papel al chico frente a él esperando que le guste- perdón por tardar tanto -Rasco su nuca, la verdad había olvidado completamente el dibujo en un principio-.

– wow, valió la pena esperar -Akkun agarro el dibujo en sus manos, mirando detenidamente el papel, con pequeños brillitos en sus ojos-.

– Me alegra que te guste -El peliblanco suspiro aliviado, aunque esa tranquilidad duro poco, el timbre sonó dando a entender que las clases han empezado-.

Con un saludo los dos chicos se despidieron del otro y fueron a sus clases. Kai empieza el día con matemáticas, una materia que lo estresa, la odia, y no le sale. Todos los días tiene esperanzas de despertar y entender algo, pero ese día nunca llega, y las notas bajan rápidamente hasta tal punto que la profe decide llamar a un familiar suyo, pero vayamos al aula primero. Kai entró a su salón correspondiente, ya todos están sentados en sus lugares, él es el único que falta, así que a paso lento va y se sienta al final de la clase en una mesa donde tiene una ventana al lado, Kai habré esa ventana un poco para poder sentir el viento fresco. La profe de Matemáticas llega con sus cosas en mano, y una de esas cosas son las pruebas de la semana pasada, Kai mira con nervios y ya sabiendo lo que le espera. La mujer mayor se para firmemente adelante de toda la clase después de dejar sus cosas en el escritorio, luego mira a nuestro querido protagonista y dice:

– Señor Kawata Kai, necesito hablar con usted, a solas -La señora miro con seriedad en su rostro al joven, llenando el aula de "Uhh~" provocados en forma de burla por los compañeros de Kai-.

En silencio Kai se levanta de su asiento, con la cabeza baja, pasando por las mesas ajenas y sintiendo la burla dirigida a él. Sabía que este día llegaría, pero aún así no podía evitar sentir vergüenza en todo su ser, con la mirada del resto de personas escarbando en su espalda, se sentía horrible, y humillante. Cuando ya estaba afuera del aula junto a la maestra se quedó callado, mirando sus manos con nerviosismo.

– Mira Kai, eres un buen estudiante en muchas materias, que tengas tan malas notas en matemáticas me preocupa, y me temo que debo llamar a un familiar de usted para informar sobre esto -La profesora miro a su alumno con tristeza en sus ojos, este chico realmente le cae bien-.

Kai miraba cabizbajo el piso, aceptando que sus hermanos sepan de esto, con sus padres trabajando fuera del País no podrán decirle a ellos. Y por más de que siente miedo y sus manos tiemblan no puede ignorar el hecho de lo mal que le va en Matemáticas, y que necesita ayuda de una persona fuera de la escuela que lo ayude.


•••

El día paso lento para Kai, al final sí llamaron a sus hermanos, más específico, a Souta, era la mejor opción, él es más comprensivo y amable en ese sentido. Por suerte, Souta no tuvo que ir a la escuela, solo habló con la profesora de Kai un rato por teléfono y luego lo dejó ahí, cada uno siguió con su día a día.
Al final de la escuela, 12:30am, para su sorpresa, Souta estaba esperándolo afuera de la Secundaria apoyado en una pared sin su moto, por lo visto vino caminando de la casa, y es entendible, queda muy cerca de la Secundaria. Los demás alumnos miraron con sorpresa y asombro al hermano mayor de Kai, este último al notarlo camino rápido hacia su hermano y lo jaló de su brazo para salir de ese lugar rápidamente dejando desconcertado al peliceleste.

– ¿Eh? -Reaccionó y salió de sus pensamientos cuando sintió como una persona jalaba de su brazo, al notar a su hermano menor lo miro atento- ¿Qué pasa? -Kai no parece feliz o contento de verlo, eso le hizo preguntar-.

– ¿Qué haces acá? -Dejó de arrastrar a su hermano cuando ya estaban maso menos lejos de todos, se giro y miro al de pelo verde azulado con el ceño fruncido, no le gusta que lo vengan a buscar porque siempre, o casi siempre, llaman la atención de todos, cosa que Kai odia-.

– Mhm, nada en especial -Se tranquilizó al darse cuenta de la razón, por un momento pensó que era algo más serio- aún no le conte a Nahoya de tus notas en matemáticas, pero luego hablamos de eso, ¿Ok? -Sonrió levemente a su hermano menor, entiende que dicho tema lo estresa, y prefiere esperar hasta que pase el tiempo un poco-.

Kai asintió más tranquilo, calmado de que Souta se ha puesto en su lugar para entender su situación. Parece ridículo, pero ver como todos en tu grado avanzan en un tema que tú no entiendes para nada es realmente horrible y estresante, dichos nervios solo arruinan sus intentos por aprender. Y teniendo una "conexión" con la ToMan, le resulta difícil aceptar y decir al resto de personas que no le sale matemáticas, ni las tablas. La mayoría de las personas se acercan a Kai por sus hermanos, eso le causó cierto miedo e inseguridad en sí mismo, rompiéndose la cabeza por ser perfecto en todo lo que haga, para demostrar que es tan genial como sus hermanos. Pero claro, al no decirle eso a nadie, es difícil que entienda lo mal que hace en querer ser perfecto en todo.

Los dos hermanos caminan en silencio hasta su casa, sólo se escuchan las voces de personas hablar en la calle, pájaros, autos, motos, el ruido de las hojas de los árboles chocar entre sí por causa del viento, etcétera. Este es el tipo de cosas que Kai ama, caminar con sólo los ruidos cotidianos entrando por sus oídos, sin gritos o preocupaciones.

– Llegamos -Souta rompió el silencio al ver cerca su casa, camino hasta ella con la misma sonrisa leve de hace un rato, casi inexpresiva, saco del bolsillo de su pantalón las copias de las llaves y las introdujo en la puerta abriéndose- Nahoya volverá en un rato -Entro a la casa y se dio vuelta esperando que su hermano pasará, ni siquiera se molesto en decir a dónde fue Nahoya-.

Kai entró a la casa cabizbajo, fue a su habitación sin decir absolutamente nada, por más que el día anterior durmió por muchas horas, siempre después de clases sale agotado. Dejó su mochila en el suelo de la habitación al estar ya en ella, acarició a su gatita un rato y se acercó a su armario y saco ropa para ponerse luego del baño que se dará. Calza negra, remera blanca, buzo negro con letras japonesas en las mangas y la palabra "Baka" en medio de ella, dicho buzo le queda grande y para los ojos de quienes lo ven con eso puesto dicen que se ve muy tierno, Kai no dice nada respecto a eso, a veces se sonroja pero no es algo que le moleste. Y por última sus Converse blancas.

ಠ_ಠ

Sip, el capítulo no fue tan interesante, pero bueno.

ᴛʜᴇ ʙʀᴏᴛʜᴇʀ ᴏꜰ ᴛʜᴇ ᴋᴀᴡᴀᴛᴀ •ᴛᴏᴋyᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora